ÍNDICE DE NOMBRES PROPIOS
En este índice hallará el lector:—1.º Los nombres propios, así personales como geográficos, que figuran en el poema, tal como se escriben en griego; y de este modo distinguirá algunos que en castellano se confunden.—2.º Una breve explicación de dichos nombres.—3.º La serie de los principales hechos de cada personaje; con lo cual, bastará recordar el nombre de cualquiera de los que intervengan en una acción determinada, para dar en seguida con el pasaje que se busque. Para este fin se indican al principio de los párrafos los versos del texto original á que corresponden.
En las citas, el número romano indica el canto, y el arábigo, el verso.
Acasto (Ἄκαστος): Rey de Duliquio. Ulises en la fingida relación de sus aventuras á Eumeo, dice que Fidón, rey de los tesprotos, envióle á Acasto, XIV, 336.
Acaya (Ἀχαιίς): Región del Peloponeso; se toma asimismo por la Grecia en general, XI, 166, 481; XXIII, 68.
Acróneo (Ἀκρόνεως): Uno de los jóvenes feacios que tomaron parte en los juegos celebrados en presencia de Ulises, VIII, 111.
Áctoris (Ἀκτορίς): Esclava que dió á Penélope su padre, cuando ésta se casó con Ulises. Custodiaba las puertas de la cámara nupcial, XXIII, 228 y 229.
Adrasta (Ἀδρήστη): Criada de Helena. Coloca el sillón en que ésta toma asiento, IV, 123.
Aedón (Ἀηδών): Hija de Pandáreo. Tuvo del rey Zeto un hijo llamado Ítilo, á quien mató por imprudencia; fué transformada en ruiseñor, y al comenzar la primavera canta en la espesura llorando á su hijo, XIX, 518 á 523.
Afidante (Ἀφείδας): Nombre inventado por Ulises. Llama así á un rey de quien se dice hijo, en su conversación con Laertes, antes de darse á conocer, XXIV, 305.
Agamemnónida (Ἀγαμεμνονίδης): Hijo de Agamenón. Nombre patronímico de Orestes, I, 30.
Agamenón (Ἀγαμέμνων): Hijo de Atreo, rey de Micenas y caudillo supremo de las tropas griegas que fueron á Troya. Estuvo con Menelao en Ítaca para persuadir á Ulises á que les siguiera á Ilión, según refiere su alma en el Orco, XXIV, 115 á 119; regocíjase al presenciar la disputa de Ulises y Aquiles; la cual, según el oráculo, era la señal de que iba á terminar la contienda de teucros y dánaos, VIII, 77 á 82. Después de la toma de Ilión, quiso detener al pueblo hasta ofrecer sacrificios á Minerva, y, al llegar á su patria, fué muerto por Egisto, que había seducido á Clitemnestra, y vengado más tarde por Orestes, I, 35 á 41; III, 143 á 164, 193 á 198, 234 y 235, 248 á 310; IV, 91 y 92, 512 á 537; como lo refiere en el Orco su misma alma, XI, 387 á 461; XXIV, 20 á 22 y 95 á 97; Menelao le erigió un túmulo en Egipto, IV, 584.
Agelao (Ἀγέλαος): Hijo de Damástor y uno de los pretendientes de Penélope. Exhorta á los demás pretendientes á que no maltraten á los huéspedes ni á los criados de Telémaco y aconseja á éste que case á Penélope, XX, 321 á 337; durante la matanza, pregunta á sus amigos si podría salir alguien por el postigo, XXII, 131 á 136; increpa y amenaza á Minerva, que había tomado la figura de Méntor, XXII, 212 á 223; aconseja á los demás pretendientes que no arrojen todos á la vez el dardo, XXII, 247 á 254; y muere, atravesado por la lanza de Ulises, XXII, 293.
Agudas (Θοαί): Islas situadas frente á la desembocadura del río Aqueloo, XV, 299.
Alcandra (Ἀλκάνδρη): Esposa de Pólibo, que moraba en Tebas, ciudad de Egipto, IV, 126 y 127.
Alcímida (Ἀλκιμίδης): Hijo de Álcimo. Nombre patronímico de Méntor, XXII, 235.
Alcínoo (Ἀλκίνοος): Rey de los feacios en Esqueria, hijo de Nausítoo, esposo de Arete y padre de Nausícaa y y de cinco varones, VI, 12, 17. Accede á la súplica de Nausícaa de que le dé un carro para ir al río á lavar la ropa, VI, 56 á 71; su genealogía referida por Minerva á Ulises, VII, 56 á 63; descripción de su palacio y del jardín que lo circunda, VII, 84 á 132; entra Ulises en el palacio y llega hasta la habitación donde se hallan Alcínoo y Arete, abraza las rodillas de la reina, y Alcínoo, por exhortación de Equeneo, lo levanta, lo hace sentar á su vera, manda que se ofrezcan libaciones, VII, 139 á 181, y despide á los comensales, citándoles para el día siguiente en que tratarán de la conducción del héroe, VII, 185 á 207; siéntase con Arete al lado de Ulises, VII, 231, oye el relato de éste acerca de cómo llegó á la isla de Calipso y ha venido de ella al país de los feacios, VII, 240 á 297, censura el proceder de Nausícaa por no haberlo traído ella misma á la casa, VII, 298 á 301, expresa su deseo de que Ulises se quede y sea el marido de Nausícaa, VII, 307 á 333, y se acuesta con Arete, VII, 346, 347; levántase al día siguiente, se encamina al ágora, pide á los feacios que conduzcan á Ulises á su patria, ofrece un convite á los marineros y manda llamar á Demódoco, VIII, 1 á 45; vuelve al palacio, da un banquete en el cual canta Demódoco, y, al ver que Ulises derrama lágrimas, propone que se trasladen á la plaza y se prueben en los juegos, VIII, 46 á 104; sus hijos se levantan y toman parte en los juegos, VIII, 118; increpado Ulises por uno de los hijos de Alcínoo, VIII, 132, 140 á 151, el rey lo apacigua y manda que salgan los danzadores á bailar al son de la cítara, VIII, 236 á 256; Alcínoo ordena que bailen Halio y Laodamante, VIII, 370, 371; exprésale Ulises su admiración por los danzadores y el rey manda que se ofrezcan presentes de hospitalidad á Ulises y que Euríalo lo desenoje, y éste obedece, VIII, 381 á 405; vuelven todos al palacio y Alcínoo dice á Arete que traiga un arca para poner los presentes ofrecidos á Ulises y le da á éste una copa de oro, VIII, 421 á 432; Ulises, después de lavarse, se sienta junto á Alcínoo, VIII, 469; el rey, al ver que Ulises llora mientras el aedo canta lo del caballo de madera, le pregunta quién es, de dónde viene y por qué llora, VIII, 532 á 586; oye el relato que hace Ulises de sus aventuras, IX; X; XI, 1 á 333; pide á Ulises que continúe el relato y el héroe obedece, XI, 347 á 640; XII; ruega á los comensales que den á Ulises sendos trípodes y calderos, coloca por sí mismo en la nave todo lo del héroe, da un banquete y al ponerse el sol manda ofrecer libaciones, despide á Ulises y lo hace acompañar por un heraldo, XIII, 1 á 65; manda ofrecer un sacrificio á Neptuno cuando, al volver la nave que condujo á Ulises, el dios la convierte en piedra, XIII, 171 á 183.
Alcipe (Ἀλκίππη): Criada de Helena. Coloca un tapete en la silla en que ha de sentarse Helena, IV, 124.
Alcmena (Ἀλκμήνη): Esposa de Anfitrión y madre de Hércules. Nunca se valió de astucias como las de Penélope, II, 120; Ulises la vió entre las sombras de los muertos cuando descendió á la morada de Plutón, XI, 266 á 268.
Alcmeón (Ἀλκμαίων): Hijo de Anfiarao, XV, 248.
Aléctor (Ἀλέκτωρ): Suegro de Megapentes, IV, 10.
Alfeo (Ἀλφειός): Río de Élide, padre del antiguo rey Orsíloco y nieto de Diocles, III, 489; XV, 187.
Alibante (Ἀλύβας): Ciudad del Sur de Italia, XXIV, 304.
Aloeo (Ἀλωεύς): Padre de Oto y de Efialtes, que tuvo de Ifimedia, XI, 305 á 308.
Amitaón (Ἀμυθάων): Hijo de Creteo y de Tiro, XI, 259.
Amniso (Ἀμνισός): Puerto de Creta, donde está la gruta de Ilitia, XIX, 188.
Anabesíneo (Ἀναβησίνεως): Uno de los jóvenes feacios que toman parte en los juegos celebrados ante Ulises, VIII, 113.
Andremón (Ἀνδραίμων): Príncipe etolo, padre del rey Toante, XIV, 499.
Anfíalo (Ἀμφίαλος): Hijo de Políneo. Uno de los jóvenes feacios que toman parte en los juegos celebrados ante Ulises, VIII, 114; queda vencedor en el salto, VIII, 128.
Anfiarao (Ἀμφιάραος): Hijo de Oicleo, nieto de Antífates y padre de Alcmeón y de Anfíloco. Fué muy caro á Júpiter y á Apolo, y murió en Tebas á causa de los regalos que su mujer recibiera, XV, 243 á 248.
Anfíloco (Ἀμφίλοχος): Hijo de Anfiarao, XV, 248.
Anfimedonte (Ἀμφιμέδων): Hijo de Melaneo y uno de los pretendientes de Penélope. Concita á los demás pretendientes en la lucha que traban con Ulises, XXII, 242; hiere á Telémaco en la muñeca, XXII, 277; es muerto por Ulises, XXII, 284; al llegar su espíritu al Orco, es reconocido por Agamenón y, al preguntarle éste por qué llegan tantos y tan selectos varones, refiere que pretendían á Penélope y cuenta detalladamente cómo Ulises ha llevado al cabo su venganza, XXIV, 102 á 190.
Anfínomo (Ἀμφίνομος): Hijo de Niso y uno de los pretendientes de Penélope. Ve llegar la nave de los pretendientes que acechaban la vuelta de Telémaco, y se lo dice á sus compañeros para que no les envíen un mensaje, XVI, 351 á 357; es el pretendiente más grato á Penélope y disuade á los demás de que maten á Telémaco, XVI, 394 á 406; cuando Ulises vence á Iro, le sirve dos panes y una copa de vino, y le saluda, por lo cual el héroe le aconseja que se vaya del palacio antes de la matanza, XVIII, 119 á 396; Ulises se sienta en las rodillas de Anfínomo, cuando se ve amenazado por Eurímaco, XVIII, 394 á 396; Anfínomo arenga á los demás pretendientes para que obedezcan á Telémaco, no maltraten al huésped (Ulises) y se vayan á dormir á sus casas, XVIII, 412 á 421; su heraldo Mulio sirve el vino para las libaciones, XVIII, 424; se opone nuevamente á que se mate á Telémaco y aconseja que se prepare la comida, XX, 244 á 247; en la escena de la matanza, arremete contra Ulises, pero Telémaco le envasa la lanza en la espalda, le atraviesa el pecho y le deja el arma clavada, XXII, 89 á 96.
Anfión (Ἀμφίων):
1) Hijo de Júpiter y de Antíope. Con su hermano Zeto fundó y fortificó á Tebas, XI, 260 á 265.
2) Hijo de Yaso y padre de Cloris, la esposa de Neleo. Era rey de Orcómeno, XI, 281 á 284.
Anfitea (Ἀμφιθέη): Esposa de Autólico y, por tanto, abuela materna de Ulises. Abrazó á Ulises y le besó la cabeza y los ojos, cuando el héroe fué á la casa de Autólico, XIX, 416.
Anfitrión (Ἀμφυτρύων): Rey de Tebas y esposo de Alcmena, la madre de Hércules, XI, 266 á 268.
Anfitrite (Ἀμφιτρίτη): Hija de Nereo y esposa de Neptuno. Cría muchos monstruos marinos, V, 422; XII, 97; sus grandes olas rugen contra las peñas Erráticas, XII, 60.
Anquíalo (Ἀγχίαλος):
1) Padre de Mentes, rey de los tafios, I, 180 y 418, que proporcionó á Ulises veneno para teñir las flechas, I, 264.
2) Uno de los jóvenes feacios que intervienen en los juegos, VIII, 112.
Anticlea (Ἀντίκλεια): Hija de Autólico, esposa de Laertes y madre de Ulises. Su alma se le presenta á Ulises en el Orco antes de que llegue Tiresias, y el héroe no le permite beber la sangre, XI, 84 á 89; luego que se va Tiresias, Anticlea bebe la sangre, reconoce á su hijo, le explica cómo murió, le refiere lo que ocurre en el palacio y la exhorta á salir á la luz lo antes posible, XI, 151 á 224; murió por el pesar que le causaba la ausencia de Ulises, XV, 358; crió á Eumeo junto con su propia hija Ctímene, XV, 363 á 370.
Anticlo (Ἄντικλος): Uno de los héroes que se encerraron en el caballo de madera. Quiso contestar á Helena cuando ésta fué adonde se hallaba el caballo y llamó á los caudillos, imitando la voz de sus mujeres; pero Ulises le tapó la boca con sus robustas manos, IV, 286 á 289.
Antífates (Ἀντιφάτης):
1) Rey de los lestrigones, que no parecían hombres sino gigantes. Cuando los griegos enviados por Ulises llegan á su casa, echa mano á uno y con él se apareja la comida; luego llama á los demás lestrigones y destruyen la armada del héroe, de la cual se salva un solo bajel, atraviesan á los hombres y se los llevan para comérselos, X, 106 á 124, 199.
2) Hijo de Melampo, padre de Oicleo y abuelo de Anfiarao, XV, 242 á 244.
Ántifo (Ἄντιφος):
1) Hijo del héroe Egiptio. Fué con Ulises á Ilión y al regresar lo mató el Ciclope, que hizo de él la última de aquellas cenas, II, 17 á 20.
2) Anciano de Ítaca, amigo de Ulises. Al volver de su viaje, Telémaco va al ágora y se sienta donde están Méntor, Ántifo y Haliterses, XVII, 67 á 70.
Antíloco (Ἀντίλοχος) Caudillo griego, hijo de Néstor y de Eurídice. Fué muerto en la guerra de Troya por Memnón, hijo de la Aurora, III, 111; IV, 187 y 188; su alma se le aparece á Ulises en el Orco juntamente con las de Aquiles, Patroclo y Ayax, XI, 468; hállanse estas mismas almas reunidas cuando llegan al Orco las almas de los pretendientes, XXIV, 16; era Antíloco el compañero á quien más apreciaba Aquiles después de Patroclo y sus huesos se guardan en la misma urna que contiene los de éstos, XXIV, 76 á 79.
Antínoo (Ἀντίνοος): Hijo de Eupites. Es el principal de los pretendientes de Penélope y el más insolente de todos. Respondiendo á Telémaco, dice que ojalá el Saturnio no le permita llegar á ser rey de Ítaca, I, 383 á 389; en el ágora cuenta que Penélope engaña á los pretendientes dándoles esperanzas, refiere el artificio de la tela y declara que no se irán hasta que Penélope se case, II, 84 á 130; ríese de Telémaco, cuando éste vuelve al palacio, y le invita á comer y á beber con él, II, 301 á 310, 321; sabe por Noemón que Telémaco ha ido á Pilos, y propone que se le arme una emboscada en el estrecho que separa á Ítaca de Samos para cuando vuelva, IV, 628 á 672; recomienda á los demás pretendientes el secreto y les exhorta á poner por obra la emboscada, IV, 773 á 777; después de haberse librado Telémaco de la emboscada, propone que se le mate en el campo y se repartan sus bienes, XVI, 363 á 392; es increpado por Penélope, que ha tenido noticia de su propósito, XVI, 417 á 433; reprende al porquerizo Eumeo porque les trae el mendigo (Ulises) á la ciudad, XVII, 374 á 381; Telémaco manda al porquerizo que no le responda á Antínoo con largas razones, pide á éste que dé algo al mendigo y Antínoo se niega y amenaza al último con tirarle el escabel, XVII, 392 á 410; el mendigo (Ulises) le ruega que le dé algo, Antínoo rehusa hacerlo, le amenaza y por fin le arroja el escabel, acertándole en el hombro derecho sin que consiga derribarlo, XVII, 412 á 464; el mendigo (Ulises) se lamenta de que Antínoo le haya herido por causa del funesto vientre, y desea que halle la muerte antes que el casamiento, XVII, 473 á 476; Antínoo aconseja al mendigo que coma en silencio, es reprendido por uno de los jóvenes y no hace caso de lo que le dicen, XVII, 477 á 478; dice Penélope que todos los pretendientes le son odiosos, pero Antínoo como la negra Parca, XVII, 498 á 500; propone Antínoo la lucha del mendigo (Ulises) con Iro y que al vencedor se le dé por premio un vientre de cabra, XVIII, 34 á 50, 65; aprueba que Penélope acepte los regalos de los pretendientes, le dice que no se irán hasta que ella se case, y manda á su heraldo que le traiga á Penélope un peplo grande y hermoso que tenía doce hebillas de oro, XVIII, 284 á 294; exhorta á los pretendientes á cumplir lo que les ordena Telémaco, XX, 270 á 275; reprende al porquerizo y al boyero porque lloran al ver el arco de Ulises y manda que lo dejen y coman ó se vayan, creyendo que podrá tender dicho arco, XXI, 84 á 100; dice á los demás pretendientes que se levanten por orden y vayan probando el arco, XXI, 140 á 143; increpa á Liodes porque dice que no armarán el arco, y manda que se encienda fuego y se traiga sebo para engrasar el arco, XXI, 167 á 184; todos los pretendientes intentan armar el arco menos Antínoo y Eurímaco, XXI, 186 y 187; dice Antínoo que no lograrán tender el arco porque se celebra en la población la fiesta del dios, manda ofrecer las libaciones y propone dejar la terminación del certamen para el día siguiente, XXI, 256 á 269; el mendigo (Ulises) ruega á todos los pretendientes y en particular á Eurímaco y á Antínoo que le permitan probar el arco, pero este último se opone y Penélope le reprende, XXI, 275 á 319; Ulises asesta el arco á Antínoo, dispara una flecha y lo mata, XXII, 8 á 21; Eurímaco, para apaciguar á Ulises, le dice que Antínoo fué el culpable de todo porque deseaba ser rey de Ítaca, XXII, 48 á 53; el alma de Anfimedonte cuenta á la de Agamenón, en el Orco, cómo Ulises comenzó la matanza de los pretendientes quitando la vida á Antínoo, XXIV, 179; Eupites habla á los itacenses en el ágora, movido por el intolerable pesar que le causa la muerte de su hijo Antínoo, XXIV, 422 á 424.
Antíope (Ἀντιόπη): Hija de Asopo y madre de Anfión y Zeto, que tuvo de Júpiter, XI, 260 á 262.
Apira (Ἀπείρη): Ciudad ó región desconocida. Algunos traducen Ἀπείρηθεν, del Epiro, y el adjetivo Ἀπειραίη, epirota, de Epiro ó del continente, VII, 8 y 9.
Apolo (Ἀπόλλων): Dios, hijo de Júpiter y de Latona. Mató con sus suaves flechas á Frontis Onetórida, piloto de Menelao, III, 279 á 282; había vaticinado en Pito (Delfos) á Agamenón que cuando disputaran los mejores de los aqueos empezaría á resolverse la guerra entre los teucros y los dánaos, VIII, 79 á 82; dió muerte á Eurito porque le provocaba á tirar con el arco, VIII, 226 á 228.
Aqueronte (Ἀχέρων): Río del Orco, en el cual desembocan el Piriflegetón y el Cocito, X, 513 á 515.
Aquiles (Ἀχιλλεύς y Ἀχιλεύς): Héroe, hijo de Peleo y de la diosa Tetis, y padre de Neoptólemo. Durante la guerra de Troya, llevaba á los aqueos por el sombrío ponto en busca de botín, III, 106; murió en Troya, III, 109; su hijo llegó sano y salvo á su patria con los mirmidones, III, 188, 189, y casó con Hermione, IV, 5 á 14; laméntase Ulises de no haber muerto cuando defendía el cadáver del Pelida, V, 310; Aquiles contendió con Ulises en el banquete de los dioses, VIII, 75 á 78; cuando Ulises baja al Orco, el alma de Aquiles, que está con las de Patroclo, Antíloco y Ayax, pregunta al héroe el motivo de aquel viaje, se lamenta de la muerte, diciendo que preferiría estar vivo y ser criado de otro á imperar sobre los difuntos, pide noticias de su hijo Neoptólemo y, al enterarse de que siempre se ha portado como valiente, se va alegre por la pradera de asfódelos, XI, 465 á 540; al morir Aquiles, fueron sus armas adjudicadas á Ulises y esto originó la muerte de Ayax que era el que más descollaba entre los dánaos, por su gallardía y sus hazañas, después del Pelida, IX, 543 á 551; los aqueos se afligieron por la muerte de Ayax tanto como por la de Aquiles, XI, 556 á 558; al llegar al Orco las almas de los pretendientes, encuentran reunidas las de Aquiles, Patroclo, Antíloco y Ayax, á las que se acerca la de Agamenón: Aquiles deplora la muerte que padeció el Atrida, y éste considera afortunado al hijo de Peleo y describe circunstanciadamente las exequias con que le honraron los aqueos, XXIV, 15 á 94.
Arcesíada (Ἀρκεισιάδης): Hijo de Arcesio. Nombre patronímico de Laertes, IV, 755; XXIV, 270, 517.
Arcesio (Ἀρκείσιος): Padre de Laertes y abuelo de Ulises, XIV, 182; XV, 118.
Arete (Ἀρήτη): Hija de Rexénor, sobrina y esposa de Alcínoo, rey de los feacios, y madre de Nausícaa. Minerva refiere á Ulises la genealogía de Arete, VII, 53 á 77; llega Ulises á la presencia de Arete, tiende sus brazos á la reina y le suplica que mande conducirlo á su patria, VII, 141 á 152; Arete pregunta á Ulises quién es, de dónde viene y quién le dió los vestidos que lleva, VII, 231 á 239; por indicación de Alcínoo, manda calentar agua para el baño de Ulises, da al héroe un arca donde ha puesto los regalos que el mismo había recibido y además un manto y una túnica, y le invita á echarle un nudo para que no le hurten nada, VIII, 423 á 445; aconseja á los feacios que no escatimen los dones á Ulises, XI, 335 á 342; Ulises, al partir para Ítaca, pone una copa en las manos de Arete, la saluda y hace votos por su dicha, XIII, 56 á 62; Arete envía algunas esclavas que llevan á la nave de Ulises vestiduras, el arca, pan y vino, 66 á 69.
Aretíada (Ἀρητιάδης): Hijo de Areto. Nombre patronímico de Niso, XVI, 395; XVIII, 413.
Areto (Ἄρητος):
1) Hijo de Néstor. Junto con sus hermanos, acompaña á Telémaco y lo hace sentar al lado de Néstor, III, 414; cuando va á celebrarse el sacrificio á Minerva, saca un lebrillo lleno de agua para lavarse y la cesta con las molas, III, 440 á 442.
2) Padre de Niso, XVI, 395; XVIII, 413.
Aretusa (Ἀρέθουσα): Fuente sita en los alrededores de Ítaca, cabe á la roca del Cuervo. Junto á ella se hallaba Eumeo cuando Ulises llegó á Ítaca, XIII, 407 y 408.
Argicida (Ἀργειφόντης): Matador de Argos. Epíteto de Mercurio, que se usa por el nombre propio, I, 38, 84; V, 43, 49, 75, 94, 145, 148; VII, 137; VIII, 338; X, 331; XXIV, 99. Créese por algunos que esta palabra es corrupción de ἀργεϊ-φάντης y que debe ser traducida por mensajero veloz.
Argos (Ἄργος): Perro de Ulises, que el héroe dejó en su patria cuando fué á Troya. Cuando vuelve Ulises, al cabo de veinte años, Argos hállase moribundo sobre un montón de estiércol, pero reconoce á su amo, mueve la cola y las orejas, quiere salir á su encuentro, y, sin fuerzas ya, se desploma y muere; Ulises, al verlo, tiene que enjugarse una lágrima, XVII, 291 á 327.
Argos (Ἄργος): Ciudad y comarca griegas. La palabra Ἄργος tiene en la Odisea las siguientes acepciones:
1) Ciudad donde imperaba Diomedes, III, 180; XXI, 108.
2) El reino de Agamenón, cuya capital era Micenas, III, 251, 263; IV, 174, 562; XV, 224.
3) El Peloponeso, principalmente para oponerlo á la Hélade, I, 344; IV, 726, 816; XV, 80, 239, 274; XVIII, 246.
4) Toda la Grecia, IV, 99; XXIV, 37.
Argos (Ἀργώ): Nave en la cual Jasón y sus compañeros (llamados por este motivo argonautas) fueron á la Cólquide para conquistar el vellocino de oro. Fué la única que pasó junto á las peñas Erráticas sin recibir daño, gracias á la protección de Juno, XII, 69 á 72.
Ariadna (Ἀριάδνη): Hija de Minos, rey de Creta. Teseo se la llevó de Creta y Diana la mató en Día, por la acusación de Baco, XI, 321 á 325.
Aribante (Ἀρύβας): Varón sidonio muy rico, padre de la mujer que era esclava en la casa del rey Ctesio Orménida y se fué en la nave de unos marineros fenicios llevándose á Eumeo, hijo del soberano, XV, 426.
Arneo (Ἀρναῖος): Mendigo de Ítaca, llamado por sobrenombre Iro, XVIII, 5. (Véase Iro.)
Artacia (Ἀρτακίη): Fuente situada junto á la ciudad de los lestrigones, X, 108.
Asfalión (Ἀσφαλίων): Criado de Menelao, IV, 216.
Asopo (Ἀσωπός): Padre de Antíope y abuelo de Anfión y de Zeto, XI, 260 á 262.
Ásteris (Ἀστερίς): Isleta situada entre Ítaca y Same. Cerca de la misma se pusieron en emboscada los pretendientes para matar á Telémaco, IV, 844 á 847.
Atenas (Ἀθήνη y Ἀθῆναι): Capital del Ática. Al arribar Menelao al promontorio Sunio, cerca de Atenas, Apolo mató al piloto Frontis, III, 278 á 282; Orestes fué de Atenas á Micenas y en esta última ciudad mató á Egisto, III, 306 á 309; Minerva, después de hablar con Ulises en el país de los feacios se va á Maratón y á Atenas, VII, 78 á 80; Teseo llevóse á Ariadna de Creta á Atenas, XI, 321 á 323.
Atlante (Ἄτλας): Padre de Calipso. Conoce las profundidades del ponto y sostiene las columnas que separan la tierra y el cielo, I, 52 á 54; VII, 245.
Atreo (Ἀτρεύς): Héroe griego, hijo de Pélope y de Hipodamia, padre de Agamenón y de Menelao; IV, 462, 543; Júpiter aborreció el linaje de Atreo á causa de la perfidia de las mujeres, XI, 436 á 438.
Atrida (Ἀτρείδης): Hijo de Atreo. Nombre patronímico de Agamenón y de Menelao, I, 35, 40; III, 136, 193, 257, 268, 277, 304; IV, 51, 156, 185, 190, 235, 291, 304, 316, 492, 536, 594; V, 307; IX, 263; XI, 397, 463; XIII, 383, 424; XIV, 470; XV, 64, 87, 102, 147; XVII, 104, 116, 147; XIX, 183; XXIV, 20, 24, 35, 102, 105, 121, 191.
Aurora (Ἠώς): Diosa, hija de Hiperión y de Eurifaesa, hermana del Sol y de la Luna, y esposa de Titón. Es la personificación de la luz sonrosada que precede á la salida del Sol. La palabra Ἠώς tiene en Homero uno de estos cuatro significados:
1) La aurora, II, 1, 434; III, 404, 491; IV, 194, 306, 407, 431, 576; V, 1, 228; VI, 31, 48; VII, 222; VIII, 1; IX, 151, 152, 170, 306, 307, 436, 437, 560; X, 187, 541; XI, 375; XII, 7, 8, 24, 142, 316; XIII, 18, 94; XIV, 266, 502; XV, 50, 56, 189, 396, 495; XVI, 2, 270, 368; XVII, 1, 435, 497; XVIII, 318; XIX, 50, 319, 342, 428; XX, 91; XXIII, 241.
2) La mañana, VII, 288; IX, 56.
4) El oriente, IX, 26; X, 190; XIII, 240.
5) La diosa Aurora, que fué madre de Memnón, el que mató á Antíloco, IV, 187 y 188. Levántase del lecho, dejando á Titón, para alumbrar á los inmortales y á los mortales, V, 1 y 2; arrebató á Orión, á quien mató en Ortigia la casta Diana, V, 121 á 124; lleva hermosas trenzas, V, 390; IX, 76; X, 144; su mansión y sus danzas se hallan en la isla Eea, XII, 3 y 4; arrebató á Clito por su hermosura, XV, 250 y 251; en la noche que siguió á la matanza de los pretendientes, Minerva la detuvo, no dejando que unciera los caballos de su carro, Lampo y Faetonte, hasta que Ulises y Penélope se hubieron recreado y dormido, XXIII, 242 á 246.
Autólico (Αὐτόλυκος): Padre de Anticlea y, por tanto, abuelo materno de Ulises, XI, 85. Descollaba entre los hombres en hurtar y jurar, puso el nombre á Ulises, y, cuando éste fué á su casa, mandó aparejar un banquete, curóle la herida que recibió yendo á cazar con los hijos del mismo, y lo despidió alegremente después de regalarle muchas y espléndidas cosas, XIX, 394 á 466; XXI, 220; XXIV, 334.
Autónoe (Αὐτονόη): Una de las criadas de Penélope, XVIII, 182.
Ayax (Αἴας):
1) Caudillo griego, hijo de Telamón y nieto de Éaco. Era el más excelente de los dánaos, por su cuerpo y por su gallardía, después de Aquiles, XI, 468 y 469, 550 y 551; XXIV, 17 y 18; en el Orco sigue enojado con Ulises, que le había vencido en el certamen en que se adjudicaron las armas de Aquiles; y, cuando aquel héroe le habla con suaves palabras, se retira sin contestarle, 543 á 564.
2) Caudillo griego, hijo de Oileo. Al volver de Troya, acercólo Neptuno á las rocas llamadas Giras; pero dijo soberbiamente que aun á despecho de los dioses escaparía del mar, y Neptuno partió la roca, cayó ésta en el piélago y se llevó el héroe al undoso ponto, IV, 499 á 511.
Baco (Διόνυσος; y Διώνυσος): Dios, hijo de Júpiter y de Semele. Por su acusación mató Diana á Ariadna en la isla de Día, XI, 324 y 325; había dado á Tetis el ánfora, obra de Vulcano, en que se guardaron las cenizas de Aquiles y de Patroclo, XXIV, 74 á 77.
Boetida (Βοηθοίδης): Hijo de Boétoo. Nombre patronímico de Eteoneo, criado de Menelao, IV, 31; XV, 95, 140.
Bootes (Βοώτης = boyero): Constelación boreal cuya estrella principal es Arturo, V, 272.
Bóreas (Βορέας): Viento norte. Nace en el éter, levanta grandes olas y sopla, con el Euro y el Céfiro, en la tempestad que suscita Neptuno contra Ulises, V, 295 y 296; como el Bóreas arrastra por el suelo unos vilanos, así los vientos juegan con Ulises en el piélago, V, 328 á 332; el Bóreas quiebra las olas cuando Minerva pone fin á la tempestad, V, 385; cuando Ulises y los suyos desamparan el país de los cícones, Júpiter suscita contra las naves el viento Bóreas, el cual, junto con la corriente, las desvía del cabo de Malea y las hace vagar lejos de Citera, IX, 67, 81; dice Circe á Ulises que en el viaje al Orco el soplo del Bóreas conducirá la nave, X, 507; mira al Bóreas una de las puertas del antro que hay junto al puerto de Ítaca, XIII, 110; en el fingido relato que hace Ulises á Eumeo, dice que la nave en que estaba embarcado corría al soplo del Bóreas cuando Júpiter meditaba cómo la llevaría á la perdición, XIV, 299 y 300; cuenta Ulises en el mismo relato que, estando emboscado con otros junto á Troya, sobrevino una noche glacial porque el Bóreas soplaba y caían copos de nieve menudos y fríos, XIV, 472 á 477; el porquerizo se acuesta en la concavidad de una peña, al abrigo del Bóreas, XIV, 533; en el fingido relato que Ulises hace de sus aventuras á Penélope, antes de darse á conocer, dice que los aqueos se quedaron en Creta doce días á causa del fuerte Bóreas que no dejaba que nadie permaneciese firme ni aún en la tierra, XIX, 199 á 201.
Cadmo (Κάδμος): Fundador de Tebas, hijo de Agenor y padre de Semele y de Ino, V, 333.
Calipso (Καλυψώ): Deidad, hija de Atlante, que vive en la isla Ogigia. Retiene á Ulises embelesándole con dulces palabras para que olvide Ítaca, I, 51 á 57; VI, 13 á 15; propone Minerva á Júpiter que, por medio de Mercurio, se participe á Calipso la resolución que han tomado los dioses acerca del regreso de Ulises, I, 84 á 87; encarga Júpiter á Mercurio que manifieste á Calipso esta resolución, V, 28 á 32; llega Mercurio á la isla Ogigia y á la gruta de Calipso, que le ofrece los dones de la hospitalidad, V, 43 á 93; al oir Calipso la orden de Júpiter, llama á los dioses malignos y celosos porque envidian á las diosas cuando yacen con algún mortal, y dice que Ulises puede partir, pero que ella no lo despedirá porque no dispone de naves ni de marineros, V, 94 á 145; Calipso va á encontrar á Ulises, le dice que ya dejará que se vaya, le jura que no maquina nada contra él, come en compañía de Ulises, duermen, y al día siguiente Calipso lleva al héroe á un bosque para que construya una balsa, y le da lienzo para las velas, y cuatro días después lo despide, V, 149 á 270; Ulises cuenta á la reina Arete cómo llegó á la isla Ogigia y estuvo siete años con Calipso, VII, 253 á 260; Ulises no había podido cuidar de su persona desde que partió de la gruta de Calipso, donde fué siempre atendido como un dios, VIII, 451 á 453; dice Ulises á Alcínoo que Calipso deseaba hacerle su esposo, pero no logró persuadirle, IX, 29 y 30; refiere Ulises al mismo rey cómo, después de diez días de vagar por el mar, llegó á la isla Ogigia y Calipso lo acogió amistosamente, XII, 447 á 450; cuenta Ulises á Penélope cómo llegó á la isla Ogigia y cómo Calipso le ofreció la inmortalidad para que fuera su esposo, XXIII, 333 á 337.
Campos Elíseos (Ἠλύσιον πεδίον): Región situada en un extremo de la tierra, donde se halla Radamanto y se vive dichosamente. Dice Proteo á Menelao que no morirá en Argos, sino que será trasladado á los Campos Elíseos por ser yerno de Júpiter, IV, 560 á 569.
Caribdis (Χάρυβδις): Monstruo marino que reside en un escollo, á un lado del estrecho de Mesina, frente á Escila. Todos los días sorbe tres veces el agua del mar y otras tantas la echa fuera, XII, 101 á 106; pregunta Ulises á Circe si, en el caso de librarse de Caribdis, podrá escapar de Escila, XII, 112 á 114; al oir el estruendo producido por el agua que sorbe Caribdis, los compañeros de Ulises se espantan y sueltan los remos, XII, 201 á 205; pasan Ulises y los suyos entre Escila y Caribdis, oyen el murmurio que ésta hace al sorber el agua, y mientras tanto Escila les arrebata seis hombres, XII, 234 á 246; después de escapar de Escila y de Caribdis, Ulises y los suyos llegan á la isla de Trinacria, XII, 260 á 262; después que Júpiter destruye la nave de Ulises, el viento Céfiro lleva nuevamente al héroe, que se ha sentado sobre el mástil y la quilla, á la perniciosa Caribdis cuando está sorbiendo el agua del mar, XII, 426 á 431; Ulises, al llegar al escollo de Caribdis, se lanza al cabrahigo y se mantiene asido de este árbol hasta que Caribdis devuelve el mástil y la quilla, XII, 432 á 441; Ulises refiere á Penélope cómo llegó á los escollos de Escila y Caribdis, XXIII, 327 y 328.
Casandra (Κασσάνδρη): Hija de Príamo, hermosísima, que después de la toma de Troya fué asignada como esclava á Agamenón. En el Orco refiere Agamenón á Ulises que oyó la voz de Casandra cuando la estaba matando Clitemnestra, y que él, ya en tierra y moribundo, alzaba los brazos para asirle la espada, XI, 421 á 424.
Cástor (Κάστωρ): Hijo de Tíndaro y de Leda, hermano de Pólux y de Helena (la denominación de Dioscuros que se da á Cástor y Pólux, suponiendo que fueron hijos de Júpiter y de Leda, es posterior á Homero), XI, 298 á 300. Á Cástor y Pólux los honra Júpiter debajo de la tierra; ambos disfrutan honores de dioses y viven y mueren alternativamente, pues el día que vive el uno muere el otro y viceversa, XI, 301 á 304.
Céfiro (Ζέφυρος): Viento que sopla de la parte occidental. Sopla constantemente en los Campos Elíseos, IV, 567; esparce la nieve que luego funde el Euro, XIX, 205 y 206.
Ceres (Δημήτηρ): Diosa, hija de Saturno y de Rea. Cediendo á su amor por Yasión, ayuntóse con él en un campo noval; y Júpiter mató al héroe con el ardiente rayo, V, 125 á 128.
Circe (Κίρκη): Deidad, hija del Sol y de Perse, y hermana de Eetes, que mora en la isla Eea, X, 135 á 139. Ulises echa al arca donde están lo regalos de los feacios un nudo que le había enseñado á hacer la veneranda Circe, VIII, 446 á 448; dice Ulises á Alcínoo que Circe le acogió y deseó tomarlo por marido, sin que lograra persuadirle, IX, 31 á 33; Ulises y los suyos llegaron á la isla Eea, donde moraba Circe, X, 135; los compañeros á quienes envió Ulises, descubrieron el palacio de Circe en un valle; en torno del mismo había lobos y leones amansados; y Circe cantaba y labraba una gran tela, X, 203 á 225; los compañeros de Ulises llamaron á Circe y ésta los hizo entrar, les dió un potaje con ciertas drogas, los transformó en cerdos, tocándolos con la varita, y los encerró en pocilgas, X, 229 á 243; Ulises encaminóse al palacio de Circe, y Mercurio le salió al encuentro, le entregó una planta para que Circe no lo encantara, y le dijo cómo debía portarse con la ninfa, X, 274 á 307; Ulises entró en el palacio, Circe trató inútilmente de encantarlo, le ofreció compartir el lecho y, después de mandarlo lavar por las esclavas, invitóle á comer, X, 308 á 374; á petición de Ulises, devolvió Circe á los compañeros de éste su primitiva figura, X, 375 á 400; volvió Ulises al bajel, se llevó los demás compañeros al palacio de Circe, á pesar de la oposición de Euríloco, X, 406 á 448, y hallaron á los otros, á quienes Circe había lavado y ungido, celebrando alegre banquete; y Circe les incitó á comer y á beber hasta que recobraran su antiguo ánimo, X, 449 á 465; quedáronse Ulises y los suyos un año entero con Circe, y, cuando el héroe deseó partir, díjole la ninfa que había de hacer un viaje al Orco para consultar á Tiresias y le instruyó acerca del mismo, X, 467 á 540; vistiéronse Circe y Ulises, y éste dijo á sus compañeros que ya la ninfa les aconsejaba que partiesen, X, 542 á 550; Elpénor cayó del techo del palacio de Circe y se mató, X, 551 á 560; Ulises participó á sus compañeros que Circe le había dicho que tenían que hacer un viaje al Orco, X, 562 á 565; Circe ató á la nave de Ulises un carnero y una oveja negra, sin ser vista por nadie, X, 569 á 574; al volver del Orco, Ulises envió algunos compañeros á la morada de Circe para que le trajeran el cadáver de Elpénor, XII, 8 á 10; Circe acudió á la playa, dió á Ulises y los suyos carne y vino, preguntó al héroe cuanto le había ocurrido en el Orco y le dijo luego lo que le había de suceder hasta que dejara la isla de Trinacria, XII, 33 á 141; refiere Ulises á Penélope los engaños y mañas de Circe, XXIII, 321.
Citera (Κύθηρα): Isla cercana á la costa de Laconia y ciudad de la misma muy célebre por su templo de Venus, IX, 81.
Citerea (Κυθέρεια): De Citera. Epíteto de Venus, VIII, 288; XVIII, 193.
Clímene (Κλυμένη): Esposa de Fílaco y madre de Ificlo. Ulises ve su sombra en el Orco, XI, 326.
Clímeno (Κλύμενος): Rey de los minios y padre de Eurídice, la esposa de Néstor, III, 452.
Clitemnestra (Κλυταιμνήστρη): Hija de Tíndaro y de Leda, hermana de Helena y mujer de Agamenón. Fué seducida por Egisto, con quien reinó siete años después del asesinato de Agamenón, y murió á manos de su hijo Orestes, que luego dió á los argivos el banquete fúnebre, III, 263 á 310; mató por su propia mano á Casandra, mientras morían Agamenón y los demás asistentes al banquete, y salió de la sala sin dignarse cerrar los ojos y la boca de su marido, XI, 410 á 426.
Clítida (Κλυτίδης): Hijo de Clitio. Nombre patronímico de Pireo, XV, 540.
Clitio (Κλυτίος): Itacense, hijo de Alcmeón y padre de Pireo. Á su casa transportan los compañeros de Telémaco, al llegar á Ítaca, los regalos que éste había recibido de Menelao, XVI, 327.
Clito (Κλεῖτος): Hijo de Mantio. Fué arrebatado por la Aurora, á causa de su belleza, XV, 249 á 251.
Clitoneo (Κλυτόνηος): Uno de los jóvenes feacios que toman parte en los juegos celebrados ante Ulises; vence á todos los demás en la carrera, VIII, 119, 123.
Cloris (Χλῶρις): Hija hermosísima de Anfión, esposa de Neleo y madre de Néstor, de Cromio y de Periclímeno, XI, 281 á 286.
Cnoso (Κνωσός): Ciudad de la isla de Creta, XIX, 178.
Cocito (Κωκυτός): Río del Orco, que desemboca en el Aqueronte, X, 514.
Crateis (Κραταιΐς): Madre de Escila, XII, 124 y 125.
Creonte (Κρείων): Rey de Tebas; padre de Megara, XI, 269.
Creta (Κρήτη y Κρῆται): La mayor de las islas griegas, III, 191, 291; XI, 323; XIII, 260; XIV, 199, 252, 300, 301; XVI, 62; XVII, 235; XIX, 172, 186, 338.
Creteo (Κρηθεύς): Hijo de Éolo y esposo de Tiro, de la cual tuvo á Esón, á Feres y á Amitaón, XI, 235 á 259.
Cromio (Χρομίος): Hijo de Neleo y de Cloris, y hermano de Néstor y de Periclímeno, XI, 286.
Crunos (Κρουνοί): Fuente y región de Élide, XV, 295.
Ctesio (Κτήσιος): Hijo de Órmeno y padre de Eumeo. Era rey de la isla Siria, XV, 414.
Ctesipo (Κτήσιππος): Uno de los pretendientes de Penélope, que tenía su casa en Same y era señor de posesiones inmensas, XX, 287 á 290. Dice que quiere ofrecer al huésped (Ulises) un don hospitalario, le tira á la cabeza una pata de buey, y es reprendido por Telémaco, XX, 292 á 308; en la escena de la matanza, logra rasguñar con su pica el hombro de Eumeo, XXII, 279 y 280, y muere herido por Filetio, que se burla de él diciendo que acepte este don hospitalario á cambio de la pata de buey que había dado á Ulises, XXII, 285 á 291.
Ctímene (Κτιμένη): Hija de Laertes y hermana de Ulises; casáronla en Same, XV, 362 á 367.
Cuervo (Κόραξ): Nombre de una roca cercana á la fuente de Aretusa, en los alrededores de Ítaca. Dice Minerva á Ulises que junto á ella hallará á Eumeo con los puercos, XIII, 407 á 410.
Chipre (Κύπρος): Isla consagrada á Venus, IV, 83; VIII, 362; XVII, 442, 443, 448.
Damastórida (Δαμαστορίδης): Hijo de Damástor. Nombre patronímico de Agelao, XX, 321; XXII, 212, 241, 293.
Deífobo (Δηίφοβος): Valeroso hijo de Príamo. Iba con Helena cuando ésta, andando alrededor del caballo de madera, llamó á los caudillos que estaban dentro, con la fingida voz de sus esposas, IV, 276 á 279; en la toma de Troya, Ulises y Menelao se encaminaron á la casa de Deífobo, y allí sostuvieron un horrible combate, VIII, 517 á 520.
Delos (Δῆλος): Isla en que nació Apolo. Junto al altar de Apolo vió Ulises un admirable retoño de palmera (con el cual compara á Nausícaa), cuando llegó á aquella isla en su ida á Troya, VI, 162 á 165.
Demódoco (Δημόδοκος): Aedo ciego que vivía en la ciudad de los feacios. Manda Alcínoo que vayan por él para que cante durante el festín, VIII, 43 á 45; comparece guiado por un heraldo, come, y canta luego la disputa de Ulises y Aquiles en presencia de Agamenón, VIII, 62 á 82; encamínase, guiado por el heraldo, al ágora donde han de celebrarse los juegos, VIII, 106 á 108; tráenle la cítara por orden de Alcínoo, para que los mancebos bailen, y canta los amores de Marte y Venus: cómo se ayuntaron, cómo Vulcano los aprisionó en sus lazos y cómo los soltó mediante la caución prestada por Neptuno en favor de Marte, VIII, 255 á 366; comparece, guiado por el heraldo, en la cena que se celebra el mismo día; es obsequiado por Ulises y, á petición de éste, canta la fingida retirada de los griegos, la introducción del caballo de madera en la ciudad y la destrucción de Troya, VIII, 471 á 520; cesa de cantar porque teme Alcínoo que lo que relata no agrade al huésped, al ver como éste derrama lágrimas, VIII, 537; canta nuevamente en el banquete que dan los feacios á Ulises, antes que éste parta á Ítaca, XIII, 27 y 28.
Demoptólemo (Δημοπτόλεμος): Uno de los pretendientes de Penélope. Concita á los demás pretendientes en su lucha con Ulises, XXII, 242; y muere, herido por la lanza de este héroe, XXII, 266.
Deucalión (Δευκαλίων): Nieto de Júpiter, hijo de Minos y padre de Idomeneo. Cuando Ulises habla con su esposa, antes de darse á conocer, dice fingidamente que es Etón, hijo de Deucalión y hermano de Idomeneo, XIX, 178 á 184.
Día (Δίη): Isla que luego se llamó Naxos y estaba consagrada á Baco. En ella mató Diana á Ariadna, cuando Teseo se la llevaba á Atenas, XI, 321 á 325.
Diana (Ἄρτεμις): Diosa, hija de Júpiter y de Latona. Helena, al salir de su estancia, se parece á Diana, IV, 122; la diosa mató con sus dulces flechas á Orión, el amante de la Aurora, V, 121 á 124; Nausícaa sobresale entre las esclavas como Diana entre las ninfas cuando persigue á los jabalíes ó á los ciervos, VI, 102 á 109; Ulises, al presentarse á Nausícaa, la compara á Diana, VI, 150 á 152; en el Orco pregunta Ulises á su madre si la mató Diana con sus suaves flechas, XI, 171 á 173; Diana mató á Ariadna en Día por la acusación de Baco, XI, 324 y 325; junto con Apolo, mata las generaciones que envejecen en la isla Siria, XV, 409 á 411; mató á la fenicia que se había llevado á Eumeo del palacio de su padre, XV, 478; Penélope se parece á Diana ó á Venus, cuando sale de su cuarto y abraza y besa á Telémaco, recién llegado de Pilos, XVII, 36 á 40; y cuando sale para hablar con el mendigo (Ulises), XIX, 53 y 54; desea Penélope que Diana le mande en seguida una dulce muerte, XVIII, 202 á 205; XX, 60 á 63, 80; Diana dió á las hijas de Pandáreo buena estatura, XX, 71.
Dimante (Δύμας): Célebre marino feacio. Minerva toma el aspecto de la hija del mismo, para hablarle en sueños á Nausícaa, VI, 22.
Diocles (Διοκλῆς): Rey de Feras, hijo de Orsíloco, descendiente del Alfeo, y padre de Cretón y de Orsíloco. En su casa reciben hospitalidad y pasan la noche Telémaco y Pisístrato al ir á Esparta y al volver de ella, III, 488 á 490; XV, 186 á 188.
Diomedes (Διομήδης): Rey de Argos, hijo de Tideo y nieto de Eneo. Al cuarto día de haber partido de Troya, llegó á Argos con todas sus naves, III, 167 á 182.
Dioniso (Διόνυσος y Διώνυσος): Uno de los nombres del dios Baco (Véase Baco).
Dmétor (Δμήτωρ): Nombre fingido por Ulises de un rey de Chipre, al cual habrían mandado los egipcios el héroe, según la relación que hace éste de sus aventuras á Antínoo, XVII, 442 y 443.
Dodona (Δωδώνη): Ciudad de Tesprocia, célebre por su oráculo de Júpiter. En los fingidos relatos que de sus aventuras hace Ulises á Eumeo y á Penélope, antes de darse á conocer, cuenta que Fidón, rey de los tesprotos, le había dicho que Ulises estaba en Dodona para consultar la voluntad de Júpiter acerca de si debía volver á su patria manifiesta ó encubiertamente, XIV, 327 á 330; XIX, 296 á 299.
Dolio (Δολίος):
1) Esclavo de Penélope, encargado del cultivo del huerto. Manda Penélope que llamen á Dolio para que refiera á Laertes la trama de los pretendientes contra Telémaco, IV, 735 á 741; Ulises no halla á Dolio en el huerto porque había salido, junto con sus hijos, á coger espinos para un seto, XXIV, 222 á 225; cuando Ulises y los suyos están comiendo en casa de Laertes, llega Dolio con sus hijos, saludan á aquél y se sientan á la mesa, después de preguntar Dolio si Penélope está enterada del regreso de su esposo, XXIV, 384 á 411; sale de la casa uno de los hijos de Dolio para observar si los itacenses van á acometerlos con motivo de la matanza de los pretendientes; y, al ver que los enemigos están cerca, ármanse Dolio y sus seis hijos á fin de pelear al lado de Ulises y los suyos, XXIV, 492 á 499.
2) Padre de Melantio y de Melanto, pastor y criada de Penélope respectivamente, XVII, 212; XVIII, 321 á 323; XXII, 159.
Duliquio (Δουλίχιον): Isla del mar Jónico. Todos los próceres de esta isla pretenden á Penélope, I, 245 á 248; XVI, 122 á 125; está cerca de Ítaca, IX, 22 á 24; á ella finge Ulises que le envió el rey de los tesprotos, en las conversaciones que, antes de darse á conocer, tiene con Eumeo y con Penélope, y dice que á ella quiere ir, XIV, 335, 397; XIX, 292; de ella proceden veintidós pretendientes de Penélope, XVI, 247 y 248; de ella es natural Anfínomo, el pretendiente más grato á Penélope, XVI, 396.
Eácida (Αἰακίδης): Descendiente de Éaco. Nombre patronímico de Aquiles, su nieto, XI, 471, 538.
Edipo (Οἰδιπόδης): Rey de Tebas, hijo de Layo y de Epicasta ó Yocasta. Mató á su padre y se casó con su madre, sin conocerlos; cuando los dioses descubrieron lo que había ocurrido, Epicasta se ahorcó y Edipo siguió reinando sobre los cadmeos, XI, 271 á 280.
Eea (Αἰαίη): de Ea. Epíteto de Circe, IX, 32; XII, 268 y 273; y de su isla, X, 153; XI, 70; XII, 3.
Eetes (Αἰήτης): Rey de la Cólquide, hijo del Sol y hermano de Circe, X, 137; XII, 70.
Efialtes (Ἐφιάλτης): Hijo de Ifimedia y de Aloeo ó de Neptuno. Él y su hermano Oto fueron los hombres más altos de su tiempo, si se exceptúa á Orión; amenazaron á los dioses; y quisieron poner encima del Olimpo el Osa y arriba el Pelión para escalar el cielo, y lo hubieran conseguido si Júpiter no les hubiese dado muerte, XI, 305 á 320.
Éfira (Ἐφύρη): Ciudad de Tesprocia, I, 259; II, 328.
Egas (Αἰγαί): Ciudad de Acaya, donde se daba culto á Neptuno. Allí tiene este dios una ínclita morada, V, 381.
Egiptio (Αἰγύπτιος): Anciano de Ítaca, padre de Ántifo, de Eurínomo y de otros dos hijos. Arenga á los itacenses, pregunta quién ha convocado el ágora y hace votos para que, quienquiera que sea, consiga su objeto, lo cual toma Telémaco por un favorable presagio, II, 15 á 35.
Egipto (Αἴγυπτος):
1) País del África. Produce muchas drogas, unas saludables y otras nocivas; y sus habitantes son médicos ilustres porque descienden de Peón, IV, 229 á 232; Antínoo amenaza á Ulises, que está transformado en un mendigo, con mandarlo á Egipto, XVII, 448; una de las más ricas ciudades de Egipto era Tebas, IV, 127.
2) El río Nilo, III, 300; IV, 351, 355, 477, 483, 581; XIV, 246, 257, 258, 275; XVII, 426 y 427.
Egisto (Αἴγισθος): Hijo de Tiestes. Sedujo á Clitemnestra y, al volver Agamenón, lo mató traidoramente en un banquete con todos los comensales; reinó luego siete años en Micenas y matólo Orestes, hijo de Agamenón, I, 29 á 47, 298 á 300; III, 193 á 198, 234 y 235, 249 á 275, 303 á 310; IV, 517 á 537; XI, 387 á 434; XXIV, 22 y 95 á 97.
Élato (Ἔλατος): Uno de los pretendientes de Penélope. Fué muerto por la lanza que le arrojó el porquerizo, XXII, 267.
Elatreo (Ἐλατρεύς): Uno de los jóvenes feacios que toman parte en los juegos celebrados ante Ulises, VIII, 111; descuella sobre todos los demás en tirar el disco, VIII, 129.
Élide (Ἦλις): Región del Peloponeso, IV, 635; XIII, 275; XV, 298; XXI, 347; XXIV, 431.
Elpénor (Ἐλπήνωρ): Fué uno de los compañeros de Ulises. En el último día que pasaron Ulises y los suyos en el palacio de Circe, Elpénor, que se había acostado en la azotea después de beber mucho, cayó desde el techo y se mató, X, 552 á 560; cuando Ulises llegó al Orco, apareciósele el alma de Elpénor y le pidió que quemase su cadáver y le erigiese un túmulo, XI, 51 á 78, lo que el héroe hizo puntualmente al volver á la isla de Circe, XII, 8 á 15.
Enipeo (Ἐνιπεύς): Río de Tesalia. Tiro se enamoró de él, y Neptuno tomó su figura para unirse con aquélla, que luego parió á Pelias y á Neleo, XI, 235 á 257.
Énope (Οἴνωψ): Padre del arúspice Liodes que era uno de los pretendientes de Penélope, XXI, 144.
Eolia (Αἰολίη): Isla donde vivía Éolo, rey de los vientos, X, 1 y 55.
Eólida (Αἰολίδης): Hijo de Éolo. Nombre patronímico de Creteo, el esposo de Tiro, XI, 237.
Éolo (Αἴολος):
1) Padre de Creteo, XI, 237.
2) Hijo de Hipotes. Moraba en la isla Eolia, X, 1, 2, 57; tenía seis hijos y seis hijas, X, 5, 13; acogió cordialmente á Ulises, le dió hospitalidad por espacio de un mes y, al despedirle, le entregó un pellejo en que estaban encerrados todos los vientos á excepción del Céfiro, X, 14 á 26; XXIII, 312 á 315; los compañeros de Ulises abrieron el pellejo, escapáronse los vientos que promovieron una gran tempestad, volvieron las naves á la isla de Éolo y éste arrojó de la isla á Ulises y los suyos, X, 37 á 76.
Epeo (Ἐπειός): Griego, hijo de Panopeo. Construyó, por consejo de Minerva, el caballo de madera en que debían encerrarse los caudillos griegos para asolar á Troya, VIII, 493 á 495; XI, 523.
Epérito (Ἐπήριτος): Nombre que se da á sí propio Ulises en el fingido relato que hace á Laertes, antes de darse á conocer, XXIV, 306.
Epicasta (Ἐπικάστη): Madre y esposa de Edipo (llamada también Yocasta); la cual, al descubrir el incesto que involuntariamente había cometido, se ahorcó atando un lazo al elevado techo, XI, 271 á 281.
Equefrón (Ἐχέφρων): Hijo de Néstor, III, 413; juntamente con su hermano Estratio trae la novilla que ha de inmolarse en el sacrificio á Minerva, III, 439.
Equeneo (Ἐχένηος): Anciano héroe feacio. Exhorta á Alcínoo, cuando Ulises se le presenta, á que lo acoja y mande que le den de comer, VII, 155 á 166; aconseja á los demás feacios que cumplan lo dispuesto por Arete, XI, 342 á 346.
Équeto (Ἔχετος): Rey de Epiro, famoso por su crueldad. Antínoo amenaza á Iro, si lo vence el otro mendigo (Ulises), con llevarlo al rey Équeto, plaga de todos los mortales, XVIII, 83 á 87; los pretendientes le dicen las mismas palabras después de la victoria de Ulises, XVIII, 115 y 116; Antínoo hace igual amenaza á Ulises, si llega á tender el arco en el certamen de los pretendientes, XXI, 307 á 309.
Érebo (Ἔρεβος): Región obscura debajo de la tierra, que da ingreso al Tártaro, X, 528; XI, 37, 564; XII, 81.
Erecteo (Ἐρεχθεύς): Antiguo rey de Atenas, que nació de la Tierra y fué criado por Minerva. Esta diosa, después de mostrar á Ulises el palacio de Alcínoo, se va al templo construído en Atenas por Erecteo, VII, 78 á 81.
Eretmeo (Ἐρετμεύς): Uno de los jóvenes feacios que toman parte en los juegos celebrados ante Ulises, VIII, 112.
Erifile (Ἐριφύλη): Esposa de Anfiarao, que por el oro traicionó á su marido. Ulises ve su sombra en el Orco, XI, 325 y 326; XV, 247.
Erimanto (Ἐρύμανθος): Monte de Arcadia, VI, 103.
Erráticas (Πλαγκταί): Peñas llamadas así por los inmortales dioses. Están al lado opuesto de Escila y Caribdis. Dijo Circe á Ulises que se hallaban las peñas Erráticas más allá de la isla de las Sirenas; que, al pasar por ellas las palomas que llevan la ambrosía á Júpiter, la peña arrebata á una y el dios manda otra para completar el número; y que en las mismas padecen naufragio todas las embarcaciones, habiéndose salvado tan sólo la nave Argos, gracias á Juno, XII, 59 á 72; cuenta Ulises á Penélope cómo llegó á las peñas Erráticas, XXIII, 327.
Escila (Σκύλλη): Hija de Crateis. Monstruo de doce pies y seis cabezas que reside en una gruta, sobre el mar y enfrente de Caribdis. Ladra como una perrita, pesca delfines y monstruos marinos, y arrebata los hombres de las naves que se ponen á su alcance, XII, 85 á 100; preguntó Ulises á Circe si, en el caso de librarse de Caribdis, podría defenderse de Escila; y la ninfa le respondió que contra ella no hay más defensa que la huída y le aconsejó que cuando pasara cerca de la misma invocase á Crateis, XII, 112 á 126; Ulises no les habla de Escila á sus compañeros, para que no dejen de remar; y, cuando se acercan al escollo, se arma y sube al tablado de proa por creer que desde allí verá primeramente al monstruo, XII, 223 á 231; mientras Ulises y los suyos contemplan cómo Caribdis sorbe las olas, Escila les arrebata seis compañeros, XII, 234 á 262; después que Júpiter le hiende la nave con el rayo, Ulises es llevado por el Céfiro al escollo de Escila y á la horrenda Caribdis, pero la primera no le ve y el héroe puede librarse de una terrible muerte, XII, 426 á 446; Ulises refiere á Penélope cómo llegó á la roca de Escila, XXIII, 328.
Esciro (Σκῦρος): Isla del mar Egeo y ciudad de la misma. Ulises condujo á Neoptólemo, hijo de Aquiles, desde Esciro al campamento de los aqueos, XI, 509.
Esón (Αἴσων): Hijo de Creteo y de Tiro, y padre de Jasón, XI, 259.
Esparta (Σπάρτη); Capital de Laconia, una de las ciudades predilectas de Juno. Telémaco va á Esparta para que Menelao le dé noticias de Ulises, I, 93, 285; II, 214, 327, 359; IV, 10; XI, 460; XIII, 412.
Esqueria (Σχερίη): Isla de los feacios, puramente fabulosa y situada, según Homero, hacia el Occidente, V, 34; VI, 8; VII, 79; XIII, 160.
Estigia (Στύξ): Laguna del Orco, por cuya agua juraban los dioses, V, 185; X, 514.
Estratio (Στρατίος): Hijo de Néstor, III, 413. Estratio y su hermano Equefrón traen la novilla que Néstor sacrifica á Minerva, III, 439.
Eteoneo (Ἐτεωνεύς): Criado de Menelao é hijo de Boétoo. Da noticia á Menelao de la llegada de Telémaco y Pisístrato, y luego, ayudado por otros servidores, desunce el carro é introduce á los huéspedes, IV, 20 á 43; comparece temprano en el palacio y, por orden de Menelao, enciende fuego y asa carne, XV, 95 á 98.
Etón (Αἴθων): Nombre fingido que se da Ulises cuando, transfigurado en mendigo, refiere á Penélope sus supuestas aventuras, XIX, 183.
Eubea (Εὔβοια): Isla, III, 174; VIII, 321.
Eumelo (Εὔμηλος): Caudillo griego, hijo de Admeto y de Alcestes, rey de Feras (Tesalia). Estaba casado con Iftima, hermana de Penélope, IV, 797 y 798.
Eumeo (Εὔμαιος): Hijo de Ctesio Orménida. Fué robado por unos fenicios y comprado por Laertes. Es el porquerizo de Ulises y uno de sus esclavos más fieles y adictos. Cuando Ulises llega á Ítaca, Minerva le aconseja que se encamine á la cabaña del porquerizo, XIII, 404; hácelo así Ulises y halla á Eumeo en el vestíbulo de la majada que había labrado él mismo, XIV, 3 á 24; Eumeo aparta los perros que acometían á Ulises, da hospitalidad á su amo sin conocerle, sacrifica dos puercos, los asa y se los sirve; se lamenta de que los pretendientes arruinen la casa; no cree que Ulises haya de volver; pregunta al mendigo (Ulises) quién es, y éste cuenta una larga y supuesta historia, XIV, 29 á 359; conmuévese el porquero al oir el relato, pero se figura que el mendigo miente en lo que refiere de Ulises, XIV, 360 á 389; desea que lleguen los demás pastores para cenar, vienen éstos, Eumeo manda sacrificar el puerco más excelente, obsequia al mendigo con el lomo, le entrega un manto para que se abrigue durante la noche, y sale luego para acostarse junto á los cerdos, XIV, 401 á 533; cena con el mendigo (Ulises) y los pastores, y, al oir que aquél desea ir á la ciudad, procura disuadirle, y le da noticias de Laertes y de Anticlea, XV, 301 á 379; cuenta su historia, á petición del mendigo, XV, 381, 389 á 486; recibe con grandes demostraciones de alegría á Telémaco, comen todos, Eumeo presenta el mendigo á Telémaco, éste manda al porquerizo que vaya á participar á Penélope su regreso de Pilos, y Eumeo obedece en seguida, XVI, 7 á 40, 49 á 69, 130 á 156; encuentra en el camino al heraldo, llega á la presencia de Penélope, cumple el mandado y se vuelve á sus puercos, XVI, 333 á 341; llega á la majada, da cuenta del cumplimiento del encargo y refiere que ha visto que la nave de los pretendientes tornaba al puerto, XVI, 461 á 475; acompaña al mendigo (Ulises) á la ciudad, y, cuando Melantio da una coz á aquél, invoca á las ninfas y á Júpiter para que vuelva Ulises y castigue la petulancia del cabrero, XVII, 199 á 246; al llegar al palacio del rey, conviene con el mendigo (Ulises) que él entrará primero, le pasa inadvertida una lágrima que vierte Ulises al ver el perro Argos, le refiere cuán hábil era éste para la caza, y entra en el palacio, XVII, 264, 272 á 289, 305, 306, 311 á 325; contesta á Antínoo, que le increpa por haberles traído el mendigo (Ulises), 380 á 391; le manda Penélope que llame al mendigo (Ulises), y Eumeo hace el elogio de éste, va á llamarle y le lleva á Penélope la respuesta de que es mejor dejarlo para la noche, 507 á 584; se mezcla con la turba de los pretendientes, expresa á Telémaco su deseo de irse y después de cenar se vuelve á sus puercos, XVII, 589 á 605; al día siguiente lleva tres cerdos á la casa de Ulises y pregunta al mendigo (Ulises) si ya le tratan mejor en el palacio, XX, 162 á 169; suplica á los dioses que Ulises vuelva á su casa, XX, 238; le manda Penélope que presente el arco á los pretendientes y se le saltan las lágrimas, XXI, 80 á 83; sale de la casa juntamente con el boyero, Ulises se les da á conocer, ambos pastores lloran y abrazan á su amo, éste les dice cómo han de portarse, y luego vuelven á entrar en el palacio, XXI, 187 á 244; Eumeo y el boyero reciben de Telémaco sendas armaduras, y se ponen al lado de Ulises para luchar contra los pretendientes; manda Telémaco que Eumeo vaya á ver quién da armas á éstos, advierte Eumeo que el culpable es Melantio y, por orden de Ulises, él y Filetio sorprenden al cabrero, lo tiran á tierra, le retuercen hacia atrás los pies y las manos, y, atándolo con un lazo, lo suben á lo alto de una columna y vuelven al lado de Ulises, XXII, 103 á 204; Ctesipo logra rasguñar con su lanza el hombro de Eumeo, XXII, 279 y 280; después de la matanza, Eumeo, Telémaco y el boyero pasan la rasqueta por el pavimento de la sala, XXII, 454 y 455; sacan al patio las esclavas culpables y luego á Melantio á quien mutilan, XXII, 457, 474 á 480; por orden de Ulises, se levantan de la cama, toman las armas, salen al campo y Minerva los cubre con una nube, XXIII, 367 á 372; cuando Ulises y su padre entran en la casería, hallan á Telémaco, al boyero y al porquerizo ocupados en preparar la comida, XXIV, 363 y 364; cuando los itacenses van á acometerles, Eumeo viste la armadura para pelear en favor de Ulises, XXIV, 497.
Eupites (Εὐπείθης): Padre del pretendiente Antínoo, I, 383; IV, 641, 660; XVI, 363; XVII, 477; XVIII, 42, 284; XX, 270; XXI, 140, 256. Llegó á Ítaca habiendo ido en conserva de los piratas tafios á dañar á los tesprotos, por lo cual el pueblo quería matarlo y Ulises lo contuvo, XVI, 424 á 430; después de la matanza de los pretendientes arenga al pueblo para que vaya contra Ulises, logra persuadir á casi la mitad de los ciudadanos; los acaudilla y, al llegar á la casa de Laertes, es muerto por la lanza que éste le arroja, XXIV, 421 á 437, 465 á 469, 521 á 525.
Euríades (Εὐρυάδης): Uno de los pretendientes de Penélope, muerto por la lanza que le arroja Telémaco, XXII, 267.
Euríalo (Εὐρύαλος): Uno de los jóvenes feacios que tomaron parte en los juegos celebrados en presencia de Ulises, VIII, 115. Queda vencedor en la lucha, VIII, 127; aconseja á Laodamante que invite á Ulises á probarse en los juegos, VIII, 140 á 142; al oir que Ulises se excusa, le increpa diciendo que más se parece á un patrón de barco que á un atleta, VIII, 158 á 165; por orden de Alcínoo, apacigua á Ulises y le regala una espada de bronce con vaina de marfil, VIII, 396 á 405.
Euríbates (Εὐρυβάτης): Heraldo de Ulises. Era metido de hombros, de negra tez y rizado cabello, XIX, 244 á 248.
Euriclea (Εὐρύκλεια): Hija de Ops Pisenórida y esclava primero de Laertes, que la compró por veinte bueyes, y luego de Ulises á quien crió. Alumbra con teas encendidas á Telémaco cuando éste se va á acostar, I, 428 á 441; al oir que Telémaco le encarga que le aparte harina y vino, pues se va á Pilos y á Esparta, se echa á llorar, intenta disuadirle, y, no lográndolo, presta el juramento que le exige Telémaco y hace lo que éste le manda, II, 345 á 380; cuando Penélope se queja de las esclavas porque no la enteraron de la partida de Telémaco, se disculpa con el juramento y aconseja á la reina que no mande ningún aviso á Laertes, IV, 742 á 757; al volver Telémaco de su viaje, es la primera que en el palacio le sale al encuentro derramando lágrimas, XVII, 31 á 33; por encargo de Telémaco, tiene encerradas á las mujeres en sus habitaciones mientras Ulises y su hijo quitan las armas de las paredes del palacio, XIX, 14 á 30; por orden de Penélope, lava los pies á Ulises, lo reconoce por la cicatriz, quiere decírselo á la reina, Ulises se lo impide, y sale á buscar agua por haberse derramado la del lebrillo, XIX, 357 á 394, 467 á 505; cuando nació Ulises, Euriclea lo colocó en las rodillas de Autólico y le pidió que le impusiese el nombre, XIX, 401 á 404; Telémaco pregunta á Euriclea si se han cuidado del huésped (Ulises), y ella responde que Penélope mandó aparejarle una cama, pero quiso tenderse en el vestíbulo y le cubrieron con un manto, XX, 128 á 143; Euriclea da orden á las esclavas para que arreglen la casa, XX, 147 á 156; cierra las puertas de las habitaciones por orden que le da Eumeo en nombre de Telémaco, poco antes de la matanza de los pretendientes, XXI, 380 á 387; llamada por Telémaco, que cumple el encargo de Ulises, ve los cadáveres de los pretendientes y empieza á proferir gritos de júbilo, pero Ulises le impone silencio y le manda que haga venir las mujeres culpables, XXII, 391 á 434; Ulises le ordena que le traiga azufre y diga á Penélope que se presente con sus criadas y todas las siervas, XXII, 480 á 493; sube á lo alto de la casa y dice á Penélope que ya llegó Ulises y ha dado muerte á los pretendientes; al oir que la reina lo pone en duda, se ofrece en prenda; y bajan Penélope y Euriclea á la sala para ver muertos á los pretendientes y á quien los ha matado, XXIII, 1 á 84; Penélope, para saber si el huésped es Ulises, manda á Euriclea que le saque la cama afuera de la habitación y le apareje el lecho, XXIII, 177 á 180.
Euridamante (Εὐρυδάμας): Uno de los pretendientes de Penélope. Envía dos esclavos para que le traigan unos pendientes de tres piedras preciosas, que regala á Penélope, XVIII, 297 y 298; muere, herido por la lanza que le arroja Ulises, XXII, 283.
Eurídice (Εὐρυδίκη): Hija de Clímeno y esposa de Néstor. Da un grito, con sus hijas y nueras, cuando Trasimedes degüella la novilla, III, 450 á 452.
Euríloco (Εὐρύλοχος): Compañero y deudo de Ulises. Al llegar á la isla de Circe, Ulises forma con sus compañeros dos secciones mandadas respectivamente por él y por Euríloco, y decide la suerte que esta última explore el terreno y vea quiénes lo habitan; parte Euríloco con veintidós hombres, llegan al palacio de Circe y entran todos á excepción de Euríloco, que teme algún engaño y se queda fuera; y, como no ve salir á los compañeros, vuelve á la nave y cuenta á Ulises lo que ocurre, X, 202 á 260; niégase á ir con Ulises al palacio de Circe y le aconseja que huyan, X, 263 á 273; opónese á que Ulises se lleve al palacio de Circe los compañeros que se habían quedado en la nave; pero, al verse amenazado por el héroe, le sigue con los demás hombres, X, 429 á 448; llegados al Orco, Euríloco y Perimedes sostienen las víctimas que ha de inmolar Ulises, mientras éste abre el hoyo, XI, 23; al pasar por junto á las Sirenas, Ulises, que está atado al mástil, pide que lo desaten y Euríloco y Perimedes lo sujetan más reciamente, XII, 191 á 196; cuando se acercan á la isla del Sol, Ulises quiere pasar de largo, pero Euríloco se opone y el héroe accede á detenerse en la misma después de hacer jurar á los suyos que no matarán ninguna de las vacas ni de las ovejas del Sol, XII, 278 á 302; como los compañeros de Ulises padecieran hambre, Euríloco aconseja matar y comer las vacas del Sol, y los demás aprueban y llevan á efecto la proposición, XII, 339 á 352.
Eurímaco (Εὐρύμαχος): Uno de los pretendientes de Penélope. Era hijo de Pólibo. Dice á Telémaco que nadie le despojará de lo suyo, y le pregunta por el huésped (Minerva) que acaba de irse, I, 399 á 413; en el ágora contesta á Haliterses diciendo que se vaya á su casa y les adivine á sus hijos lo que quiera, pues los pretendientes seguirán yendo al palacio de Ulises hasta que Penélope se case, II, 177 á 209; hállase sentado, juntamente con Antínoo, ante el palacio de Ulises, y se les acerca Noemón á preguntarles cuándo volverá Telémaco, IV, 628 á 637; la diosa Minerva aparécese en sueños á Telémaco y le dice que vuelva de Esparta á Ítaca, pues el padre y los hermanos de Penélope quieren casarla con Eurímaco, XV, 16 á 18; Telémaco, al partir de Pilos, dice á Teoclímeno que le enviará á la casa de Eurímaco, XV, 518 á 522; cuando llega á Ítaca la nave de Telémaco, Eurímaco propone á los pretendientes que se mande una nave para avisar á los compañeros que están emboscados, XVI, 345 á 350; dice, para tranquilizar á Penélope, que defenderá la vida de Telémaco é interiormente maquina la muerte del mismo, XVI, 434 á 448; Melantio se sienta en medio de los pretendientes, frente á Eurímaco, XVII, 255 á 257; Telémaco afirma que nadie pegará al mendigo (Ulises) si lucha con Iro, y dice que aprueban sus palabras Antínoo y Eurímaco, XVIII, 60 á 65; dice Eurímaco á Penélope que si la viesen todos los aqueos, aún serían en mayor número los pretendientes, XVIII, 244 á 251; envía á su criado para que le traiga un collar de oro, engastado en ámbar, que regala á Penélope, XVIII, 295 y 296; Melanto, criada de Penélope, ayuntábase con Eurímaco, XVIII, 325; Eurímaco se burla del mendigo (Ulises) diciendo que no parece sino que el resplandor de las antorchas sale de la cabeza del mismo y le propone tomarlo á sueldo y llevarlo al campo, XVIII, 349 á 366; irrítase contra el mendigo (Ulises) y le tira un escabel que hiere al copero, XVIII, 387 á 398; al oir la predicción de Teoclímeno, dice que el adivino está loco y manda que lo lleven á la puerta, XX, 359 á 364; quedaban tan sólo Antínoo y Eurímaco sin haber probado el arco, cuando Ulises, el boyero y el porquerizo salieron del palacio, XXI, 186 á 190; Eurímaco intenta armar el arco, se lamenta de que ninguno de los pretendientes logre tenderlo y es reprendido por Antínoo, XXI, 245 á 257; ruega el mendigo (Ulises) á los pretendientes, y en especial á Eurímaco y á Antínoo, que le dejen probar si puede armar el arco, XXI, 275 á 284; dice Eurímaco á Penélope que se oponen á que se entregue el arco al mendigo (Ulises) por el oprobio de que se cubrirán si consigue armarlo, XXI, 320 á 331; cuando Ulises se da á conocer á los pretendientes, después de matar á Antínoo, Eurímaco propone indemnizarle, dándole cada uno veinte bueyes, y, al oir que el héroe no lo acepta, anima á sus compañeros, arremete contra Ulises y éste lo mata clavándole una flecha en el hígado, XXII, 44 á 88.
Eurimedonte (Εὐρυμέδων): Rey de los Gigantes en el Epiro, padre de Peribea, VII, 56 á 58.
Eurimedusa (Εὐρυμέδουσα): Esclava de Alcínoo, que crió á Nausícaa. Está encendiendo fuego y aparejando la cena de Nausícaa, cuando vuelve ésta de lavar la ropa, VII, 7 á 13.
Eurímida (Εὐρυμίδης): Hijo de Éurimo. Nombre patronímico del adivino Télemo, IX, 509.
Eurínome (Εὐρυνόμη): Despensera y camarera del palacio de Ulises. Dice á Penélope que, si sus votos se cumplieran, ninguno de los pretendientes viviría al aparecer la Aurora, XVII, 495 á 497; al oir que Penélope quiere mostrarse á los pretendientes, aconséjale que lave su cuerpo y unja sus mejillas para no aparecer con el rostro afeado por las lágrimas, y va á llamar á dos esclavas que acompañarán á la reina, XVIII, 164 á 186; trae una silla, por orden de Penélope, para que se siente el huésped á quien la reina quiere interrogar, XIX, 96 á 101; cuando el mendigo (Ulises) se acuesta en el umbral, Eurínome le cobija con un manto, XX, 4; después de la matanza de los pretendientes, Eurínome lava y unge á Ulises, y le pone un hermoso manto y una túnica, XXIII, 153 á 155; Eurínome y el ama aparejan el lecho en que han de dormir Ulises y Penélope, y luego Eurínome los acompaña al cuarto, alumbrándolos con una antorcha, y se retira, XXIII, 289 á 295.
Eurínomo (Εὐρύνομος): Uno de los pretendientes de Penélope. Era hijo de Egiptio, II, 21 y 22; concita á los demás pretendientes en su lucha contra Ulises, XXII, 242.
Eurípilo (Εὐρύπυλος): Hijo de Télefo. Matólo Neoptólemo, el hijo de Aquiles, XI, 519 á 521.
Euristeo (Εὐρυσθεύς): Hijo de Esténelo, nieto de Perseo y descendiente de Júpiter. Ordenó á Hércules, que le estaba sometido por disposición divina, varios trabajos y entre ellos que sacara á la luz el can Cerbero, XI, 617 á 626.
Eurítida (Εὐριτίδης): Hijo de Eurito. Nombre patronímico de Ífito, XXI, 14 y 37.
Euritión (Εὐρυτίων): Centauro. Embriagóse en la casa de Pirítoo y cometió acciones malvadas; los héroes que estaban presentes le cortaron las orejas y las narices; y así se originó la guerra de los hombres con los centauros, XXI, 295 á 304.
Eurito (Εὔρυτος): Caudillo griego, natural de Ecalia. Lo mató Apolo, irritado de que lo desafiase á tirar con el arco, VIII, 224 á 228; su hijo Ífito regaló á Ulises un arco y una aljaba, que son los que saca Penélope para el certamen de los pretendientes, XXI, 13 á 38.
Euro (Εὖρος): Viento que sopla de Oriente, V, 295; XII, 326; XIX, 206.
Evantes (Εὐάνθης): Padre de Marón, IX, 197.
Evenórida (Εὐηνορίδης): Hijo de Evénor. Nombre patronímico de Leócrito, II, 242; XXII, 294.
Faetonte (Φαέθων): Uno de los caballos (Lampo y Faetonte) que tiran del carro de la Aurora, XXIII, 246.
Faetusa (Φαέθουσα): Ninfa, hija del Sol y de Neera. Juntamente con su hermana Lampetia guarda las vacas y las ovejas del Sol, en la isla de Trinacria, XII, 131 á 136.
Faros (Φάρος): Isla situada frente al Egipto, IV, 355.
Febo (Φοῖβος): Epíteto de Apolo, usado algunas veces por el nombre propio, III, 279; VIII, 79; IX, 201.
Fédimo (Φαίδιμος): Rey de los sidonios. Hospedó en su casa á Menelao, cuando éste regresaba de Troya; y le dió la cratera que Menelao regala á Telémaco, IV, 617 á 619; XV, 117 á 119.
Fedra (Φαίδρη): Hija de Minos, XI, 321.
Femio (Φήμιος): Aedo, hijo de Terpio. Canta ante los pretendientes, obligado por éstos, I, 153 á 155; al narrar la vuelta deplorable de los aqueos, Penélope le pide que cambie de asunto, y Telémaco le disculpa porque Júpiter distribuye sus presentes á los varones de ingenio del modo que le place, I, 325 á 359; dice Telémaco que dicho aedo se parece por su voz á las deidades, I, 370 y 371; al llegar Ulises y Eumeo al palacio, oyen los sones de la cítara, porque Femio empezaba á cantar, XVII, 261 á 263; en la escena de la matanza, Femio abraza las rodillas de Ulises y le ruega que no lo mate, pues puede cantar en su presencia como ante una deidad y cantaba por fuerza delante de los pretendientes; intercede Telémaco, y Ulises se abstiene de matar á Femio y á Medonte, XXII, 330 á 338; después de la matanza de los pretendientes, toca la cítara, para que bailen todos los de la casa, XXIII, 143 á 145; al día siguiente preséntase, junto con Medonte, en el ágora cuando están reunidos los itacenses que lo ven con gran asombro, XXIV, 439 á 441.
Fenicia (Φοινίκη): Región del Asia Menor. Á ella llegó Menelao, al volver de Troya, IV, 83; cuenta Ulises, en la fingida relación que hace de sus aventuras á Eumeo, antes de darse á conocer, que un fenicio llevóle á su país, y que allí permaneció un año entero, XIV, 291.
Feras (Φεραί): Ciudad de Tesalia, IV, 798.
Feras (Φηραί): Ciudad de Mesenia, III, 488; XV, 186.
Feres (Φέρης): Hijo de Creteo y de Tiro, y padre de Admeto, XI, 259.
Festo (Φαιστός): Ciudad de la isla de Creta, III, 296.
Fidón (Φείδων): Rey de los tesprotos. En la fingida relación que de sus aventuras hace Ulises á Eumeo, antes de darse á conocer, dice que Fidón le dió hospitalidad, le enseñó todo lo que Ulises tenía en el palacio y le dijo que este héroe se hallaba en Dodona para saber por la encina de Júpiter si debía tornar á Ítaca de un modo manifiesto ú oculto, y que ya estaba dispuesta la nave que debía conducirlo, XIV, 316 á 333; en la fingida relación que hace Ulises á Penélope cuenta que Fidón le dijo que Ulises se había entretenido recogiendo riquezas y que ya estaba dispuesta la nave para conducirlo á Ítaca, XIX, 282 á 290.
Fílace (Φυλάκη): Ciudad de Tesalia, XI, 290; XV, 236.
Fílaco (Φύλακος): Hijo de Deyoneo y padre de Ificlo, XV, 231.
Filetio (Φιλοίτιος): Boyero de Ulises, muy fiel á su amo. Conduce al palacio de Ulises una vaca no paridera y pingües cabras para los pretendientes; ve á Ulises, que está transfigurado en un mendigo, y, después de preguntar á Eumeo quién es, va á saludarle, se lamenta de la ausencia de Ulises y dice que, si éste tornara, pronto verían qué fuerza tiene y de qué brazos dispone, XX, 185 á 237; reparte el pan en un festín de los pretendientes, XX, 254; llora al ver que Eumeo toma el arco de Ulises para ponerlo en manos de los pretendientes, XXI, 83; recibe de Ulises el encargo de cerrar las puertas del patio antes de la matanza de los pretendientes, XXI, 240 y 241; cuando ve que Ulises toma el arco, sale silenciosamente, entorna las puertas del patio, las ata con un cable de papiro, vuelve á entrar y se sienta, clavando los ojos en Ulises, XXI, 388 á 393; recibe de Telémaco una armadura y se coloca, con éste y Eumeo, al lado de Ulises, XXII, 114 y 115; por orden de Ulises, él y Eumeo van al cuarto donde estaban las armas, derriban á Melantio, le atan las manos y los pies con una soga y lo suben á lo alto de una columna, XXII, 170 á 193; mata á Pisandro, XXII, 268; hiere á Ctesipo y se burla de él diciendo que reciba aquel presente por la pata que dió á Ulises, XXII, 285 á 291; dice Telémaco á su padre que no hiera á Medonte, si ya no le han muerto Filetio ó el porquerizo, XXII, 357 á 359; por orden de Ulises, Filetio, Telémaco y Eumeo, mandan á las mujeres que trasladen los cadáveres y limpien la sala, pasan la rasqueta por el pavimento, matan cruelmente á Melantio, lávanse y vuelven adonde estaba el héroe, XXII, 435 á 479; al día siguiente de la matanza, Ulises hace levantar á Telémaco, á Eumeo y á Filetio, ármanse y salen al campo, XXIII, 367 á 372; Ulises envía á Telémaco, á Eumeo y á Filetio á la casería de Laertes, mientras él va al huerto, XXIV, 213 á 220; cuando Ulises y Laertes entran en la casería hallan á los mismos cortando carne y mezclando vino para el almuerzo, XXIV, 362 á 364; ármanse todos y salen al encuentro de los itacenses, XXIV, 496 á 501.
Filo (Φυλώ): Criada de Helena. Le trae á ésta el canastillo de plata, IV, 125, 133.
Filoctetes (Φιλοκτήτης): Hijo de Peante, rey tésalo y hábil arquero, á quien los griegos abandonaron en Lemnos por haber sido mordido por un reptil. Llegó felizmente de Troya á su patria, III, 190, y durante la guerra fué el mejor de los arqueros griegos, VIII, 219.
Filomelida (Φιλομηλείδης): Rey de Lesbos. Provocaba á los transeuntes á luchar con él y Ulises aceptó el reto y lo mató, IV, 342 á 344; XVII, 133 á 135.
Forcis (Φόρκυς): Dios marino. Es hijo, según Hesíodo, del Ponto y de la Tierra y hermano de Taumante, de Ceto y de Euribía (Teogonía, v. 237 á 239). Es el padre de la ninfa Toosa y, por ésta, abuelo del ciclope Polifemo, I, 70 á 73; hay en Ítaca un puerto consagrado á Forcis, el anciano del mar, XIII, 96, 97, 345.
Fronio (Φρόνιος): Itacense, padre de Noemón, II, 386; IV, 630, 648.
Frontis (Φρόντις): Hijo de Onétor; era el piloto de la nave de Menelao. Fué muerto por las suaves flechas de Apolo, es decir, murió súbitamente, III, 279 á 283.
Furias (Ἐρινύες): Diosas vengadoras de las acciones que perturban el orden moral ó físico. Dice Telémaco que, si despide á su madre, ésta invocará las odiosas Furias, II, 135; cuenta Ulises que Epicasta se ahorcó, dejando á Edipo tantos dolores como causan las Furias de una madre, XI, 279 y 280; Melampo estuvo encadenado un año por la falta que le había inducido á cometer la horrenda Furia, XV, 231 á 234; dice Ulises, cuando está transfigurado en mendigo, que si hay dioses y Furias para los mendigos, sorpréndale la muerte á Antínoo antes de conseguir que el casamiento se lleve á término, XVII, 475 y 476; las Harpías arrebataron á las hijas de Pandáreo y se las dieron á las odiosas Furias como esclavas, XX, 77 y 78.
Gerenio (Γερήνιος): Epíteto de Néstor. Se le llama así porque, cuando Hércules tomó á Pilos, Néstor fué llevado á Gereno, ciudad de Mesenia, donde se educó, III, 68, 102, 210, 253, 386, 397, 405, 411, 417, 474; IV, 161.
Geresto (Γεραιστός): Promontorio de la isla de Eubea. Allí Néstor y los que con él volvían de Troya ofrecieron sacrificios á Neptuno, III, 177 á 179.
Giras (Γυραί): Rocas cercanas á la isla de Eubea. Allí naufragó Ayax, y, habiéndose sentado en una de ellas, partióla Neptuno y el héroe cayó en el undoso ponto, IV, 500 á 510.
Gorgona (Γοργώ): Uno de los tres monstruos (Esteno, Euríale y Medusa) hijos de Forcis y de Ceto. En la Odisea designa á Medusa (única que era mortal y fué muerta por Minerva ó por Perseo), cuando Ulises teme que Proserpina le mande del Orco la cabeza de la Gorgona, XI, 633 á 635.
Gortina (Γόρτυν): Ciudad de la isla de Creta, III, 294.
Halio (Ἅλιος): Hijo de Alcínoo y de Arete, reyes de los feacios. Toma parte en los juegos celebrados en presencia de Ulises, VIII, 119; juntamente con Laodamante, juega á tirar la pelota al aire y tomarla dando un salto, y luego se ponen ambos á bailar, VIII, 370 á 380.
Haliterses (Ἁλιθέρσης): Anciano de Ítaca, hijo de Mástor. Interpretando un presagio que se presenta después de hablar Telémaco en el ágora, vaticina la vuelta de Ulises y la matanza de los pretendientes, y aconseja que se ponga término á las demasías de éstos, II, 146 á 177; dice Leócrito que Méntor y Haliterses animarán á Telémaco para que emprenda el viaje en busca de noticias de su padre, II, 253; Telémaco, al presentarse en el ágora, á la vuelta de su viaje, va á sentarse donde estaban Méntor, Ántifo y Haliterses, XVII, 67 á 70; después de la matanza de los pretendientes, exhorta á los ciudadanos de Ítaca para que no vayan contra Ulises, XXIV, 450 á 462.
Halosidne (Ἁλοσύδνη): Epíteto de Anfitrite, usado por el nombre propio, IV, 404.
Hebe (Ἥβη): Diosa, hija de Júpiter y de Juno, y esposa de Hércules en el cielo, XI, 602 á 604.
Hélade (Ἑλλάς): Ciudad de Tesalia ó bien toda la región ocupada por los mirmidones, I, 344; IV, 726, 816; XI, 496; XV, 80.
Helena (Ἑλένη): Hija de Júpiter y de Leda, hermana de Cástor y Pólux, esposa de Menelao, y amante de Paris con quien huyó de Esparta, dando origen á la guerra de Troya. Tuvo de Menelao una hija, Hermione, tan hermosa como Venus, IV, 11 á 14; apenas Telémaco y Pisístrato han llegado al palacio de Menelao, sale Helena de su habitación, trayéndole una esclava el canastillo de plata y la rueca de oro que le había regalado Alcandra, y, al fijarse en Telémaco, dice que debe de ser el hijo de Ulises, IV, 120 á 146; llora al oir las palabras que respecto á Ulises pronuncia Menelao, IV, 184; mezcla en el vino una droga contra el llanto y la cólera, que le dió Polidamna, y refiere el ardid de que se valió Ulises para entrar en Troya disfrazado de mendigo, IV, 219 á 264; cuando fué introducido en Ilión el caballo de madera, Helena dió tres veces la vuelta al mismo, llamando á los caudillos aqueos de cuyas mujeres imitaba la voz, IV, 274 á 279; manda Helena aparejar sendas camas para Telémaco y el hijo de Néstor, y se acuesta con Menelao, IV, 296 á 305; Proteo dice que Menelao será llevado á los Campos Elíseos porque tiene por esposa á Helena y es, por consiguiente, yerno de Júpiter, IV, 563 á 569; dice Ulises que por Helena perecieron muchos hombres, XI, 438; Eumeo quisiera que hubiese perecido el linaje de Helena, XIV, 68; Menelao se levanta de la cama, de junto á Helena, XV, 58; baja Helena, con Menelao y Megapentes, á la perfumada estancia donde se guardaban los objetos preciosos, toma el velo mayor y más lindo, se lo da á Telémaco para que su esposa lo lleve en el casamiento, y le desea feliz regreso á la patria, XV, 99 á 130; en el momento de partir Telémaco y Pisístrato, Helena interpreta un presagio, diciendo que Ulises se vengará de los pretendientes, XV, 171 á 188; refiere Telémaco á su madre que ha visto en Esparta á Helena, XVII, 118; en la matanza de los pretendientes, dice Minerva á Ulises, para animarle, que ya no tiene el vigor con que luchó con los teucros por Helena, XXII, 226 á 227; dice Penélope que Helena no hubiese cometido su falta, de haber sabido que los aqueos habían de traerla nuevamente á su casa, XXIII, 218 á 221.
Helesponto (Ἑλλήσποντος): Estrecho, llamado hoy de los Dardanelos. Á orillas del mismo se erigió un túmulo á Aquiles, Patroclo y Antíloco, XXIV, 76 á 84.
Hércules (Ἡρακλῆς): Héroe griego. Fué excelente arquero, VIII, 224; era hijo de Júpiter y de Alcmena, la esposa de Anfitrión, XI, 266 á 268; la sombra del mismo habla en el Orco con Ulises, pues Hércules está con los dioses y tiene por mujer á Hebe, XI, 601 á 626.
Hermione (Ἑρμιόνη): Hija única de Menelao y de Helena. Cuando Telémaco y Pisístrato llegan á Esparta, Menelao envía á Hermione con caballos y carros á la ciudad de los mirmidones para casarla con Neoptólemo, hijo de Aquiles, IV, 1 á 14.
Hilácida (Ὑλακίδης): Hijo de Hílaco. Nombre patronímico de Cástor. Ambos nombres los atribuye Ulises fingidamente á su padre en la conversación que traba con Eumeo, antes de darse á conocer al mismo, XIV, 204.
Hiperea (Ὑπέρεια): Región cercana á la de los ciclopes donde vivían antiguamente los feacios, antes que Nausítoo los llevase á Esqueria, VI, 4 á 10.
Hiperesia (Ὑπερησίη): Ciudad de Argólide, XV, 254.
Hiperión (Ὑπερίων): Padre del Sol. En la Odisea designa al mismo Sol ó se usa como epíteto de éste, I, 8, 24; XII, 133, 176, 263, 346, 374.
Hiperiónida (Ὑπεριονίδης): Hijo de Hiperión. Nombre patronímico del Sol, XII, 176.
Hipodamia (Ἱπποδάμεια): Criada de Penélope, XVIII, 182.
Hipótada (Ἱπποτάδης): Hijo de Hipotes. Nombre patronímico de Éolo, X, 2.
Icario (Ἰκάριος): Hermano de Tíndaro y padre de Penélope, I, 329; II, 53, 133; IV, 797, 840; XI, 446; XVI, 435; XVII, 562; XVIII, 159, 188, 245, 285; XIX, 375, 546; XX, 388; XXI, 2, 321; XXIV, 195.
Icmalio (Ἰκμάλιος): Artífice itacense. Fabricó el sillón en que se sienta Penélope para hablar con Ulises, antes que éste se le dé á conocer, XIX, 55 á 59.
Idomeneo (Ἰδομενεύς): Rey de Creta, hijo de Deucalión. Terminada la guerra de Troya, llevó á Creta todos sus compañeros, sin que el mar le quitara ninguno, III, 191 y 192; era padre de Orsíloco, XIII, 259 y 260; dice Ulises, en la fingida relación que hace á Eumeo, que los cretenses les mandaron á él y á Idomeneo que fueran capitanes de los bajeles que iban á Ilión, XIV, 237 y 238; refiere Eumeo que le engañó un hombre etolo diciendo que había visto á Ulises en Creta, junto á Idomeneo, XIV, 379 á 383; Idomeneo era hijo de Deucalión y nieto de Minos, XIX, 178 á 181; fué á Ilión en las corvas naves, juntamente con los Atridas, XIX, 182 y 183; dice Ulises, en la fingida relación que de sus aventuras hace á Penélope antes de darse á conocer, que, cuando Ulises llegó á Creta, hacía diez ú once días que Idomeneo había partido á Ilión en las corvas naves, XIX, 186 á 194.
Idotea (Εἰδοθέη): Hija de Proteo. Aparecióse á Menelao cuando éste se hallaba detenido en la isla de Faros, por no soplar vientos prósperos; le aconsejó que sorprendiera á Proteo, para que le dijese cómo podría volver á la patria y le revelase cuanto quisiera; y le ayudó á armar la emboscada contra el anciano cubriendo á Menelao y á tres de sus compañeros, que se echaron en la playa, con sendas pieles de foca, IV, 364 á 440.
Ificlo (Ἴφικλος): Hijo de Fílaco y padre de Podarces y de Protesilao. Aprisionó á Melampo que le quería hurtar las vacas, pues Neleo había ofrecido su hija á quien se las trajera, y al cabo de un año lo puso en libertad por haberse enterado de los oráculos, XI, 290 á 297.
Ifimedia (Ἰφιμέδεια): Esposa de Aloeo y madre de Oto y de Efialtes. Gloriábase de haberse unido con Neptuno, XI, 305 á 308.
Ífito (Ἴφιτος): Hijo de Eurito. Regaló á Ulises el arco de Eurito y fué muerto por Hércules, XXI, 14 á 38.
Iftima (Ἰφθίμη): Hija de Icario, hermana de Penélope, y esposa de Eumelo. Minerva hace un fantasma parecido á Iftima y lo envía á Ítaca para que sosiegue á Penélope, diciéndole que su hijo volverá de su viaje en el cual le acompaña Minerva, IV, 795 á 839.
Ilión (Ἴλιος): Ciudad de la Tróade, llamada también Troya, VIII, 578, 581; IX, 39; XIX, 260.
Ilitia (Εἰλείθυια): Hija de Júpiter y de Juno. Tiene su gruta en Creta, en un puerto donde desemboca el Amniso, XIX, 188.
Ilo (Ἶλος): Hijo de Mérmero. Vivía en Éfira y no quiso dar á Ulises un veneno que éste le pidió para teñir las flechas, I, 259 á 263.
Ino (Ἰνώ): Hija de Cadmo, que llegó á ser diosa marina. Compadécese de Ulises, al verlo luchar con las olas, le habla para aconsejarle y le entrega un velo que lo hará insumergible, V, 333 á 352, 461.
Iro (Ἶρος): Sobrenombre de Arneo, mendigo de Ítaca. Llamábanle Iro porque hacía los mandados que se le ordenaban, XVIII, 1 á 7; quiso echar á Ulises de su casa, cuando éste, transfigurado en mendigo, pedía limosna en su palacio; Ulises le contestó que ningún daño le causaba y que en el umbral cabían los dos; pero, como Iro le insultara y amenazara nuevamente, lucharon ambos y Ulises derribó á Iro, lo arrastró por un pie y lo asentó en el patio poniéndole un bastón en la mano, XVIII, 8 á 107; dice Telémaco á Penélope que el combate del huésped con Iro no se efectuó por haberlo acordado los pretendientes, XVIII, 233 y 234; desearía Telémaco que todos los pretendientes se hallaran como está Iro: con la cabeza caída, los miembros relajados y sin fuerzas para volver á su casa, XVIII, 235 á 242; pregunta Melanto á Ulises si se envanece por la victoria que consiguió contra Iro y le dice que tema no se levante otro más valiente, XVIII, 333 á 336; pregunta asimismo Eurímaco á Ulises si se envanece por la victoria que consiguió contra Iro, XVIII, 393.
Ismaro (Ἴσμαρος): Ciudad de los cícones en la Tracia. Fué tomada y saqueada por Ulises y los suyos; pero sus habitantes llamaron á otros cícones y, tomando la ofensiva, derrotaron á los griegos, á quienes mataron seis hombres de cada navío, IX, 39 á 61; su dios tutelar era Apolo, y en ella vivía Marón, que dió á Ulises un pellejo de vino por haberle respetado durante el saqueo, IX, 196 á 201.
Ítaca (Ἰθάκη):
1) Isla del mar Jónico, donde reinaba Ulises, I, 18, 57, 103, 172, 247, 386, 395, 404; II, 167, 293; IV, 175, 555, 601, 605, 608, 643, 671, 845; IX, 21, 505, 531; X, 420, 463, 522; XI, 30, 111, 162, 480; XII, 138, 345; XIII, 97, 135, 212, 248, 256, 325, 344; XIV, 98, 126, 182, 189, 329, 344; XV, 29, 267, 482, 510, 534; XVI, 58, 124, 223, 230, 251, 419; XVII, 250; XIX, 132, 399, 462; XX, 340; XXI, 18, 109, 252, 346; XXII, 30, 52; XXIII, 122, 176; XXIV, 104, 259, 269, 284.
2) Ciudad de la isla del mismo nombre, I, 88, 163; III, 81; X, 417; XI, 361; XV, 36, 157; XVI, 322; XVIII, 2.
Ítaco (Ἴθακος): Hijo de Pterelao. Héroe epónimo de Ítaca. Junto con sus hermanos Nérito y Políctor, construyó la fuente que había cerca de la ciudad, XVII, 207.
Ítilo (Ἴτυλος): Hijo del rey Zeto y de Aedón, la cual lo mató por imprudencia, XIX, 522 y 523.
Jasón (Ἰήσων): Príncipe tésalo, hijo de Esón y padre de Euneo, que tuvo de Hipsipile. Su nave Argos fué la única que pasó por las peñas Erráticas sin recibir daño, por la protección de Juno, XII, 70 á 72.
Juno (Ἥρη): Diosa, hija de Saturno y de Rea, hermana y esposa de Júpiter. Dice Proteo á Menelao que Agamenón huyó los hados en las cóncavas naves por haberle salvado Juno, IV, 512 y 513; llámase á Júpiter el tonante esposo de Juno, VIII, 465; XV, 112, 180; Hebe es hija de Júpiter y de Juno, XI 603 y 604; la nave Argos se habría estrellado contra las peñas Erráticas, si Juno no la hubiese hecho pasar por su afecto á Jasón, XII, 71 y 72; Juno dotó de hermosura y prudencia á las hijas de Pandáreo sobre todas las mujeres, XX, 70 y 71.
Júpiter (Ζεύς): Dios, hijo de Saturno, y de Rea. En el concilio de los dioses, cuenta lo que le ha ocurrido á Egisto y luego, á petición de Minerva, propone que se trate de la vuelta de Ulises á su patria, I, 27 á 79; de él procede la fama, que es la que más difunde la gloria de los hombres, I, 282 y 283; II, 216 y 217; distribuye sus presentes á los varones de ingenio del modo que le place, I, 348 y 349; en él confía Telémaco para que sean castigados los pretendientes, I, 379; II, 144; si él se lo concediera, le gustaría á Telémaco ser rey, I, 390; invócale Egiptio para que cumpla los deseos de quien haya reunido el ágora, II, 34; por él y por Temis ruega Telémaco á los pretendientes que no vuelvan al palacio, II, 68 á 71; envía dos águilas, así que Telémaco deja de hablar en el ágora, como presagio de la muerte de los pretendientes, II, 146 á 154; á Ulises se le llama el de jovial linaje, II, 352, 366; V, 203, 387; X, 401, 443, 456, 488, 504; XI, 60, 92, 405, 473, 617; XIII, 375; XIV, 486; XV, 485; XVI, 167; XVIII, 312; XXII, 164; XXIII, 306; XXIV, 542; Minerva es hija de Júpiter, I, 10; II, 296, 433; III, 42, 337, 378; IV, 752, 762; V, 382; VI, 229, 323 y 324; XIII, 190, 252, 300, 318, 359 y 371; XXIII, 205; XXIV, 502, 529, 547; este dios tramó que fuese luctuosa la vuelta de los aqueos, III, 132 y 133; aparejábales á éstos muchas calamidades la víspera de su partida de Troya, III, 152; suscitó una nueva disputa entre los aqueos cuando llegaron á Ténedos, III, 160 y 161; dispersó las naves de Menelao cuando llegaron al promontorio de Malea, III, 286 á 290; que Júpiter y los demás dioses le libren, dice Néstor, de que Telémaco tenga que volver á la nave para dormir, III, 346 á 350; como título honorífico se llama διοτρεφής, alumno de Júpiter: a) á Agamenón, XXIV, 122; b) á Agelao, XXII, 136; c) á Menelao, IV, 26, 44, 138, 156, 235, 291, 316, 391, 561; XV, 64, 87, 155, 167; d) á Pisístrato, XV, 199; e) á Ulises, X, 266, 419; f) á los reyes y príncipes en general, III, 480; VII, 49; g) á los feacios, V, 378; Eteoneo, al participar á Menelao la llegada de Telémaco y Pisístrato, dice que se asemejan á los descendientes de Júpiter, IV, 27; Menelao pide á Júpiter que les libre de la desgracia para en adelante, IV, 34 y 35; dice Telémaco, al contemplar el palacio de Menelao, que así debe de ser por dentro la morada de Júpiter, IV, 74; responde Menelao que con Júpiter no puede competir nadie, IV, 78; afirma el mismo héroe que hubiera dado una ciudad á Ulises si Júpiter les hubiese permitido á entrambos volver á la patria, IV, 171 á 176; Helena era hija de Júpiter, IV, 184, 219, 227; este dios envía á los hombres unas veces bienes y otras males, IV, 237; Júpiter es invocado, juntamente con Minerva y Apolo, en las exclamaciones, IV, 341; VII, 311; XVII, 132; XVIII, 235; XXIV, 376; dice Proteo á Menelao que hubiera debido ofrecer sacrificios á Júpiter y á los dioses antes de salir de Egipto, IV, 472; Menelao, como marido de Helena, es yerno de Júpiter, IV, 569; desea Antínoo que Júpiter le aniquile las fuerzas á Telémaco, antes que éste llegue á la flor de la juventud, IV, 668; en la junta de los dioses, Minerva deplora la suerte que le cabe á Ulises; y Júpiter manda que Minerva acompañe á Telémaco hasta que vuelva á Ítaca, y que Mercurio vaya á decir á Calipso que deje partir á Ulises, el cual llegará á la isla de los feacios y luego á su patria, V, 4 á 42; Mercurio dice á Calipso que va á verla por orden de Júpiter, cuyos mandatos no pueden ser desobedecidos, V, 99 á 104; Júpiter mató con el rayo á Yasión, V, 128; el mismo dios hendió la nave de Ulises en el ponto, V, 131 y 132; VII, 249 y 250; dice Calipso que, puesto que no es posible desobedecer á Júpiter, se vaya Ulises por el mar estéril, V, 137 á 140; Mercurio aconseja á Calipso que despida cuanto antes á Ulises y tema la cólera de Júpiter, V, 146; Calipso, oído el mensaje de Júpiter, va á encontrar á Ulises, V, 149 y 150; Júpiter envía vientos favorables á los navíos, V, 175 y 176; Ulises, cuando está para llegar al país de los feacios, nota que se avecina una tempestad y exclama: ¡con qué nubes ha cerrado Júpiter el cielo!, V, 303 y 304; Ulises se queja de que, después de haberle concedido Júpiter que llegara á ver tierra, no halle medio de salir del mar, 408 á 410; son hijas de Júpiter las ninfas agrestes que juegan con Diana, VI, 105; dice Nausícaa que Júpiter distribuye la felicidad á los buenos y á los malos según le place, VI, 188 y 189; todos los forasteros y pobres son de Júpiter, VI, 207 y 208; XIV, 57 y 58; cuando Ulises se presenta á los reyes de los feacios, Equeneo aconseja á Alcínoo que se hagan libaciones á Júpiter, VII, 163 á 165, y el rey da la orden, VII, 180 y 181; cuenta Ulises que en el año octavo de estar en la isla Ogigia, Calipso le dejó partir por haber recibido algún mensaje de Júpiter ó porque cambió su pensamiento, VII, 261 á 263; dice Alcínoo á Ulises que nadie le detendrá por fuerza, pues esto disgustaría á Júpiter, VII, 315 y 316; Júpiter es invocado en algunas exclamaciones, VII, 331; XX, 339; había predicho Apolo que, cuando los caudillos aqueos disputasen, empezaría á revolverse la calamidad entre teucros y dánaos por la decisión de Júpiter, VIII, 79 á 82; Alcínoo refiere á Ulises qué obras les asignó Júpiter á los feacios, VIII, 244 y 245; llama Vulcano á Júpiter y á los demás dioses para que sean testigos del adulterio de Venus, hija de Júpiter, VIII, 306 á 320; Apolo y Mercurio son hijos de Júpiter, VIII, 334 y 335; Alcínoo regala su copa á Ulises, para que, cuando ofrezca libaciones á Júpiter, se acuerde de él, VIII, 430 á 432; Ulises pide á Júpiter que le deje volver á su casa, VIII, 465 y 466; las Musas son hijas de Júpiter, VIII, 488; Júpiter le ordenó á Ulises su trabajosa vuelta desde que saliera de Troya, IX, 37 y 38; cuando los cícones del interior trabaron batalla con Ulises y los suyos, ya se les presentó á éstos el funesto destino decretado por Júpiter, IX, 51 á 53; al dejar las naves de Ulises la tierra de los cícones, Júpiter promovió una gran tempestad, IX, 67 á 69; hace crecer el trigo, la cebada y las vides de los ciclopes la lluvia enviada por Júpiter, IX, 109 á 111; las ninfas de las montañas son hijas de Júpiter, IX, 154; dice Ulises á Polifemo que él y los suyos llegan allí extraviados porque así debió de ordenarlo Júpiter, IX, 261 y 262; Júpiter es el vengador de los suplicantes y de los huéspedes, IX, 270 y 271; dice el Ciclope á Ulises que ellos no se cuidan de Júpiter y que no los perdonaría por temor á la enemistad de este dios, IX, 275 y 277; Ulises y los suyos, al ver que el Ciclope se come á dos de ellos, alzan las manos á Júpiter, IX, 294; dice Polifemo que en la tierra de los ciclopes también se dan gruesos racimos que crecen con la lluvia enviada por Júpiter, IX, 357 y 358; dicen los demás ciclopes á Polifemo que no es posible evitar la enfermedad enviada por Júpiter, IX, 411; dice Ulises á Polifemo que Júpiter y los restantes dioses lo han castigado por sus malas obras, IX, 479; Ulises sacrifica á Júpiter el carnero al cual se asió para salir del antro del Ciclope, IX, 551 á 553; Proserpina es hija de Júpiter, XI, 217; Pelias y Neleo fueron esforzados servidores de Júpiter, XI, 255; Antíope se gloriaba de haber dormido en brazos de Júpiter, XI, 260 y 261; Alcmena tuvo de Júpiter á Hércules, XI, 266 á 268; cuando Ificlo, enterado de los oráculos, soltó al adivino, cumplióse la voluntad de Júpiter, XI, 294 á 297; Júpiter honra á Cástor y Pólux debajo de la tierra, XI, 302; Apolo es hijo de Júpiter y de Latona, XI, 318; dice Ulises que Júpiter aborreció la estirpe de Atreo á causa de la perfidia de las mujeres, XI, 436 á 438; Júpiter fué el único culpable de la muerte de Ayax, XI, 558 á 560; Minos fué hijo de Júpiter, XI, 568; Latona fué consorte de Júpiter, XI, 580; Hebe es hija de Júpiter, XI, 603 y 604; Hércules fué hijo de Júpiter, XI, 620; al pasar por las peñas Erráticas las palomas que llevan la ambrosía á Júpiter, una de ellas es arrebatada y el dios envía otra para completar el número, XII, 62 á 65; Ulises mandó á los suyos que apretasen con los remos por si Júpiter les concediera que escaparan de Caribdis, XII, 215 y 216; poco después de haber llegado Ulises y los suyos á la isla de Trinacria, Júpiter suscitó una gran tempestad, XII, 313; Ulises se queja á Júpiter y á los dioses de que le hayan enviado el sueño mientras los suyos mataban las vacas del Sol, XII, 371 á 373; el Sol pide á Júpiter y á los dioses que castiguen á los compañeros de Ulises, y Jove le promete despedir un rayo contra la nave, XII, 377 á 388; Ulises y los suyos parten de la isla de Trinacria así que Júpiter les trae el día séptimo después de su llegada, XII, 399 á 402; pronto coloca Júpiter una nube encima de la embarcación, despide un rayo y todos los tripulantes caen al agua menos Ulises, XII, 403 á 419; Alcínoo sacrifica un buey á Júpiter, XIII, 24 y 25; manda Alcínoo á Pontónoo que mezcle el vino en la cratera para orar á Júpiter antes de despedir al huésped, XIII, 50 á 52; después que los feacios han conducido á Ulises á su patria, Neptuno explora la voluntad de Júpiter y éste le aconseja que convierta la nave en un peñasco, cuando los habitantes de la población la vean llegar, y cubra luego la vista de la población con una gran montaña, XIII, 127 á 158; Ulises ruega á Júpiter que castigue á los feacios porque cree que no lo han conducido á Ítaca, XIII, 213; son hijas de Júpiter las ninfas Náyades, XIII, 356; Ulises, al darle Eumeo hospitalidad, pide á Júpiter que conceda á éste lo que más anhele, XIV, 53 y 54; dice Eumeo que hasta los hombres á quienes permite Júpiter que invadan el país ajeno y recojan botín, sienten temor de la venganza divina, XIV, 85 á 88; los días y las noches proceden de Júpiter, XIV, 93; dice Ulises á Eumeo, antes de darse á conocer, que Júpiter y los dioses saben si ha visto al amo del porquerizo, XIV, 119 y 120; Ulises, antes de darse á conocer, pone por testigo á Júpiter de que Ulises volverá á su patria, XIV, 158 á 162; Júpiter dispuso la expedición á Troya, XIV, 235 y 236; dice Ulises, en la fingida relación que hace á Eumeo, que Júpiter maquinó males contra él después que se acabó la guerra de Troya, XIV, 243; cuenta Ulises, en la misma relación, que á los suyos envióles Júpiter la fuga mientras peleaban con los egipcios, XIV, 268 á 270, y que á él le inspiró la idea de postrarse ante el rey, XIV, 273, el cual le salvó porque temía á Júpiter hospitalario, XIV, 283 y 284; refiere Ulises que Júpiter meditaba cómo llevaría á la perdición al fenicio y sus compañeros en cuyo bajel navegaba el héroe, XIV, 300, y que luego echó un rayo en el mismo, que se llenó del olor del azufre, cayeron todos en el agua y el mismo Júpiter echó el mástil en las manos del que habla para que se librase de la muerte, XIV, 305 á 312; cuenta Ulises á Eumeo, antes de darse á conocer, que Fidón aseguraba que Ulises había ido á Dodona para saber la voluntad de Júpiter sobre la manera cómo debía entrar en Ítaca, XIV, 328 á 330; dice Eumeo á Ulises, antes de que éste se dé á conocer, que le respeta y quiere por el temor de Júpiter hospitalario y por la compasión que le inspira, XIV, 388 y 389; dice Eumeo á Ulises, antes de reconocerle, que, si le matara, ¡con qué disposición rogaría á Júpiter!, XIV, 406; dice Ulises á Eumeo, antes de darse á conocer, que ojalá le sea tan caro á Júpiter como á él, XIV, 440 y 441; XV, 341 y 342; en una relación fingida que hace Ulises, dice éste que Júpiter llovió sin cesar toda la noche, XVI, 457 y 458; dice Menelao á Telémaco que Júpiter le permita hacer el viaje de regreso como su corazón desee, XV, 111 y 112; Helena predice la venganza de Ulises, y Telémaco le responde que así lo haga Júpiter, XV, 172 á 180; Júpiter quiso entrañablemente á Anfiarao, XV, 245; la nave de Telémaco, impulsada por el viento de Júpiter, pasa á lo largo de la Élide, XV, 297; dice Eumeo á Ulises que Laertes pide á Júpiter continuamente que el alma se le separe de los miembros, XV, 353 y 354; cuenta Eumeo que, cuando la fenicia lo hubo llevado á la nave, Júpiter les envió próspero viento, XV, 475, y que, tan luego como Júpiter les trajo el séptimo día, Diana mató á la mujer, XV, 477 y 478; dice Ulises á Eumeo, antes de darse á conocer, que Júpiter le ha puesto al porquerizo cerca del mal el bien, XV, 488 y 489; dice Telémaco que Júpiter sabe si antes de las bodas lucirá para los pretendientes infausto día, XV, 523 y 524; cuando Telémaco aconseja á Ulises que busque á alguien que les ayude en la matanza de los pretendientes, le pregunta el héroe si les bastarán Minerva y Júpiter, XVI, 258 á 261; dice Ulises á Telémaco que Minerva y Júpiter ofuscarán á los pretendientes, XVI, 297 y 298; aconseja Telémaco á Ulises que deje para más tarde probar á los hombres, si realmente ha visto alguna señal enviada por Júpiter, XVI, 318 á 320; dice Anfínomo que, si los decretos de Júpiter lo aprobaran, él mismo mataría á Telémaco, XVI, 403 y 404; dice Penélope que los suplicantes tienen por testigo á Júpiter, XVI, 422 y 423; encarga Telémaco á Penélope que vote sacrificar hecatombes si Júpiter les permite llevar al cabo la venganza, XVII, 50 y 51, y ella lo hace así, XVII, 59 y 60; Teoclímeno, hablando con Penélope, pone por testigo á Júpiter de que ya Ulises está en su patria, XVII, 155 á 157; son hijas de Júpiter las ninfas de las fuentes, XVII, 240; dice Eumeo que Júpiter le quita la mitad de la virtud al hombre que cae esclavo, XVII, 322 y 323; Ulises, en la sala de su palacio, antes de darse á conocer á los pretendientes, pide á Júpiter que Telémaco sea dichoso y se le cumpla cuanto desee, XVII, 354 y 355; cuenta Ulises en la relación fingida que hace á los pretendientes, que Júpiter le incitó á ir á Egipto, XVII, 424 á 426, y que, habiendo trabado un combate con sus habitantes, Júpiter les envió la fuga á los compañeros del héroe, XVII, 437 á 439; pide Eumeo á Júpiter la destrucción de los aqueos que traman maldades, antes que se conviertan en una plaga para Telémaco y los suyos, XVII, 596 y 597; después del pugilato de Ulises con Iro, los pretendientes ruegan á Júpiter y á los dioses que concedan al que ha quedado vencedor lo que más anhele, XVIII, 112 y 113; dice Penélope que Júpiter la ha privado de toda ventura, XVIII, 273; dice Ulises á Melanto, antes de darse á conocer, que Júpiter le arruinó, XIX, 80; dice Penélope que á Telémaco Júpiter le da gloria, XIX, 161; Minos conversaba con Júpiter, XIX, 179; cuenta el mismo Ulises á Penélope, antes de darse á conocer, que Ulises perdió los compañeros y la nave porque se airaron contra él Júpiter y el Sol, XIX, 274 á 276; dice luego que Ulises está en Dodona para saber la voluntad de Júpiter acerca de si debe volver á Ítaca manifiesta ó encubiertamente, XIX, 296 á 299; dice Euriclea que sin duda Júpiter le cobró á Ulises más odio que á hombre alguno, á pesar de que nadie quemó tantos muslos ni sacrificó tantas y tan selectas hecatombes en honor del dios, XIX, 363 á 366; pregunta Ulises á Minerva dónde podrá refugiarse si, por la voluntad de Júpiter y la de ella, logra matar á los pretendientes, XX, 42 y 43; Diana es hija de Júpiter, XX, 61; Venus fué á pedir á Júpiter florecientes nupcias para las hijas de Pandáreo, XX, 73 á 75; Ulises, antes de la matanza de los pretendientes, ruega á Júpiter que le envíe un presagio y una señal, y el dios lo hace así, XX, 97 á 106; una esclava del palacio de Ulises advierte que el trueno enviado por Júpiter debe de ser una señal y pide á este dios que los pretendientes coman por última vez en aquella casa, lo cual constituye un presagio para el héroe, XX, 112 á 122; dice Filetio que no hay dios más funesto que Júpiter, porque después de criar á los hombres los entrega al infortunio y á los dolores, XX, 201 á 203; Ulises, antes de darse á conocer, pone por testigo á Júpiter de que Ulises volverá á su casa estando aún Filetio en ella, XX, 230 á 234; dice Antínoo, que, si lo hubiera querido Júpiter, ya habrían hecho callar á Telémaco en el palacio, XX, 273 y 274; Hércules era hijo de Júpiter, XXI, 25, 26, 36; dice Telémaco que Júpiter debe de haberle privado de juicio cuando ve que su madre quiere irse del palacio y sigue deleitándose, XXI, 102 á 105; Filetio hace votos á Júpiter para que vuelva Ulises, XXI, 199 á 202; así que Ulises tiende el arco, Júpiter truena como señal favorable, XXI, 413; Agelao aconseja que tiren las lanzas tan sólo seis pretendientes por si Júpiter les concede que hieran á Ulises, XXII, 252 y 253; Femio, en la matanza de los pretendientes, no sabe si salir de la sala y acogerse al altar de Júpiter ó correr hacia Ulises para abrazarle las rodillas, XXII, 333 á 335; Femio y Medonte se sientan en el patio, junto al altar de Júpiter, XXII, 378 á 380; Helena es hija de Júpiter, XXIII, 218; cuenta Ulises á Penélope que Júpiter hirió con el rayo la nave en que iba con sus compañeros, XXIII, 330 á 332; dice Ulises que ha padecido muchos trabajos, sufriendo los males que le enviaba Júpiter, XXIII, 350 á 352; en el Orco, dice Aquiles á Agamenón que todos creían que este héroe era el más acepto á Júpiter, XXIV, 24; refiere Agamenón que el día en que murió Aquiles no desistieron de combatir hasta que Júpiter les envió una tormenta, XXIV, 42; se duele el alma de Agamenón de que Júpiter le hubiese aparejado una deplorable muerte, XXIV, 96; refiere el alma de Anfimedonte que, cuando Júpiter incitó á Ulises, éste y Telémaco quitaron las armas de las paredes, XXIV, 164 á 166; dice Ulises que en el huerto de Laertes hay racimos de uvas de toda clase cuando los hacen madurar las estaciones enviadas por Júpiter, XXIV, 343 y 344; Laertes invoca al padre Júpiter, XXIV, 351; Minerva explora la voluntad de Júpiter acerca del combate de los itacenses contra Ulises y los suyos, y el dios se decide por el restablecimiento de la paz, XXIV, 472 á 486; aconseja Minerva á Laertes que eleve sus preces á la doncella de los brillantes ojos y al padre Júpiter, XXIV, 517, y el anciano lo hace así, XXIV, 521; Júpiter arroja un rayo mientras Ulises persigue á los itacenses, XXIV, 539; Minerva encarga á Ulises que se detenga y haga cesar el combate, para que Júpiter no se enoje con él, XXIV, 544.
Lacedemonia (Λακεδαίμων): Región del Peloponeso; reino de Menelao, III, 326; IV, 1, 702; XIII, 414, 440; XV, 1; XXI, 13.
Laerces (Λαέρκης): Orífice pilio. Néstor lo manda llamar para que dore los cuernos de la novilla que luego sacrifican á Minerva, III, 425.
Laertes (Λαέρτης): Hijo de Arcesio y de Calcomedusa, esposo de Anticlea y padre de Ulises. Refiere Mentes (Minerva) que, según le han dicho, Laertes ya no va á la ciudad, sino que se queda en el campo donde le cuida una vieja esclava, I, 188 á 193; Laertes compró á Euriclea por veinte bueyes, I, 429 y 430; para entretener á los pretendientes, decíales Penélope que labraba el sudario del héroe Laertes, II, 99; XIX, 144; XXIV, 134; dice Menelao que Laertes, Penélope y Telémaco deben de llorar por el ausente Ulises, IV, 110 á 112; dijo Proteo á Menelao que habían visto en una isla al hijo de Laertes, IV, 555 y 556; encarga Penélope que se avise á Laertes para que éste se queje de que los pretendientes quieran matar á Telémaco, IV, 737 á 741; muchos feacios contemplan con admiración al hijo de Laertes, VIII, 17 y 18; dijo Ulises al Ciclope que, si le preguntasen quién le cegó, respondiera que fué Ulises, el hijo de Laertes, IX, 502 á 505; pidió el Ciclope á Neptuno que Ulises, hijo de Laertes, no volviera á Ítaca ó perdiera antes su nave y sus compañeros, IX, 528 á 535; dice Anticlea á Ulises, en el Orco, que Laertes no va á la ciudad y duerme con los esclavos ó en su lecho de hojas dentro de la viña, XI, 187 á 194; Eumeo edificó la majada sin ayuda de Laertes, XIV, 9; dice Eumeo que tanto él como Penélope, Laertes y Telémaco, desean que se presente Ulises, XIV, 171 á 173; Eumeo compró á Mesaulio sin ayuda de Laertes, XIV, 451; cuenta Eumeo que Laertes vive aún y pide á Júpiter que el alma se le separe de los miembros, XV, 353; refiere Eumeo que Laertes lo compró con sus bienes, XV, 483; cuenta Telémaco que Arcesio engendró á Laertes, su hijo único, y éste á Ulises, XVI, 118 á 120; dice Eumeo á Telémaco que, desde que éste se fué á Pilos, Laertes no hace más que sollozar y lamentarse, XVI, 138 á 145; Ulises, cuando se descubre á Telémaco, le encarga que nadie sepa que ha llegado, ni siquiera Laertes, XVI, 301 á 303; el cabrero Melantio va en busca del escudo que Laertes llevara en su juventud, para dárselo á los pretendientes, XXII, 184 y 185; el porquerizo y el boyero atan á Melantio, conforme á lo dispuesto por el hijo de Laertes, XXII, 189 á 191; Laertes había quemado muchos muslos de buey en el altar que, dedicado á Jove había en el palacio, XXII, 335 y 336; dice Ulises á Penélope que va á ver á su padre Laertes, que tan afligido se halla por su ausencia, XXIII, 359 y 360; el alma de Agamenón llama á Ulises feliz hijo de Laertes, XXIV, 192; llegan Ulises, Telémaco, el boyero y el porquerizo al predio de Laertes, donde tenía su casa el anciano, XXIV, 205 á 210; Ulises halla á su padre en el huerto, aporcando una planta; le habla con burlonas frases; le dice que es Epérito, hijo del rey Afidante; y por fin se da á conocer: Laertes lo reconoce, lloran y se abrazan, y se van á la casería, donde hallan á Telémaco y los dos servidores, que preparan el almuerzo, XXIV, 242 á 364; la esclava siciliana lava á Laertes, Minerva hermosea al héroe y éste se lamenta de no tener las fuerzas de que disfrutaba cuando tomó á Nérico, pues habría dado muerte á muchos pretendientes, XXIV, 365 á 383; al tener noticia de que los itacenses van á acometerles, Laertes viste también la armadura, se regocija de que Ulises y Telémaco rivalicen en ser valientes, y luego, exhortado por Minerva, arroja la lanza y mata á Eupites, XXIV, 498 á 522.
Laertíada (Λαερτιάδης): Hijo de Laertes. Nombre patronímico de Ulises, V, 203; IX, 19; X, 401, 456, 488, 504; XI, 60, 92, 405, 473, 617; XII, 378; XIII, 375; XV, 486; XVI, 104, 167, 455; XVII, 152, 361; XVIII, 24, 348; XIX, 165, 262, 336, 583; XX, 286; XXI, 262; XXII, 164, 339; XXIV, 542.
Lamos (Λάμος): Rey de los lestrigones, hijo de Neptuno, X, 81.
Lampetia (Λαμπετίη): Ninfa, hija del Sol y de Neera. Ella y su hermana Faetusa apacientan las vacas y las ovejas del Sol, XII, 131 á 133; fué á decir al Sol que los compañeros de Ulises habían dado muerte á algunas de las vacas, XII, 374 y 375.
Lampo (Λάμπος): Uno de los dos caballos (Lampo y Faetonte), que tiran del carro de la Aurora, XXIII, 246.
Laodamante (Λαοδάμας): Príncipe feacio, hijo de Alcínoo y de Arete. Por orden de su padre, cede el sitio á Ulises, VII, 170; toma parte en los juegos celebrados ante Ulises, siendo el más gallardo de todos los feacios, VIII, 117 á 119; sale vencedor en el pugilato, VIII, 130; propone que se invite á Ulises á probarse en los juegos, por consejo de Euríalo va él mismo á decírselo, y Ulises se excusa, VIII, 131 á 157; Ulises desafía á todos los feacios menos á Laodamante, que es su huésped, VIII, 206 á 208; Laodamante y Halio juegan, tirando una pelota de color de púrpura, y después bailan, VIII, 370 á 380.
Latona (Λητώ): Diosa, madre de Apolo y de Diana, que tuvo de Júpiter. Se huelga de ver á Diana rodeada de ninfas, cazando jabalíes ó ciervos, VI, 102 á 106; su hijo Apolo mató á Oto y á Efialtes, XI, 318 á 320; intentó forzarla Ticio, cuando ella se dirigía á Pito, XI, 580 y 581.
Leda (Λήδη): Hija de Testio, esposa de Tíndaro y madre de Cástor, Pólux, Helena y Clitemnestra. Ulises ve su sombra en el Orco, XI, 298 á 300.
Lemnos (Λῆμνος): Isla del mar Egeo. Vulcano finge que se va á Lemnos, la ciudad que le es más grata, para volverse en seguida y sorprender á Marte y Venus en flagrante adulterio, VIII, 282 á 284.
Leócrito (Λειώκριτος): Uno de los pretendientes de Penélope. Era hijo de Evénor. En el ágora de los itacenses increpa á Méntor porque aconseja á los pretendientes que desistan, y dice que el mismo Ulises recibiría la muerte si intentase combatir con ellos, II, 242 á 256; muere á manos de Telémaco, que le hunde la lanza en el ijar, XXII, 294 á 296.
Lesbos (Λέσβος): Isla del mar Egeo y ciudad de la misma, IV, 342; XVII, 133.
Lesque (Λέσχη): Lugar público, cubierto, que por la noche utilizaban como dormitorio los transeuntes y los mendigos, XVIII, 329. Gonzalo Pérez traduce la palabra λέσχη por hespital:
Pues no te vas á echar por hespitales
(tomo II, pág. 652);
y el señor Baráibar por público mentidero:
... En vez de irte
Á dormir á una fragua, ó algún público
Mentidero ...
(tomo II, pág. 155).
Lestrigonia (Λαιστρυγονίη): Región, probablemente de la costa occidental de Sicilia, donde vivía un pueblo de gigantes antropófagos, X, 82; XXIII, 318.
Leucotea (Λευκοθέη) Epíteto de Ino, transformada en diosa marina, V, 333 y 334. (Véase Ino).
Libia (Λιβύη): Parte de África. Allí los corderos desde muy chiquitos tienen cuernos y las ovejas paren tres veces al año, IV, 85 y 86; XIV, 295.
Liodes (Λειώδης): Arúspice de los pretendientes. Era hijo de Énope. Es el primero que se levanta para tender el arco, lo intenta en vano, dice que aquel arco privará á muchos de la vida, y es reprendido por Antínoo, XXI, 144 á 174; en la escena de la matanza, ruega á Ulises que no lo mate, abrazándolo por las rodillas; pero el héroe le corta la cabeza, que cae al suelo cuando Liodes hablaba todavía, XXII, 310 á 329.
Malea (Μάλεια): Promontorio de Laconia, III, 287; IV, 514; IX, 80; XIX, 187.
Mantio (Μάντιος): Hijo de Melampo, padre de Polifides y de Clito, y abuelo de Teoclímeno, XV, 242 á 256.
Maratón (Μαραθών): Ciudad del Ática, situada en el campo Maratonio, VII, 80.
Marón (Μάρων): Hijo de Evantes, y sacerdote de Apolo en Ismaro. Hizo espléndidos dones á Ulises porque el héroe lo respetó á él y á su familia en el saqueo de la ciudad, IX, 196 á 204.
Marte (Ἄρης): Dios de la guerra, hijo de Júpiter y de Juno. Demódoco canta los amores de Marte y Venus: cómo se unieron en la ausencia de Vulcano y cómo este dios los aprisionó en unos lazos invisibles que había colocado en la cama, llamo á todos los dioses para que fuesen testigos del hecho, y por fin los dejó en libertad, á petición de Neptuno que salió fiador de Marte, VIII, 266 á 367.
Mastórida (Μαστορίδης): Hijo de Mástor. Nombre patronímico del anciano héroe Haliterses, II, 158; XXIV, 452.
Maya (Μαῖα): Hija de Atlante y madre de Mercurio, que tuvo de Júpiter, XIV, 435.
Medonte (Μέδων): Heraldo de Ítaca. Suele estar con los pretendientes, y descubre á Penélope el acuerdo que han tomado de matar á Telémaco, IV, 675 á 714; XVI, 252, 412; avisa á los pretendientes cuando llega la hora de aparejar la cena, XVII, 172 á 176; sálvase, gracias á Telémaco, en la matanza de los pretendientes, XXII, 357 á 380; habla en el ágora para decir á los itacenses que Ulises no ha llevado al cabo la matanza sin la voluntad de los dioses y que uno de éstos ha intervenido en la misma, XXIV, 438 á 449.
Megapentes (Μεγαπένθης): Hijo de Menelao y de una esclava. Cásalo Menelao con la hija de Aléctor, IV, 10 á 12; por orden de su padre, saca de la habitación en que se guardaban los objetos preciosos una cratera de plata para regalarla á Telémaco, XV, 100 á 104, 122.
Megara (Μεγάρη): Hija de Creonte y esposa de Hércules. Ulises ve su sombra en el Orco, XI, 269 y 270.
Melampo (Μελάμπους): Célebre adivino, hijo de Amitaón. Prometió traerle á Neleo las vacas de Ificlo, pero éste lo aprisionó, soltándolo al cabo de un año por haberse enterado de los oráculos, XI, 291 á 297; á su linaje pertenecía Teoclímeno, XV, 225; vivió primero en Pilos, mas Neleo se apoderó de muchas de sus cosas durante el año que estuvo preso en el palacio de Fílaco, por lo cual lo castigó al volver y trasladó su domicilio á Argos, donde se casó y tuvo dos hijos: Antífates y Mantio, XV, 225 á 256.
Melaneo (Μελανεύς): Prócer itacense, padre de Anfimedonte, XXIV, 103.
Melantio (Μελανθεύς y Μελάνθιος): Cabrero de Ulises. Era hijo de Dolio y hermano de Melanto. Encuentra á Eumeo y á Ulises, transfigurado en mendigo; increpa á este último con palabras groseras, le da una coz, y es reprendido por Eumeo; sigue su camino, penetra en el palacio de Ulises y se sienta frente á Eurímaco, XVII, 212 á 257; dice á los pretendientes que el mendigo lo ha traído Eumeo, XVII, 369 á 373; llega al palacio de Ulises con algunas cabras y dos pastores, increpa al mendigo (Ulises) porque no se va de allí, y le amenaza con llegar á las manos, XX, 173 á 182; escancia el vino en la comida de los pretendientes, XX, 255; por orden de Antínoo, enciende fuego, coloca junto al mismo un sillón y saca una bola de sebo para que los pretendientes calienten y unten el arco, XXI, 175 á 183; dice Antínoo que manden á Melantio que comparezca con algunas cabras para ofrecer los muslos á Apolo y terminar el certamen, XXI, 265 á 268; contestando Melantio á Agelao, dice que no es posible salir por el postigo, y acto continuo va á buscar armas para los pretendientes, XXII, 135 á 146; presume Telémaco que quien ha ido á buscar las armas es Melantio, hijo de Dolio, XXII, 159; vuelve Melantio á buscar armas, y Eumeo y Filetio, por orden de Ulises, le aguardan, lo tiran contra el suelo y, atándole por detrás los pies y las manos con una soga, lo suben á lo alto de una columna, XXII, 160 á 199; Telémaco, el boyero y el porquerizo sacan á Melantio al vestíbulo, le cortan las narices y las orejas, le arrancan las partes verendas y le amputan los pies y las manos, con ánimo irritado, XXII, 474 á 477.
Melanto (Μελανθώ): Sierva de Penélope. Era hija de Dolio y hermana de Melantio. Penélope la había criado como á una hija, pero ella no compartía los pesares de su señora y era la amante de Eurímaco; increpa groseramente al mendigo (Ulises) porque no se va del palacio y le pregunta si está envanecido por su victoria contra Iro, XVIII, 321 á 336; increpa nuevamente al mendigo (Ulises) porque se queda durante la noche en el palacio, y Penélope la reprende, XIX, 65 á 95; es una de las doce que se entregaron á la impudencia y son ahorcadas en el patio del palacio, XXII, 424, 465 á 473.
Memnón (Μέμνων): Hijo de Titón y de la Aurora. Mató á Antíloco, hijo de Néstor, IV, 187 y 188; fué el hombre más hermoso que conoció Ulises, XI, 522.
Menelao (Μενέλαος): Rey de Lacedemonia, hijo de Atreo, hermano de Agamenón, marido de Helena, y padre de Hermione y de Megapentes. Minerva, transfigurada en Mentes, aconseja á Telémaco que vaya á ver á Menelao por si le da noticias de Ulises, I, 285 y 286; refiere Néstor que, después de la toma de Troya, Menelao exhortó á los aqueos á volver á la patria, III, 141; Menelao llegó con sus naves á Lesbos cuando Néstor y otros caudillos deliberaban acerca del rumbo que habían de tomar, III, 168 y 169; pregunta Telémaco dónde estaba Menelao cuando fué asesinado Agamenón, III, 249; dice Néstor que si Menelao, al volver de Troya, hubiese encontrado á Egisto vivo, ni se hubiese echado tierra sobre su cadáver, III, 256 á 261; venían navegando juntos Menelao y Néstor, pero, al llegar al promontorio de Sunio, Apolo mató al piloto de Menelao, y éste se detuvo para hacerle las exequias, III, 276 á 285; luego Júpiter dispersó las naves de Menelao, cabe al promontorio de Malea, lo llevó á él con cinco naves á Egipto, y el héroe llegó á Micenas el mismo día en que Orestes daba el banquete fúnebre en las exequias de su madre y de Egisto, III, 286 á 312; Néstor aconseja á Telémaco que vaya á ver á Menelao, III, 316 á 328; Telémaco y Pisístrato, al llegar á Esparta, hallan á Menelao celebrando la doble boda de su hijo y de su hija, IV, 1 á 17; Eteoneo participa á Menelao la llegada de los forasteros y recibe la orden de desuncirles los caballos y hacerlos entrar, IV, 20 á 36; Telémaco y Pisístrato contemplan absortos el palacio de Menelao, se sientan junto al héroe, comen, y Menelao les saluda y les obsequia con el lomo de un buey asado, IV, 43 á 66; Menelao, al comprender lo que Telémaco habla con Pisístrato, dice que ningún hombre puede competir con Júpiter, enumera sus peregrinaciones, y afirma que por nadie se aflige tanto como por Ulises, IV, 78 á 112; Menelao advierte que Telémaco llora, y no sabe si esperar á que le hable de Ulises ó interrogarle desde luego, IV, 116 á 119; pregunta Helena á Menelao si sabe quiénes son los huéspedes, pues uno de ellos se parece mucho á Telémaco, y Menelao responde que ya se le había ocurrido que fuese Telémaco, IV, 138 á 150; Pisístrato dice á Menelao que, con efecto, es Telémaco; cuenta Menelao cómo había decidido portarse con Ulises, de haber éste regresado á su patria, y lloran todos, IV, 155 á 186; dice Menelao á Pisístrato que ha hablado como un varón sensato, y propone que cesen de llorar y se acuerden de la cena, IV, 203 á 215; en seguida les da aguamanos Asfalión, servidor de Menelao, IV, 216 y 217; Helena, dirigiéndose á Menelao, á Telémaco y á Pisístrato, refiere cómo Ulises penetró en Troya, disfrazado de mendigo, IV, 235 á 265; responde Menelao diciendo que lo ha contado con gran exactitud, y narra á su vez, lo que aquél hizo dentro del caballo de madera, cuando Helena se acercó al mismo, IV, 265 á 289; replica Telémaco, dirigiéndose á Menelao, que más doloroso es que sea así, IV, 291 y 292; levántase Menelao cuando se descubre la Aurora, interroga á Telémaco acerca del motivo de su viaje, se indigna contra los pretendientes, predice la venganza de Ulises, y relata cómo, detenido en Egipto, supo por Proteo la suerte que les había cabido á los caudillos griegos, el asesinato de Agamenón, la estancia de Ulises en la morada de Calipso, y su propio destino futuro en los campos Elíseos; finalmente, ruega á Telémaco que se quede diez ú once días, IV, 306 á 592; Telémaco suplica á Menelao que no le detenga más, y el héroe promete darle una cratera fabricada por Vulcano, IV, 593 á 619; canta Demódoco que, en la toma de Troya, Ulises y Menelao fueron á la casa de Deífobo, VIII, 517 y 518; pregunta Agamenón á Ulises, en el Orco, si Orestes está con Menelao en Esparta, XI, 460; dice Minerva á Ulises que irá á Esparta á llamar á Telémaco, el cual se fué junto á Menelao, XIII, 412 á 415; en una relación fingida que hace Ulises, antes de darse á conocer al porquerizo, habla de una emboscada cuyos capitanes fueron Ulises, Menelao y el que habla, XIV, 469 á 471; Minerva se encamina á Lacedemonia y halla á Telémaco y á Pisístrato acostados en el vestíbulo del palacio de Menelao, XV, 1 á 5; Minerva aconseja á Telémaco que pida licencia á Menelao para volverse á Ítaca, XV, 14 y 15; dice Pisístrato á Telémaco que no partan hasta que Menelao les traiga los presentes y los despida con suaves palabras, XV, 51 á 53; Menelao se levanta al despuntar la Aurora, Telémaco le sale al encuentro y le expresa su deseo de irse, Menelao y Helena le regalan respectivamente una cratera y un peplo, comen, Telémaco y Pisístrato suben al carro, y Helena, interpretando un presagio, asegura que Ulises se vengará de los pretendientes, XV, 57 á 178; Pisístrato deja en la popa de la nave de Telémaco los regalos que á éste le había hecho Menelao, XV, 206 y 207; Pireo dice á Telémaco que le mande mujeres para remitirle los presentes de Menelao, XVII, 75 y 76; cuenta Telémaco á Penélope que Néstor le envió á Menelao y repite lo que éste le dijo, XVII, 116 á 147; en el Orco, Agamenón recuerda á Anfimedonte que fué á su casa, como huésped juntamente con Menelao, cuando pidieron á Ulises que les acompañara á Troya, XXIV, 115 á 119.
Mentes (Μέντης): Rey de los tafios, hijo de Anquíalo y huésped de Ulises. Minerva toma su figura para aconsejarle á Telémaco que vaya á Pilos y á Esparta, I, 105, 180 y 181, 417 á 419. (Véase Minerva).
Méntor (Μέντωρ): Hijo de Álcimo y amigo de Ulises. Ulises, al embarcarse, le había encomendado su casa, II, 226 y 227; levántase Méntor en el ágora de los itacenses, se queja de los ciudadanos porque no refrenan la osadía de los pretendientes y es increpado por Leócrito, II, 224 á 256; dice Noemón que se embarcó, como capitán de la nave de Telémaco, Méntor ó un dios que le era semejante, pues luego ha visto á Méntor en Ítaca, IV, 653 á 656; recién llegado de Pilos, Telémaco va al ágora y se sienta donde estaba Méntor, Ántifo y Haliterses, XVII, 68 á 70; dice Haliterses á los itacenses que la matanza de los pretendientes ha ocurrido porque no se dejaron persuadir ni por él ni por Méntor, XXIV, 454 á 456. Minerva toma la figura de Méntor: a) para aparecérsele á Telémaco en la orilla del mar, buscarle nave y remeros y acompañarle á Pilos, II, 268, 401; III, 22, 240; IV, 654; b) para animar á Ulises en la matanza de los pretendientes, XXII, 206, 208, 213, 235, 249; XXIV, 446; c) para animar á Laertes en la lucha de Ulises y los suyos con los itacenses, XXIV, 502 y 503, 548. (Véase Minerva).
Mera (Μαῖρα): Hija de Preto y de Antea. Ulises ve su sombra en el Orco, XI, 326.
Mercurio (Ἑρμείας y Ἑρμῆς): Dios, hijo de Júpiter y de Maya. Enviáronlo los dioses á Egisto para que éste no matara á Agamenón ni pretendiera á su esposa, I, 37 á 43; Minerva pide á Júpiter que Mercurio vaya á la isla Ogigia, á fin de que Calipso deje partir á Ulises, I, 84 á 87; manda Júpiter á Mercurio que vaya á decirle á Calipso la resolución tomada por los dioses de que Ulises vuelva á su patria, y Mercurio ata á sus pies los talares, llega á Ogigia, pone en conocimiento de la ninfa la resolución de las deidades y le aconseja que despida al héroe y no se atraiga el enojo de Júpiter, V, 28 á 148; Ulises se acomoda en la silla de donde se había levantado Mercurio, V, 195 y 196; cuando Vulcano llamó á los dioses, al sorprender en flagrante adulterio á Marte y Venus, presentóse Mercurio y, como Apolo le dijera si le gustaría estar en el puesto de Marte, contestó que sí, aunque los contemplaran todas las deidades, VIII, 322, 323, 334 á 342; cuando Ulises se encaminaba al palacio de Circe, le salió al encuentro Mercurio y le dió una planta llamada moly para que aquélla no pudiese encantarlo, X, 275 á 307; Mercurio y Minerva guiaron á Hércules cuando el héroe se llevó del Orco el can Cerbero, XI, 626; Mercurio refirió á Calipso que Júpiter había prometido al Sol hacer pedazos la nave de Ulises para castigar á los compañeros del mismo, XII, 390; Eumeo, en la comida que da á Ulises transfigurado en mendigo, ofrece una de las porciones á Mercurio, XIV, 435; dice Ulises, todavía transfigurado en mendigo, que, gracias á Mercurio, nadie rivalizaría con él en servir como criado, XV, 319 á 324; llámase cerro de Mercurio (Ἕρμαιος λόφος) una eminencia que hay junto á la ciudad de Ítaca, XVI, 471; Mercurio concedió á Autólico que descollara sobre los hombres en hurtar y jurar, XIX, 395 á 397; después de la matanza de los pretendientes, Mercurio, con la áurea vara en la mano, guía hacia el Orco las almas de los mismos, XXIV, 1 á 10.
Mermérida (Μερμερίδης): Hijo de Mérmero. Nombre patronímico de Ilo, I, 259.
Mesaulio (Μεσαύλιος): Siervo comprado por Eumeo con sus propios recursos, XIV, 449, 455.
Mesena (Μεσσήνη): Ciudad de Lacedemonia, donde habitaba Orsíloco. Allí se encontraron Ulises é Ífito, XXI, 15.
Micenas (Μυκήνη): Ciudad de Argólide; capital del reino de Agamenón, III, 305; XXI, 108.
Micene (Μυκήνη): Hija de Ínaco, II, 120.
Mimante (Μίμας): Monte de Jonia, III, 172.
Minerva (Ἀθήνη y Ἀθηναίη): Diosa, hija de Júpiter. En el concilio de los dioses se queja de que Ulises esté detenido por Calipso en la isla Ogigia; y propone que Mercurio vaya á decir á la ninfa que deje en libertad al héroe, mientras ella desciende á Ítaca y acompaña á Telémaco en un viaje á Pilos y á Esparta, I, 44 á 62, 80 á 95; desciende á Ítaca, transfigurada en Mentes, es acogida por Telémaco y, después de asegurar que Ulises vive y volverá, exhorta á su hijo á que convoque en el ágora á los ciudadanos, intime á los pretendientes que salgan del palacio y haga un viaje á Pilos y á Esparta, I, 96 á 319, 444; deparó á los aqueos una vuelta deplorable cuando regresaron de Troya, I, 326 y 327; difunde dulce sueño en los ojos de Penélope, que llora por Ulises, I, 363 y 364; circunda á Telémaco de gracia divinal, II, 12; por ella, según Antímaco, es Penélope diestra en primorosas labores, inteligente y astuta, II, 116 á 118; invocada por Telémaco, se le aparece debajo la figura de Méntor, le aconseja que prepare los víveres para el viaje y le promete que le buscará una nave y compañeros, II, 260 á 296; tomando la figura de Telémaco, pide una nave á Noemón, junta los marineros, encamínase al palacio de Ulises, infunde dulce sueño á los pretendientes, llama á Telémaco y se va con él á la embarcación, II, 382 á 403; embárcase con Telémaco, hace que sople el Céfiro, viento próspero para el viaje, y los marineros ofrecen libaciones á los dioses y especialmente á Minerva, II, 416, 420, 433; desembarca en Pilos con Telémaco, anima á éste, encamínanse ambos hacia Néstor, que estaba en la playa celebrando un sacrificio, é, invitada por Trasimedes, hace libaciones á Neptuno, III, 12 á 62; infunde audacia en el pecho de Telémaco para que responda á Néstor, III, 76; después de la toma de Troya, Agamenón quiso aplacar la cólera de la diosa con hecatombes, III, 145; durante la guerra de Troya, Minerva protegía manifiestamente á Ulises, III, 218 á 222; reprende á Telémaco por las impías palabras que profiere, III, 229 á 238; exhorta á Néstor para que acabe el sacrificio, III, 331 á 337; intenta volver á la nave con Telémaco, pero Néstor se opone; y entonces aconseja á Telémaco que se quede y ella se va cual si fuese un águila, III, 343 á 372; oye las plegarias que le dirige Néstor, III, 385, 393, quien manda preparar un sacrificio y lo ofrece á la diosa, III, 419, 430 á 463; apartó á Helena de junto al caballo de madera, IV, 289; invócala Menelao, IV, 341; XVII, 132; aborrecía á Ayax, IV, 502; Penélope, por consejo de Euriclea, ora á Minerva y la diosa escucha sus ruegos, IV, 752 á 767, y le envía un fantasma que la consuela participándole que á su hijo lo acompaña Minerva, IV, 795 á 838; la diosa vuelve á lamentarse en el concilio de los dioses de que Ulises esté detenido por Calipso y logra que Júpiter mande á Mercurio á la isla Ogigia, V, 5 á 28; los aqueos, al regresar de Troya, ofendieron á Minerva, V, 108; calma Minerva la tempestad promovida por Neptuno á causa de su odio á Ulises, V, 382 á 387; sugiere á Ulises que se agarre á una peña al ser lanzado á la costa por el oleaje, V, 427, y le da prudencia para salir luego á tierra firme, V, 437; infunde dulce sueño á Ulises para que descanse, V, 491; encamínase al pueblo de los feacios, penetra, como un soplo de viento, en el cuarto de Nausícaa y, tomando la figura de la hija de Dimante, recomienda á la princesa que vaya al río á lavar la ropa, y vuelve al Olimpo, VI, 2 á 42; para que Ulises despierte, hace caer en el agua la pelota que tira Nausícaa, y todas las doncellas gritan, VI, 112 á 117; infunde ánimo á Nausícaa á fin de que no huya cuando se le presenta Ulises, VI, 139 y 140; hace que Ulises aparezca más alto y grueso, y con el cabello semejante á flores de jacinto, VI, 229 á 231; le circunda de gracia, de la misma manera que el artífice instruído por Vulcano y Minerva cerca con oro la plata, VI, 233 á 235; hay un bosque á ella consagrado, junto á la ciudad de los feacios, y allí se detiene Ulises, por recomendación de Nausícaa, antes de entrar en la ciudad, VI, 291, 322; oye Minerva la plegaria que desde aquel sitio le dirige Ulises, VI, 328; envuelve al héroe en una niebla cuando el mismo endereza sus pasos á la ciudad, le sale al encuentro, transfigurada en una moza, habla con él, lo lleva al palacio de Alcínoo, le aconseja que suplique á Arete, y se va á Atenas, VII, 14 á 81; ha concedido á las mujeres feacias que se señalen en fabricar lienzos, VII, 110; disipa la nube en que envolviera á Ulises, así que el héroe llega á la presencia de Arete, VII, 140 á 143; invócala Alcínoo, VII, 311; transfigurada en heraldo, llama á los feacios para que acudan al ágora, VIII, 7 á 14; circunda de gracia á Ulises y le hace aparecer más alto y más grueso, VIII, 18 á 20; transfigurada en varón, señala dónde ha llegado el disco de Ulises y anima á éste, VIII, 193 á 198; con su ayuda construyó Epeo el caballo de madera, VIII, 493; por su favor ganó Ulises la victoria cuando, en el sitio de Troya, fué á la casa de Deífobo, VIII, 520; en la cueva del Ciclope, Ulises meditaba siniestros propósitos, por si Minerva le concediese la victoria, IX, 317; Minerva y los troyanos fallaron la contienda de las armas de Aquiles, adjudicándolas á Ulises, XI, 547; guiado por Mercurio y por Minerva, Hércules sacó del Orco el can Cerbero, XI, 626; gracias á Minerva, hicieron los feacios tantos presentes á Ulises, XIII, 121; al despertar Ulises en su patria, Minerva lo envuelve en una nube para que nadie lo reconozca, XIII, 189 á 193; luego se le acerca, transfigurada en joven pastor, y, contestando á sus preguntas, le describe la comarca y le dice que está en Ítaca, lo cual alegra á Ulises aunque duda todavía de que sea verdad, XIII, 221 á 252; entonces Minerva se transfigura en una mujer hermosa y se descubre á Ulises, disipa la niebla que envolvía al héroe, le hace reconocer su tierra natal, le ayuda á ocultar los regalos en una cueva y, sentándose ambos al pie de un olivo, deliberan sobre la matanza de los pretendientes, XIII, 287 á 396; acto continuo Minerva hace incognoscible á Ulises, pues, tocándole con una varita, le convierte en un anciano harapiento, le aconseja que vaya á encontrar al porquerizo, y se encamina á Lacedemonia á fin de llamar á Telémaco, XIII, 397 á 440; Ulises endereza sus pasos hacia donde le indicara Minerva, XIV, 2; en la fingida relación que de su vida hace Ulises á Eumeo, dice que en otro tiempo Marte y Minerva diéronle audacia y valor para luchar con los enemigos, XIV, 216; va Minerva á Lacedemonia, halla á Telémaco durmiendo y, apareciéndosele en sueños, le aconseja que regrese á Ítaca, desembarque antes de llegar á la ciudad, para librarse de la emboscada de los pretendientes, y vaya á la cabaña de Eumeo, después de lo cual la diosa se retira al Olimpo, XV, 1 á 43; Telémaco, antes de partir, ofrece un sacrificio á Minerva, XV, 222, y la diosa le envía próspero viento, XV, 292; así que Eumeo sale de la cabaña, Minerva se presenta á Ulises, le llama afuera, le recomienda que nada le oculte á Telémaco y, tocándole con la varita de oro, hace que recobre su figura y lleve hermosas vestiduras, XVI, 155 á 174, 207; Ulises dice á Telémaco que ha ido á la cabaña del porquerizo por consejo de Minerva, XVI, 233, que la diosa les ayudará en la lucha con los pretendientes, XVI, 260, y, que tan pronto como ésta se lo inspire, le hará una señal á Telémaco para que esconda las armas que hay en el palacio, XVI, 282; infunde Minerva dulce sueño en los ojos de Penélope, XVI, 451; vuelve el porquerizo á la cabaña y Minerva, tocando á Ulises con la varita, torna á convertirlo en un anciano harapiento, XVI, 454; Minerva circunda de gracia divinal á Telémaco cuando éste se encamina al ágora, XVII, 63; incita á Ulises á que pida limosna á los pretendientes, XVII, 360 á 362; le aumenta la robustez del cuerpo cuando el héroe va á luchar con Iro, XVIII, 69 y 70; había de detener á Anfínomo para que éste cayera vencido por Telémaco, XVIII, 155 y 156; inspira á Penélope el deseo de mostrarse á los pretendientes, XVIII, 158 á 160; le infunde dulce sueño, la lava y hermosea, y parte en seguida, XVIII, 187 á 197; invócala Telémaco, XVIII, 235; no permite que los pretendientes se abstengan de la injuria, XVIII, 346 y 347; XX, 284 y 285; Ulises medita con Minerva la matanza de los pretendientes, XIX, 2, 52 ; la diosa alumbra con lámpara de oro á Ulises y Telémaco que esconden las armas, XIX, 33 y 34; distrae á Penélope cuando Ulises es reconocido por Euriclea, XIX, 479; y así que la reina sube á su habitación, le infunde dulce sueño, XIX, 604; aparécese á Ulises, transfigurada en mujer, le consuela prometiéndole su ayuda, le infunde sueño y se va al Olimpo, XX, 30 á 55; adiestró á las hijas de Pandáreo en primorosas labores, XX, 72; mueve á los pretendientes á una risa inextinguible y les perturba momentáneamente la razón, XX, 345 y 346; inspira á Penélope que les proponga á los pretendientes la prueba del arco, XXI, 1 á 4; difunde en los ojos de Penélope el dulce sueño, XXI, 357 y 358; en la matanza de los pretendientes, primero aparece, transfigurada en Méntor, é increpa á Ulises para animarle, XXII, 205, 210, 224 á 235; después se transforma en golondrina y se posa en una viga, XXII, 239 y 240, hace que resulten vanos los tiros de los pretendientes, XXII, 256, 273, y por fin levanta la égida y espanta á los pretendientes que son muertos por Ulises y los suyos, XXII, 297 á 309; realza la hermosura de Ulises, XXIII, 156 á 162; alarga la noche en que se verifica el reconocimiento de Ulises por Penélope, XXIII, 242 á 245; cubre con obscura nube á Ulises y los suyos cuando, al día siguiente de la matanza, salen al campo, XXIII, 371 y 372; hace que Laertes aparezca más alto y más grueso al salir del baño, XXIV, 367 á 369; la invoca Laertes XXIV, 376; inquiere la voluntad de Júpiter acerca de la lucha de Ulises con los itacenses y, al oir que el dios le aconseja el restablecimiento de la paz, desciende á Ítaca, XXIV, 472 á 488; cuando Ulises y los suyos salen de la casa para pelear, se les acerca la diosa, transfigurada en Méntor, y aquél, al verla, se regocija, XXIV, 502 á 504; Minerva se detiene junto á Laertes, le exhorta á invocarla á ella misma, le infunde gran valor, y Laertes mata á Eupites, XXIV, 516 á 523; Ulises y los suyos hubieran muerto á todos los enemigos, si Minerva no hubiese mandado á los itacenses que cesaran de pelear, XXIV, 528 á 533; Minerva detiene asimismo á Ulises y hace jurar la paz á entrambas partes, con lo cual termina la Odisea, XXIV, 541 á 548.
Minos (Μίνως): Rey de Creta, hijo de Júpiter y de Europa. Á su hija Ariadna, Teseo se la llevó de Creta, XI, 321 á 323; Minos administra justicia á los muertos, XI, 568 á 571; su linaje está en Creta, XVII, 523; conversaba con Júpiter y reinó nueve años en Cnoso, XIX, 178 á 180.
Mulio (Μούλιος): Heraldo duliquiense y criado de Anfínomo. Sirve el vino á los pretendientes, XVIII, 423 á 425.
Nadie (Οὖτις): Nombre que se atribuye Ulises para engañar al Ciclope, XI, 366, 369, 408, 455, 460. (Véase Ulises.)
Naubólides (Ναυβολίδης): Uno de los jóvenes feacios que toman parte en los juegos celebrados ante Ulises. Era el más gallardo, si se exceptúa á Laodamante, VIII, 116 y 117.
Nausícaa (Ναυσικάα): Hija hermosísima de Alcínoo y de Arete, reyes de los feacios. Está durmiendo cuando se le aparece Minerva, transfigurada en la hija de Dimante, y le aconseja que vaya con las esclavas á lavar la ropa á orillas del río, VI, 15 á 47; pide á su padre un carro, pone en el mismo los vestidos, parte con las esclavas, llegan al río, lavan la ropa, se bañan, comen, y juegan á la pelota, pero ésta cae en el río y gritan todas despertando á Ulises, VI, 48 á 118; al presentarse Ulises, huyen las esclavas, y Nausícaa se queda inmóvil, porque Minerva le da ánimo, oye la súplica del héroe, le dice que aquél es el país de los feacios y ella la hija de Alcínoo, y, por su orden, las esclavas llevan á Ulises á que se bañe, le dan un vestido y le sirven comida, VI, 127 á 150; Nausícaa pone en el carro la ropa lavada, le dice á Ulises que las siga y se quede en el bosque de Minerva hasta que ellas hayan entrado en la población, y que luego pregunte por el palacio de Alcínoo y, en llegando, implore á la reina Arete, VI, 251 á 315; Nausícaa aguija con discreción á las mulas, para que puedan seguirle Ulises y las esclavas, VI, 316 á 320; llega Nausícaa al palacio de Alcínoo y, mientras sus hermanos desuncen las mulas y llevan adentro los vestidos, se va á su cuarto donde Eurimedusa le encendía fuego y le aparejaba la cena, VII, 1 á 13; cuenta Ulises á Alcínoo y á Arete cómo imploró á Nausícaa y ésta mandó que lo lavaran y le dieran vestido y comida, VII, 290 á 296; Alcínoo censura á su hija porque no le trajo á Ulises con las esclavas y el héroe la excusa, VII, 298 á 307; expresa Alcínoo su deseo de que Ulises se case con Nausícaa, VII, 311 á 315; Nausícaa contempla con admiración á Ulises, que sale del baño, le saluda, y le pide que se acuerde de ella, ya que le debe el rescate de la vida; y Ulises promete invocarla todos los días como á una diosa, VIII, 457 á 468.
Nausítoo (Ναυσίθοος): Antiguo rey de los feacios. Fué hijo de Neptuno y de Peribea, padre de Rexénor y de Alcínoo y abuelo de Arete. Llevó á los feacios de la espaciosa Hiperea á Esqueria, donde edificó una ciudad y repartió los campos, VI, 7 á 10; su genealogía, VII, 56 á 66; dijo que Neptuno miraba con malos ojos á los feacios porque conducían á todos los hombres, y vaticinó que aquel dios haría naufragar una nave de los feacios y cubriría la vista de la ciudad con una gran montaña, VIII, 565 á 569; XIII, 172 á 178.
Nauteo (Ναυτεύς): Uno de los jóvenes feacios que toman parte en los juegos celebrados ante Ulises, VIII, 112.
Neera (Νέαιρα): Ninfa, de la cual tuvo el Sol dos hijas: Faetusa y Lampetia, XII, 132 y 133.
Neleo (Νηλεύς): Antiguo rey de Pilos. Fué hijo de Neptuno y de Tiro, la hija de Salmoneo, hermano de Pelias, esposo de Cloris y padre de Néstor, de Cromio, de Periclímeno y de la bellísima Pero (según la Ilíada XI, 692, fueron doce los hijos de Neleo). Pilos es llamada la bien construída ciudad de Neleo, III, 4; sentábase Neleo, consejero igual á los dioses, en unas piedras pulimentadas que estaban junto al portón de su casa, III, 406 á 409; Ulises ve en el Orco á Tiro, la cual concibió de Neptuno á Pelias y á Neleo, XI, 235 á 257; ve luego á Cloris que tuvo de Neleo hijos ilustres: Néstor, Cromio, el arrogante Periclímeno y la ilustre Pero, encanto de los mortales, XI, 281 á 287; Neleo se empeñó en no dar su hija Pero sino á quien le trajese de Fílace las vacas de Ificlo, XI, 288 á 291; Melampo salió de Pilos huyendo de Neleo, que le retuvo los bienes durante el año que aquel pasó encadenado en el palacio de Fílaco, por la falta que cometiera para alcanzar la hija de dicho rey, á quien castigó, XV, 226 á 238.
Nelida (Νηληϊάδης): Hijo de Neleo. Nombre patronímico de Néstor, III, 79, 202, 247, 465.
Neoptólemo (Νεοπτόλεμος): Hijo de Aquiles y de Deidamia. Volvió indemne de Troya á su patria, III, 188 y 189; toma por esposa á Hermione, hija de Menelao y de Helena, IV, 5 á 9; sus hazañas son referidas por Ulises á Aquiles en el Orco, XI, 504 á 536.
Neptuno (Ποσειδάων): Dios del mar, hijo de Saturno y de Rea, hermano de Júpiter. Todos los dioses compadecen á Ulises, detenido en la isla de Calipso, menos Neptuno que permaneció irritado contra Ulises hasta que el héroe volvió á la patria, I, 19 á 21; en ausencia de Neptuno, los dioses se reúnen y acuerdan que Ulises vuelva á la patria, I, 22 á 79; Telémaco y Méntor (Minerva) llegan á Pilos cuando los habitantes celebran un sacrificio á Neptuno, Pisístrato les invita á orar al dios, y Minerva lleva á cumplimiento lo que ella misma pide en la súplica, III, 5 á 62; Proteo es servidor de Neptuno, IV, 38, y 386; Neptuno acercó á Ayax á las rocas Giras, sacándolo incólume del mar; pero, como el héroe profiriera jactanciosas palabras, el dios golpeó con el tridente la roca, y el pedazo en que Ayax se había sentado cayó en el mar arrastrándolo, IV, 499 á 509; al volver de Etiopía, Neptuno ve á Ulises en el mar, cerca del país de los feacios, promueve una tempestad, y se encamina á Egas, V, 282 á 381; Ulises teme que le acometa algún monstruo marino porque Neptuno está enojado con él, V, 422 y 423; dice Ulises al dios del río, por donde sale del mar, que llega á él huyendo del ponto y de las amenazas de Neptuno, V, 445 y 446; el ágora de los feacios se halla cabe á un templo de Neptuno, VI, 266; Ulises ora á Minerva, que no se le aparece porque teme á Neptuno, VI, 323 á 331; los feacios atraviesan el mar en sus bajeles, por concesión de Neptuno, VII, 35 y 36; Neptuno, engendró en Peribea á Nausítoo, VII, 56 á 62; cuenta Ulises que Neptuno le suscitó grandes trabajos, conmoviendo el mar, VII, 271 á 273; cuando Vulcano llama á los dioses para que presencien el adulterio de Venus, Neptuno comparece, ruega á Vulcano que ponga en libertad á los culpables y se constituye en fiador de Marte, VIII, 322 á 356; dijo Nausítoo que Neptuno miraba con malos ojos á los feacios porque conducían á todos los hombres, y vaticinó que el dios haría naufragar una nave de los feacios y cubriría la vista de la ciudad con una montaña, VIII, 565 á 569; XIII, 173 á 177; dice Ulises al Ciclope que Neptuno le ha estrellado la nave contra las rocas, IX, 283 á 285; los demás Ciclopes aconsejan á Polifemo que ruegue á su padre Neptuno, IX, 412; se gloría el Ciclope de ser hijo de Neptuno, IX, 517 á 521; dice Ulises á Polifemo que ni el mismo Neptuno le curará el ojo, IX, 525; pide el Ciclope á Neptuno que Ulises no vuelva á Ítaca ó pierda antes la nave y los compañeros, IX, 526 á 535; dice Tiresias á Ulises que Neptuno le dificultará la vuelta, XI, 101 á 103; recomienda Tiresias á Ulises que sacrifique á Neptuno un carnero, un toro y un verraco, XI, 130 y 131; XXIII, 277 y 278; Neptuno, tomando la figura de Enipeo, se acostó con Tiro y engendró á Pelias y á Neleo, XI, 241 á 254; Ulises pregunta á Agamenón, en el Orco, si fué Neptuno quien le mató en sus naves, y el Atrida le contesta negativamente, XI, 399, 406; dice Circe á Ulises que cuando Caribdis sorbe el agua, ni Neptuno podría librarle de la perdición, XII, 107; Neptuno se queja á Júpiter de que los feacios hayan conducido á Ulises á su patria, el padre de los dioses le dice que haga naufragar la nave y cubra la vista de la ciudad con una montaña, y Neptuno convierte la nave en un peñasco, XIII, 125 á 183; los feacios ofrecen un sacrificio á Neptuno para que este dios no les cubra la vista de la ciudad con una montaña, XIII, 185 á 187; dice Minerva á Ulises que no se le ha mostrado anteriormente porque no quería luchar con Neptuno, XIII, 340 á 343; así como la tierra aparece grata á los que vienen nadando porque Neptuno les hundió el bajel; así le era agradable á Penélope la vista del esposo, XXIII, 233 á 239; pregunta Agamenón á Anfimedonte, al ver entrar tantos jóvenes en el Orco, si Neptuno los hizo sucumbir, XXIV, 109 y 110.
Nérico (Νήρικος): Ciudad de los cefalenos, que tomó Laertes, XXIV, 377.
Nérito (Νήριτον): Monte de Ítaca, IX, 22; XIII, 351.
Nérito (Νήριτος): Itacense, hijo de Pterelao. Juntamente con sus hermanos Ítaco y Políctor construyó la fuente que había en los alrededores de Ítaca, XVII, 207.
Néstor (Νέστωρ): Rey de Pilos, hijo de Neleo y de Cloris, hermano de Cromio, de Periclímeno y de Pero, esposo de Eurídice y padre de Antíloco, de Pisístrato, de Trasimedes, de Policasta, y también de Perseo, que tuvo de otra mujer. Minerva, transfigurada en Mentes, aconseja á Telémaco que vaya á preguntar á Néstor si sabe algo de Ulises, I, 284; llegan Telémaco y Méntor (Minerva) á Pilos cuando Néstor y los demás habitantes ofrecen un sacrificio á Neptuno, III, 4 á 33; pide Méntor (Minerva) á Neptuno que colme de gloria á Néstor, III, 57; Néstor pregunta á Telémaco y á Méntor (Minerva) quiénes son, les refiere cómo los aqueos partieron de Troya, después de tomar esta ciudad, se lamenta de que los pretendientes hayan invadido el palacio de Ulises, y, á instancias de Telémaco, relata la muerte de Agamenón, III, 69 á 312; Néstor aconseja á Telémaco que vea á Menelao, y no le permite que se vaya á dormir á la nave, III, 313 á 328, 345 á 355; Néstor, al reconocer á Minerva, dice á Telémaco que no será cobarde ni débil, puesto que le acompañan las deidades, y ofrece celebrar un sacrificio en honor de la diosa, III, 373 á 384; vanse todos al palacio y Néstor hace dormir á Telémaco en el pórtico, se acuesta en el interior, y, al día siguiente, ofrece el sacrificio á Minerva, III, 386 á 463; Telémaco es lavado y ungido por Policasta, hija de Néstor, y luego se sienta al lado del mismo, III, 464 á 469; Néstor manda que se apareje un carro con sus corceles para que Telémaco y Pisístrato vayan á Lacedemonia, III, 474 á 476; Telémaco y el hijo de Néstor paran el carro en el vestíbulo de la casa de Menelao, IV, 20 á 22; habla Telémaco en voz baja al hijo de Néstor, IV, 69 y 70; dice Pisístrato á Menelao que Néstor le ha enviado para que acompañe á Telémaco, IV, 161 y 162; el hijo de Néstor (Pisístrato) llora al acordarse de Antíloco, IV, 186 y 187; dice Menelao que Júpiter ha concedido á Néstor placentera vejez y que sus hijos sean discretos y belicosos, IV, 209 y 211; acuéstanse Telémaco y el hijo de Néstor (Pisístrato) en el vestíbulo del palacio de Menelao, IV, 303; preguntó Menelao á Proteo si habían vuelto salvos en sus galeras los aquivos á quienes Néstor y él dejaron al partir de Troya, IV, 486 á 488; Ulises ve en el Orco á Cloris, la madre de Néstor, XI, 281 á 286; Minerva se encamina al palacio de Menelao y halla á Telémaco y al hijo de Néstor (Pisístrato) acostados en el vestíbulo, XV, 4 y 5; Menelao dice á Telémaco y á Pisístrato que lleven su saludo á Néstor, y el primero ofrece cumplir el encargo, XV, 151 á 156; Telémaco pide al hijo de Néstor (Pisístrato) que le deje embarcar antes de llegar á la ciudad, XV, 194 á 201; refiere Telémaco á Penélope que fué á ver á Néstor, y que éste le trató como un padre al hijo que vuelve tras larga ausencia, XVII, 107 á 113.
Nestórida (Νεστορίδης): Hijo de Néstor. En la Odisea sólo se halla como nombre patronímico de Pisístrato, III, 36, 482; IV, 71, 155; XV, 6, 44, 48, 166, 195, 202.
Neyo (Νήϊον): Monte de Ítaca, I, 186; á su pie está situada la ciudad, III, 81.
Niso (Νῖσος): Hijo de Areto y padre del pretendiente Anfínomo, XVI, 395; XVIII, 127, 413.
Noemón (Νοήμων): Hijo de Fronio. Minerva, habiendo tomado la figura de Telémaco, consigue que Fronio le ceda la barca para el viaje á Pilos, II, 386 y 387; Fronio pregunta á Antínoo si sabe cuándo volverá Telémaco, y le cuenta que le dió la barca y que con él se fueron los jóvenes más señalados del pueblo, IV, 630 á 656.
Océano (Ὠκεανός): Hijo del Cielo y esposo de Tetis (Τηθύς). Homero lo considera como un río que ciñe la tierra, IV, 568; V, 275; X, 139, 508, 511; XI, 13, 21, 158, 639; XII, 1; XIX, 434; XX, 65; XXII, 197; XXIII, 244, 347; XXIV, 11.
Ocíalo (Ὠκύαλος): Uno de los jóvenes feacios que toman parte en los juegos celebrados ante Ulises, VIII, 111.
Ogigia (Ὠγυγίη): Isla donde vive la ninfa Calipso, I, 50 á 52, 85; IV, 556 y 557; V, 13 y 14, 55 á 75; VI, 172; VII, 244, 254; XII, 448; XXIII, 333.
Oicleo (Ὀϊκλείης): Hijo de Antífates y padre de Anfiarao, XV, 243.
Olimpo (Ὄλυμπος y Οὔλυμπος): Monte de Tesalia, morada de los dioses superiores, I, 102; VI, 42, 240; VIII, 331; X, 307; XI, 313, 315; XII, 337; XIV, 394; XV, 43; XVIII, 180; XX, 55, 73, 103; XXIV, 351, 488.
Onetórida (Ὀνητορίδης): Hijo de Onétor. Nombre patronímico de Frontis, III, 282.
Ops (Ὦψ): Hijo de Pisenor y padre de Euriclea, I, 429; II, 347; XX, 148.
Orco (Ἀΐδης y Ἄϊς): El nombre Ἀΐδης ó Ἄϊς, que es el de Plutón, designa muchas veces el lugar en que está el infierno; usándose solo ó con la palabra δóμος (εἰν Ἀΐδαο δόμοσιν, en las mansiones de Plutón, etc.). Cuando va solo se ha traducido por Orco, y es en los siguientes versos: III, 410; VI, 11; X, 502, 560; XI, 65, 625, 635; XII, 17; XIV, 156. Para las restantes citas, véase la palabra Plutón.
Orcómeno (Ὀρχομενός): Ciudad de Beocia, XI, 284, 459.
Orestes (Ὀρέστης): Hijo de Agamenón y de Clitemnestra. Vengó el asesinato de Agamenón, matando á Clitemnestra y á Egisto, á quien los propios dioses habían revelado lo que tenía que ocurrir, I, 29 á 43; ¿no sabes, dice Méntor (Minerva) á Telémaco, cuánta gloria ha ganado Orestes desde que mató á Egisto? I, 298 á 300; fué ocho años después que muriera Agamenón cuando Orestes mató á Egisto y dió á los argivos el banquete fúnebre en las exequias del mismo y de Clitemnestra, III, 306 á 310; le dijo Proteo á Menelao que, si Orestes se le adelantaba en matar á Egisto, llegaría para el banquete fúnebre, IV, 546 y 547; el alma de Agamenón pregunta á Ulises dónde está Orestes, puesto que no ha desaparecido aún de la tierra, XI, 457 á 461.
Orión (Ὠρίων):
1) Amante de la Aurora, muerto en Ortigia por Diana, V, 121 á 124.
2) Constelación, V, 274.
3) Cazador gigantesco. Oto y Efialtes eran los mayores hombres de la tierra, si se exceptúa á Orión, XI, 310; Ulises ve en el Orco al gigantesco Orión, que persigue á las fieras con una clava de bronce, XI, 572 á 575.
Orménida (Ὀρμενίδης): Hijo de Órmeno. Nombre patronímico de Ctesio, XV, 414.
Orsíloco (Ὀρσίλοχος):
1) Hijo del río Alfeo y padre de Diocles, III, 488 y 489; XV, 186 y 187. En su casa encontráronse Ulises é Ífito, XXI, 16.
2) Hijo atribuído á Idomeneo por Ulises en la fingida relación que hace este héroe á Minerva transfigurada en joven pastor, XIII, 259 y 260.
Ortigia (Ὀρτυγίη): Isla fabulosa junto á Siria ó, según otros, isleta cercana á Delos, V, 123; XV, 404.
Osa (Ὄσσα): Monte de Tesalia, XI, 315.
Oto (Ὦτος): Hijo de Ifimedia y de Aloeo ó de Neptuno. Él y su hermano Efialtes fueron los hombres más altos de su tiempo, si se exceptúa á Orión; amenazaron á los dioses; y quisieron poner encima del Olimpo el Osa y arriba el Pelión para escalar el cielo, y lo hubieran conseguido si Júpiter no les hubiese dado muerte, XI, 305 á 320.
Pafos (Πάφος) Ciudad de Chipre, VIII, 363.
Palas (Παλλάς): Epíteto de Minerva, I, 125, 252, 327; II, 405; III, 29, 42, 222, 385; IV, 289, 828; VI, 233, 328; VII, 37; VIII, 7; XI, 547; XIII, 190, 252, 300, 371; XV, 1; XIX, 33; XX, 345; XXIII, 160; XXIV, 520, 547.
Pandáreo (Πανδάρεος): Hijo de Mérope y de Merops ó de Mercurio. Su hija Aedón, transformada en ruiseñor, canta llorando á Ítilo, el vástago que tuvo del rey Zeto, XIX, 518; cuando las hijas de Pandáreo se quedaron huérfanas, criólas Venus con queso, miel y vino, y las favorecieron Juno, Diana y Minerva; pero, mientras Venus iba á pedir para ellas florecientes nupcias, arrebatáronlas las Harpías y las dieron á las Furias como esclavas, XX, 66 á 78.
Panopeo (Πανοπεύς): Ciudad de Fócide, XI, 581.
Parnaso (Παρνησός): Monte de Beocia, XIX, 394, 411, 432; XXI, 220; XXIV, 332.
Patroclo (Πάτροκλος): Hijo de Menetio y compañero predilecto de Aquiles. Néstor le llama consejero igual á los dioses al nombrarle entre los que murieron en Troya, III, 110; el alma de Patroclo se le aparece á Ulises en el Orco, XI, 468; la misma está con Aquiles, Antíloco y Ayax cuando llegan al Orco las almas de los pretendientes, XXIV, 16; los restos de Patroclo fueron depositados en una urna de oro, juntamente con los de Aquiles, XXIV, 77.
Peante (Ποιάντος υἱός = hijo de Peante). Padre de Filoctetes, el célebre arquero, III, 190.
Peleo (Πηλεύς): Rey de los mirmidones, hijo de Éaco, marido de Tetis y padre de Aquiles, XI, 478; XXIV, 36. El alma de Aquiles pregunta á Ulises si Peleo conserva la dignidad real entre los mirmidones, XI, 494 y 495, y Ulises responde que nada sabe del mismo, XI, 505.
Pelias (Πελίας): Hijo de Neptuno y de Tiro, hermano de Neleo y padre de Alcestes. Vivió en Yaolco, XI, 235 á 257.
Pelida (Πηλείδης y Πηλείων): Hijo de Peleo. Nombre patronímico de Aquiles, V, 310; VIII, 75; XI, 467, 470, 551, 557; XXIV, 15, 18, 23.
Pelión (Πήλιον): Monte de Tesalia, XI, 316.
Penélope (Πηνελόπεια): Hija de Icario y de Peribea, hermana de Iftima y de cinco varones, esposa castísima de Ulises y madre de Telémaco. Dice Mentes (Minerva) á Telémaco que los dioses no deben de haber dispuesto que su linaje sea obscuro cuando Penélope lo ha parido cual es, I, 221 á 223; Penélope oye cantar á Femio la vuelta de los aqueos, baja de su habitación, con dos esclavas, pide al aedo que cambie de asunto, oye las palabras que le dice Telémaco, vuelve á su cuarto y llora por Ulises, I, 328 á 364; los pretendientes mueven alboroto, deseando acostarse con Penélope, I, 365 y 366; Penélope daba esperanzas á todos los pretendientes, les dijo que aguardaran á que labrase un sudario para Laertes, y por la noche deshacía lo tejido durante el día hasta que aquéllos la sorprendieron destejiendo la tela y hubo de acabarla, mal de su grado, II, 91 á 110; XIX, 137 á 156; XXIV, 126 á 146; aconseja Antínoo á Telémaco que Penélope vuelva al palacio de su padre, donde le prepararán el casamiento, pues de lo contrario los pretendientes no se retirarán y arruinarán la casa, aunque ella alcance inmensa gloria, II, 113 á 126; dice Méntor (Minerva) á Telémaco que si no es hijo de Ulises y de Penélope no realizará el viaje á Pilos y á Esparta, II, 274 y 275; dice Menelao que seguramente Laertes, Penélope y Telémaco lloran por Ulises, IV, 110 á 112; Penélope se entera de la partida de Telémaco y de la conspiración de los pretendientes para matarlo, llora, se queja porque las esclavas no la han avisado, y quiere mandar un recado á Laertes; Euriclea se disculpa y le aconseja que suba á lo alto de la casa y ofrezca un sacrificio á Minerva; Penélope lo hace así, se adormece y Minerva le envía un fantasma para decirle que Telémaco volverá sano y salvo; despierta Penélope y se huelga del ensueño que ha tenido, IV, 675 á 841; dice Ulises á Calipso que, con efecto, Penélope es inferior á la ninfa en belleza y en estatura, V, 215 á 218; dice Agamenón á Ulises, en el Orco, que no ha de temer la muerte de parte de Penélope, á quien dejaron recién casada al partir para la guerra, pues es muy sensata y razonable, XI, 444 á 448; encarga Minerva á Ulises que se llegue ante todo al porquerizo, que le tiene afecto y adora á su hijo y á Penélope, XIII, 404 á 406; dice Eumeo que desea la vuelta de Ulises, como Penélope, Laertes y Telémaco, XIV, 171 á 173; dice Eumeo que sólo va á la ciudad cuando le llama Penélope porque le traen alguna noticia, XIV, 372 á 374; encarga Minerva á Telémaco que, cuando llegue á la majada del porquerizo, lo envíe á decirle á Penélope que ha llegado de Pilos, XV, 40 á 42; dice el mendigo (Ulises) á Eumeo, que desea ir á comunicar nuevas á Penélope, XV, 314; ordena Telémaco á Eumeo que vaya á decirle á Penélope que ha llegado sano y salvo de Pilos, XVI, 130 y 131; manda Ulises á su hijo, al dársele á conocer, que nadie sepa su llegada, ni siquiera Penélope, XVI, 301 á 303; los compañeros de Telémaco, al llegar á la ciudad, envían un heraldo á Penélope para anunciarle la vuelta de su hijo, encuéntranse el heraldo y el porquerizo y ambos dan la noticia á la reina, XVI, 328 á 341; Anfínomo es el pretendiente más grato á Penélope, XVI, 396 y 397; Penélope decide mostrarse á los pretendientes, increpa á Antínoo porque quiere matar á Telémaco, oye á Eurímaco que intenta tranquilizarla, y vuelve á su habitación donde llora por Ulises, XVI, 409 á 451; Minerva transforma nuevamente á Ulises en mendigo para evitar que Eumeo, al reconocerle, vaya á anunciárselo á Penélope, XVI, 455 á 459; al llegar Telémaco al palacio, sale de su cuarto Penélope, que parece Diana ó Venus, le besa sollozando, le pide que le cuente lo que ha visto y, por su consejo, hace voto de sacrificar perfectas hecatombes á los dioses si Júpiter permite que se cumpla la venganza, XVII, 36 á 60; Penélope se sienta junto á la mesa donde comen Telémaco y Teoclímeno, hácele el primero una relación de su viaje á Pilos y á Esparta, vaticina el segundo la vuelta de Ulises, y Penélope le dice que le haría muchos regalos si la predicción se cumpliese, XVII, 101 á 165; dice Eumeo que no se preocupa porque Antínoo sea áspero con él, mientras le vivan en el palacio Penélope y Telémaco, XVII, 388 á 391; Penélope, al enterarse de que Antínoo ha herido al mendigo, dice que ojalá Apolo le hiriera á él de la misma manera, y añade luego que todos los pretendientes son aborrecibles pero Antínoo casi tanto como la Parca, XVII, 492 á 505; Penélope encarga á Eumeo que le traiga el mendigo (Ulises), estornuda Telémaco, lo cual considera la reina como buen agüero, el mendigo dice que Penélope aguarde hasta la puesta del sol porque teme á los pretendientes, y Penélope se admira de la sensatez del forastero, XVII, 506 á 588; Penélope, por inspiración de Minerva, quiere mostrarse á los pretendientes para aconsejar á Telémaco; es hermoseada por Minerva, baja de su aposento, con dos esclavas, y reprende á Telémaco por haber dejado maltratar al huésped; Eurímaco dice á Penélope que si todos los aqueos la vieran, más serían los pretendientes, y ella responde que su belleza pereció al partir Ulises y que antes los pretendientes obsequiaban con regalos á la mujer que se proponían alcanzar; todos los pretendientes mandan á sus criados que traigan presentes para Penélope, y ésta vuelve á su habitación con las criadas, que se llevan los regalos, XVIII, 158 á 303; Penélope había criado á Melanto como si fuese hija suya, pero ésta no compartía los pesares de su señora y se juntaba con Eurímaco, XVIII, 322 á 325; sale de su cuarto Penélope, que parece Diana ó Venus, reprende á Melanto porque increpaba al mendigo (Ulises), habla con éste, lamentándose de los pretendientes y explicándole el artificio á que acudió de labrar una tela que deshacía por la noche, oye el fingido relato que de sus aventuras hace el mendigo y, como le dice que había hospedado á Ulises, pregúntale qué vestidos llevaba; manifiesta al mendigo que en adelante será querido y venerado en la casa, manda que lo laven y le aparejen un lecho, está distraída por Minerva cuando Euriclea reconoce á Ulises, y, después de declarar que siempre se halla afligida, refiere un ensueño que ha tenido, decide casarse con el que logre tender el arco de Ulises, y vuelve á su habitación donde se echa á llorar por su marido hasta que Minerva le envía dulce sueño, XIX, 53 á 381, 476 á 604; Penélope manda colocar su magnífico sillón enfrente de los pretendientes y oye cuanto se dice en la sala, XX, 387 á 389; Minerva inspira á Penélope la idea de sacarles el arco y las segures de Ulises á los pretendientes, y la reina se va al aposento más interior del palacio, toma el arco y la aljaba, llora, y les habla á los pretendientes diciendo que se irá con el que venza en el certamen, XXI, 1 á 14, 42 á 79; Antínoo reprocha á Eumeo y á Filetio porque, llorando, conmueven el ánimo de Penélope, XXI, 85 á 88; dice Telémaco que Júpiter le ha vuelto el juicio, pues oye decir á su madre que se quiere ir de la casa y ríe y se deleita con ánimo insensato, XXI, 102 á 105; dice Liodes, después que ha probado inútilmente de armar el arco, que cada cual espera casarse con Penélope, pero, así que intente armar el arco, verá que puede dedicarse á pretender á otra aquiva, XXI, 157 á 162; Penélope reprende á Antínoo, que no quiere que se le entregue el arco al mendigo (Ulises), manda que se lo den y promete regalarle un manto y una túnica si consigue armarlo, XXI, 311 á 342; Telémaco dice á su madre que quien dispone del arco es él, le aconseja que torne á sus labores, y Penélope vuelve á su cuarto y llora por Ulises hasta que Minerva la adormece, XXI, 343 á 358; dice Euriclea á Ulises que de las cincuenta esclavas del palacio, doce se entregaron á la impudencia, no respetándola á ella ni á Penélope, XXII, 424 y 425; después de la matanza de los pretendientes, dice Ulises á Euriclea que mande á Penélope que se presente con las esclavas, XXII, 482 á 484; Euriclea se inclina sobre la cabeza de Penélope, que está dormida, y le dice que Ulises ha vuelto y ha dado muerte á los pretendientes; y la reina, figurándose que habrá sido alguna deidad, decide bajar á la sala para ver muertos á los pretendientes y á quien los ha matado, XXIII, 4 á 84; entra Penélope en la sala, unas veces cree reconocer á Ulises, y otras le parece que no es el héroe; repréndela Telémaco por su frialdad, y contesta que si el forastero es Ulises se reconocerán luego porque hay señales que sólo ellos saben, XXIII, 84 á 110; al oir la cítara y el ruido del baile, los que pasaban junto al palacio de Ulises, creían que se celebraba el casamiento de Penélope, XXIII, 149 á 151; Ulises, después de bañarse, se sienta enfrente de Penélope y le reprocha su frialdad; la reina, para probarle, manda que saquen la cama de Ulises fuera del cuarto; el héroe se extraña, porque la misma está fabricada sobre un pie de olivo; Penélope que, con esto, adquiere la certeza de que aquél es su marido, abraza y besa á Ulises; lloran ambos; Minerva alarga la noche; Ulises refiere lo que le encargó Tiresias; ambos esposos se van á la cama, alumbrados por Eurínome y, después de disfrutar del amor, refiérense cuanto han tenido que padecer durante los veinte años que han estado separados, XXIII, 164 á 343; Ulises, al levantarse, dice á Penélope que le cuide los bienes, que él repondrá las reses que le han comido los pretendientes, que se va á ver á su padre Laertes, y que ella se esté quieta en los altos de la casa sin mirar á nadie ni preguntar nada, XXIII, 344 á 365; Anfimedonte cuenta, en el Orco, á Agamenón, que pretendían á Penélope, que ésta no rechazaba las nupcias ni quería celebrarlas, que para entretenerles labraba una tela que deshacía por la noche hasta que la sorprendieron y hubo de acabarla mal de su grado, y que entonces llegó Ulises y los mató á todos, XXIV, 125 á 181; Agamenón considera feliz á Ulises por haber tenido una mujer tan virtuosa como Penélope, y vaticina que los inmortales inspirarán á los hombres cantos graciosos en loor de la discreta Penélope, XXIV, 192 á 198; Laertes, suponiendo que Ulises ha muerto, se lamenta de que Penélope no haya podido gemir sobre el lecho fúnebre de su marido, XXIV, 294 y 295; pregunta Dolio si Penélope sabe ya la llegada de Ulises y éste responde afirmativamente, XXIV, 404 á 407.
Peón (Παιήων): Médico de los dioses. Todos los egipcios son médicos porque proceden del linaje de Peón, IV, 232.
Peribea (Περίβοια): Hija menor de Eurimedonte y madre de Nausítoo, que tuvo de Neptuno, VII, 56 á 59.
Periclímeno (Περικλύμενος): Hijo de Neleo y de Cloris, y hermano de Néstor y de Cromio, XI, 281 á 286.
Perimedes (Περιμήδης): Uno de los compañeros de Ulises. Junto con Euríloco, sostiene las víctimas que sacrifica Ulises al llegar al Orco, XI, 23; y, más adelante, al pasar por junto á las Sirenas, estrecha los lazos con los cuales está Ulises atado al mástil, XII, 195 y 196.
Pero (Πηρώ): Hija hermosísima de Neleo y de Cloris. Fué pretendida por todos los vecinos y Neleo prometió dársela á quien le trajese las vacas de Ificlo, XI, 281 á 297; XV, 231 á 238.
Perse (Πέρση): Hija del Océano y madre de Circe y de Eetes, que tuvo del Sol, X, 135 á 139.
Perseo (Περσεύς): Hijo de Néstor y de Anaxibea. Sostiene el vaso para recoger la sangre de la víctima en el sacrificio que Néstor ofrece á Minerva, III, 414, 444.
Pieria (Πιερίη): Comarca de Tesalia, V, 50.
Pilos (Πύλος): Región del Peloponeso occidental y ciudad de la misma, donde reinaba Néstor, I, 93, 284; II, 214, 308, 317, 326, 359; III, 4, 182, 485; IV, 599, 633, 639, 656, 702, 713; V, 20; X, 257, 285, 459; XIII, 274; XIV, 180; XV, 42, 193, 226, 236, 541; XVI, 131, 142, 323; XVII, 42, 109; XXI, 108; XXIV, 152, 430.
Piriflegetón (Πυριφλεγέθων): Río del Orco, que desemboca en el Aqueronte, X, 513.
Pirítoo (Πειρίθοος): Hijo de Júpiter y de Día, que luego fué mujer de Ixión. Ulises hubiera visto en el Orco á Teseo y á Pirítoo, pero temió que Proserpina le enviara la cabeza de la Gorgona, XI, 630 á 635; Pirítoo era rey de los lapitas y, al casarse con Hipodamia, convidó á los centauros: uno de ellos, Euritión, que se había embriagado, cometió perversas acciones y, como los héroes le cortaran las orejas y las narices, se originó la guerra de los centauros contra los lapitas, XXI, 295 á 304.
Pisandro (Πείσανδρος): Uno de los pretendientes de Penélope. Era hijo de Políctor. Su esclavo le trae un collar bellísimo que regala á Penélope, XVIII, 299 y 300; concita á los demás pretendientes que aún viven para que combatan con Ulises y los suyos, XXII, 241 á 245; muere atravesado por la lanza que le arroja el boyero, XXII, 268.
Pisenor (Πεισήνωρ):
1) Heraldo de Ítaca. Pone el cetro en la mano de Telémaco, cuando éste va á hablar en el ágora, II, 38.
2) Padre de Ops, I, 429; II, 347; XX, 148.
Pisenórida (Πεισηνορίδης): Hijo de Pisenor. Nombre patronímico de Ops, I, 429; II, 347; XX, 148.
Pisístrato (Πεισίστρατος): Hijo de Néstor y de Eurídice. Cuando Telémaco y Méntor (Minerva) llegan á Pilos, Pisístrato les sale al encuentro, los hace sentar en unas blandas pieles, al lado de Trasimedes y de Néstor, y les entrega la copa para que hagan libaciones á Neptuno, III, 36 á 51; Telémaco y Pisístrato duermen en el pórtico del palacio de Néstor, III, 397 á 401; Pisístrato y sus cinco hermanos acompañan á Telémaco y lo hacen sentar junto á Néstor, III, 412 á 416; en el sacrificio á Minerva, Pisístrato degüella la novilla, III, 454 y 455; sube luego con Telémaco al carro, para emprender el viaje á Esparta, toma las riendas y azota á los caballos, III, 481 á 484; oye á Telémaco que le manifiesta el asombro con que ve el palacio de Menelao, IV, 71 á 75; al parecerle á Menelao que uno de los dos jóvenes es Telémaco, dice Pisístrato que así es y que él le acompaña, por orden de Néstor, porque deseaba verle y pedirle consejo, IV, 155 á 167; Pisístrato llora, acordándose de Antíloco, y propone que se deje para cuando se descubra la Aurora el llorar á los muertos, IV, 186 á 202; Minerva, al ir á Lacedemonia para sugerir á Telémaco que se vuelva á Ítaca, halla á Pisístrato dormido en el vestíbulo del palacio, XV, 4 á 6; Telémaco despierta á Pisístrato, moviéndole con el pie, y le pide que se pongan en camino; y el hijo de Néstor le responde que aguarde que aparezca la Aurora y que Menelao les traiga los presentes, XV, 44 á 55; Pisístrato coloca en el carro los presentes de Menelao, y después, junto con Telémaco, come, engancha los corceles y guía el carro por el vestíbulo y el pórtico, XV, 131 á 146; pregunta Pisístrato á Menelao si el presagio que acaban de presenciar es para ellos, XV, 166 á 168; cediendo á la petición de Telémaco, deja á éste y los regalos en la nave, antes de llegar á la ciudad, y aconseja á Telémaco que se embarque pronto, XV, 202 á 216.
Pito (Πυθώ): Ciudad y región de Fócide al pie del Parnaso. Estaba consagrada á Apolo y más tarde tomó el nombre de Delfos, VIII, 80; XI, 581.
Pléyades (Πληϊάδης): Grupo de estrellas en el cuerpo de la constelación Tauro, V, 272.
Plutón (Ἀΐδης y Ἄϊς): Dios del Orco, hijo de Saturno y de Rea. Ulises, aconsejado por Circe, manda que se le hagan votos á Plutón al llegar al Orco; X, 534; XI, 47. Con la palabra δόμος expresa ó tácita (por ejemplo πέμψαι δόμον Ἄϊδος εἴσω, enviar á la morada de Plutón, IX, 524), forma una perífrasis que designa el infierno, IV, 834; IX, 524; X, 175, 491, 512, 564; XI, 69, 150, 164, 211, 277, 425, 571; XII, 21, 383; XIV, 208; XV, 350; XX, 208; XXIII, 252, 322; XXIV, 204, 264. También se usa solo el nombre Ἀΐδης ó Ἄϊς para significar el infierno, en cual caso se ha traducido por Orco (véase Orco).
Pólibo (Πόλυβος):
1) Príncipe egipcio, esposo de Alcandra. Regaló á Menelao dos bañeras de plata, dos trípodes y diez talentos de oro, IV, 126 á 129.
2) Artífice feacio. Había hecho la pelota con que juegan Halio y Laodamante, VIII, 372 á 376.
3) Padre del pretendiente Eurímaco, I, 399; XV, 519; XVI, 345, 434; XVIII, 349; XX, 359; XXI, 320.
4) Uno de los pretendientes de Penélope. Concita á los demás pretendientes que aún viven, para que combatan contra Ulises y los suyos, XXII, 241 á 245; muere herido por la lanza que le arroja Eumeo, XXII, 284.
Policasta (Πολυκάστη): Hija menor de Néstor. Lava y unge á Telémaco, y le pone un hermoso manto y una túnica, III, 464 á 467.
Políctor (Πολύκτωρ):
1) Hijo de Pterelao. Junto con sus hermanos Ítaco y Nérito construyó la fuente que había cerca de Ítaca, XVIII, 207.
2) Padre del pretendiente Pisandro, XVIII, 299; XXII, 243.
Polictórida (Πολυκτορίδης): Hijo de Políctor. Nombre patronímico de Pisandro, XVIII, 299; XXII, 243.
Polidamna (Πολύδαμνα): Egipcia, mujer de Ton. Dió á Helena una droga que hace olvidar todos los males, IV, 219 á 230.
Polifemo (Πολύφημος): Hijo de Neptuno y de Toosa, la hija de Forcis. Es uno de los Ciclopes, llamados así, como dice Hesíodo (Teogonía, v. 144 y 145), porque tenían sólo un ojo redondo en medio de la frente. Neptuno estaba irritado contra Ulises porque éste cegó al deiforme Polifemo, el más fuerte de todos los ciclopes, hijo de Neptuno y de Toosa, I, 68 á 73; Ántifo, hijo de Egiptio, fué el último de los compañeros de Ulises que se comió el Ciclope, II, 19 y 20; van Ulises y doce de sus compañeros á la gruta de Polifemo, contemplan todas sus cosas, se comen algunos quesos y le aguardan, IX, 193 á 233; llega Polifemo con el ganado y una gran carga de leña, cierra la puerta, ordeña las ovejas, interroga á los griegos, dice, contestando á Ulises, que los ciclopes no se cuidan de Júpiter ni de los dioses, le pregunta dónde dejó la nave, echa mano á dos de los griegos, se los come y se acuesta, mientras los demás se desesperan y Ulises piensa en matarlo, pero no lo hace por el temor de no poder salir del antro, IX, 233 á 306; al día siguiente, ordeña las ovejas, se come otros dos individuos y saca el ganado; Ulises aguza una estaca; vuelve Polifemo al atardecer y se come otros dos hombres; Ulises le ofrece vino que el Ciclope bebe con avidez, preguntando á Ulises cómo se llama para darle un presente de hospitalidad; Ulises responde que se llama Nadie y Polifemo le concede, como presente, que será el último á quien se coma; duérmese Polifemo y Ulises calienta la estaca y se la hinca en el ojo, con la ayuda de los compañeros; Polifemo da gritos, acuden los otros ciclopes y, al preguntarle qué le ocurre, responde que Nadie le mata, con lo cual se vuelven sus compañeros; Polifemo se pone en la puerta, tendiendo los brazos para que no salgan con el ganado Ulises y los suyos, pero el héroe ata á los suyos á la barriga de los carneros y así salen todos; cuando los griegos se han dado á la vela, Ulises increpa á Polifemo por su comportamiento, y el Ciclope le tira la cumbre de una montaña; vuelve á hablarle Ulises para que sepa quién le ha cegado, reconoce Polifemo que se han cumplido unos antiguos vaticinios y dice á Ulises que vuelva; irritado por la respuesta del héroe, pide á Neptuno que Ulises no torne á su patria ó, si esto no es posible, que pierda la nave y todos los compañeros, y les tira un peñasco mayor que el de antes, IX, 233 á 542; Ulises y sus compañeros se reparten el ganado que le habían quitado al Ciclope, IX, 548 y 549; cuando se trató de explorar la isla de Circe, á los griegos se les quebraba el corazón, acordándose de las violencias del Ciclope, X, 200; Euríloco dice á sus compañeros que si van al palacio de Circe, se repetirá lo que ocurrió con el Ciclope, X, 435 á 437; al llegar á los escollos de Escila y Caribdis, dice Ulises que la desgracia que se les presenta no es mayor que la sufrida cuando el Ciclope los encerró en su gruta, XII, 209 á 211; dice Ulises á su corazón que sufra, pues fué todavía más vergonzoso lo que hubo de soportar cuando el Ciclope le devoraba los compañeros, XX, 18 á 21; Ulises refiere á Penélope cuanto hizo el Ciclope y cómo él tomó venganza de que le devorara los compañeros, XXIII, 312 y 313.
Polifides (Πολυφείδης): Hijo de Mantio y padre de Teoclímeno. Hízole Apolo el más excelente de los adivinos; se irritó contra su padre y emigró á Hiperesia, donde daba oráculos á los mortales, XV, 249 á 256.
Políneo (Πολύνηος): Hijo de Tectón y padre de Anfíalo, VIII, 114.
Polipemónida (Πολυπεμονίδης): Hijo de Polipemón. Nombre patronímico de Afidante. Ambos nombres los inventa Ulises, diciendo que son los de su padre, en la conversación que sostiene con Laertes antes de darse á conocer al mismo, XXIV, 305.
Politersida (Πολυθερσείδης): Hijo de Politerses. Nombre patronímico de Ctesipo, usado por el propio, XXII, 287.
Polites (Πολίτης): Uno de los compañeros de Ulises. Al llegar al palacio de Circe, aconseja que se llame á esta ninfa, X, 224 á 228.
Pólux (Πολυδεύκης): Hijo de Júpiter y de Leda, hermano de Cástor, de Helena y de Clitemnestra, excelente púgil. Cástor y Pólux viven y mueren alternativamente, es decir, el día en que el uno está vivo, el otro está muerto; al día siguiente vive éste y muere aquél, y así sucesivamente, XI, 298 á 304.
Ponteo (Ποντεύς): Uno de los jóvenes feacios que toman parte en los juegos celebrados ante Ulises, VIII, 113.
Pontónoo (Ποντόνοος): Heraldo del rey Alcínoo. Por orden de Alcínoo, mezcla el vino y lo distribuye á los presentes, VII, 178 á 183; XIII, 49 á 54; coloca una silla para Demódoco, le cuelga de un clavo la sonora cítara y le acerca una mesa con manjares y vino, VIII, 65 á 70; guía á Demódoco al ágora por el camino por donde iban los feacios á admirar los juegos, VIII, 105 á 108; comparece con la cítara para que toque Demódoco, VIII, 261 y 262; preséntase con Demódoco, en el palacio de Alcínoo, y hace sentar al aedo cabe á una excelsa columna, VIII, 471 á 473.
Pramnio (Πράμνειος): Según unos, llamábase así el vino de Pramne, monte de Caria; según otros, el procedente de la colina de Pramnio de la isla de Icaria; según otros, el que producía una viña llamada Pramnia; según Plinio, el que se hacía con las uvas de un lugar cercano á Esmirna, etc. Circe confecciona el potaje para encantar á los compañeros de Ulises con vino de Pramnio, queso, harina, miel fresca y drogas perniciosas, X, 234 á 236.
Príamo (Πρίαμος): Último rey de Troya. Sus ascendientes fueron: Laomedonte, Ilo, Tros, Erictonio y Dárdano, hijo de Júpiter. Tuvo por esposa á Hécuba y fué padre de cincuenta hijos, entre ellos: Héctor, Paris, Deífobo, Laódice y Casandra. Llámase á Troya la ciudad de Príamo, III, 107; V, 106; XI, 533; XIII, 316; XIV, 241; XXII, 230 ; era hija de Príamo, Casandra, á quien mató Clitemnestra, XI, 421 á 423.
Primneo (Πρυμνεύς): Uno de los jóvenes feacios que toman parte en los juegos celebrados ante Ulises, VIII, 112.
Procris (Πρόκρις): Hija de Erecteo, rey de Atenas, y esposa de Céfalo. Ulises ve el alma de Procris en el Orco, XI, 321.
Proreo (Πρωρεύς): Uno de los jóvenes feacios que toman parte en los juegos celebrados ante Ulises, VIII, 113.
Proserpina (Περσεφόνεια): Diosa, hija de Júpiter y de Ceres, y esposa de Plutón, X, 491, 494, 509, 534, 564; XI, 47, 213, 217, 226, 386, 635.
Proteo (Πρωτεύς): Dios marino, servidor ó hijo de Neptuno, y padre de Idotea. Al mediodía sale del mar á la playa de Faros y duerme en medio de las focas, y cuando alguien intenta sujetarle se convierte en algún animal, en agua, en fuego, etc.; Menelao y tres de sus compañeros se ponen en acecho, por recomendación de Idotea, ocultos debajo de sendas pieles de foca; asen al anciano que se transforma en león, en dragón, en pantera, en jabalí, en agua y en árbol, recobrando luego la figura humana; y después Proteo, contestando á las preguntas de Menelao, dícele que ha de tornar á Egipto y ofrecer sacrificios á los dioses, le cuenta la muerte de Ayax y la de Agamenón, le refiere que Ulises está con la ninfa Calipso, y le asegura que los inmortales lo enviarán á los Campos Elíseos por ser el marido de Helena y, por tanto, yerno de Júpiter, IV, 364 á 547.
Psiria (Ψυρίη νῆσος): Isla del mar Egeo, III, 171.
Ptía (Φθίη): Región de Tesalia y ciudad de la misma, donde reinaba Peleo, XI, 496.
Quíos (Χίος): Isla cercana al Asia Menor, III, 170, 172.
Radamanto (Ῥαδάμανθυς): Hijo de Júpiter y de Europa, y hermano de Minos. Vive en los Campos Elíseos, IV, 564; antiguamente los feacios lo llevaron á la Eubea, para que visitara á Ticio, VII, 323 y 324.
Retro (Ῥεῖθρον): Puerto de Ítaca, I, 186.
Rexénor (Ῥηξήνωρ): Hijo de Nausítoo, padre de Arete, y hermano y suegro del rey Alcínoo. Fué muerto por Apolo, VII, 63 á 68, 146.
Roca de Léucade (Λευκὰς πέτρη): Roca que se halla en el camino por el cual Mercurio lleva las almas al Orco, XXIV, 11. Según unos, debe su nombre al color (λευκὰς πέτρη = roca blanca); creen otros que se llama así por empezar después de ella las tinieblas del Orco; hay quien opina que el nombre λευκὰς procede del de una isla de los dioses, etc.
Salmoneo (Σαλμωνεύς): Hijo de Éolo y de Enarete, y padre de Tiro. Ulises vió el alma de ésta en el Orco, XI, 235 á 237.
Same (Σάμη): Isla del mar Jónico, muy cercana á Ítaca, I, 246; IX, 24; XV, 367; XVI, 123, 249; XIX, 131; XX, 288.
Samos (Σάμος): Isla del mar Egeo. En la Odisea es sinónimo aquel nombre del de Same, IV, 671, 845; XV, 29.
Saturno (Κρόνος): Dios, padre de Júpiter, Neptuno, Plutón, Juno, Ceres y Vesta, XXI, 415.
Saturnio (Κρονίδης y Κρονίων): Hijo de Saturno. Nombre patronímico de Júpiter, Neptuno, Plutón, Juno, Ceres y Vesta; cuando se usa por el nombre propio suele designar á Júpiter, I, 45, 81, 386; III, 88, 119; IV, 207, 699; VIII, 289; IX, 552; X, 21; XI, 620; XII, 399, 405; XIII, 25; XIV, 184, 303, 406; XV, 477; XVI, 117, 291; XVII, 424; XVIII, 376; XIX, 80; XX, 236, 273; XXI, 102; XXII, 51; XXIV, 472, 473, 539, 544.
Sicania (Σικανίη): La isla de Sicilia, XXIV, 307.
Sidón (Σιδονίη y Σιδών): Ciudad de Fenicia, XIII, 285; XV, 425.
Sirenas (Σειρῆνες): Doncellas fabulosas, que moraban en una isla, entre la de Circe y el escollo de Escila, y encantaban con su dulce voz á los navegantes. Advierte Circe á Ulises que llegará á las Sirenas, que hechizan con su sonora voz á cuantos las oyen; le recomienda que tape los oídos de sus compañeros y que, si quiere oirlas, sea atado á la nave; y le indica que después de la isla de las Sirenas llegará á las peñas Erráticas, XII, 39 á 61; refiere Ulises á sus compañeros lo que le había encargado Circe, les tapa los oídos y les manda que lo aten al mástil; al pasar cerca de la isla, las Sirenas cantan y le invitan á detenerse, Ulises hace una seña para que lo desliguen, y Perimedes y Euríloco lo atan más reciamente, XII, 158 á 200; cuenta Ulises á Penélope cómo oyó el cantar de las Sirenas, de voz sonora, XXIII, 326.
Siria (Συρίη): Una de las islas Cíclades, situada al N. de Ortigia. Había en ella dos ciudades y en ambas reinaba Ctesio, padre del porquerizo Eumeo, XV, 403 á 414.
Sísifo (Σίσυφος): Hijo de Éolo, padre de Glauco y abuelo de Belerofonte. Está condenado en el Orco á empujar una enorme piedra hacia la cumbre de un monte; cuando llega cerca de la misma, el peñasco rueda á la llanura, y Sísifo vuelve á empujarlo nuevamente hacia la cumbre, XI, 593 á 600.
Sol (Ἥλιος y Ἠέλιος): Hijo de Hiperión y de Eurifaesa (ó de Tea, según Hesíodo: Teogonía, v. 371 á 374), hermano de la Aurora y de la Luna, y padre de Circe, de Eetes, de Faetusa y de Lampetia. Los compañeros de Ulises perecieron, antes de volver á su patria, por haberse comido las vacas del Sol, hijo de Hiperión, I, 7 á 9; el Sol delata á Vulcano el adulterio de Marte y Venus y, después que Vulcano ha puesto los hilos alrededor de la cama, está en acecho y le avisa cuando Marte entra en la casa, VIII, 270 y 271, 320; Circe y Eetes son hijos del Sol y de la oceánida Perse, X, 135 á 139; recién llegados á la isla de Circe, habla Ulises á sus compañeros diciendo que no saben por dónde el Sol se pone y por dónde vuelve á salir, X, 191 y 192; el Sol no alumbra nunca á los cimerios, XI, 15 á 17; dice Tiresias á Ulises que si en la isla de Trinacria dejan indemnes las vacas de Sol, llegarán á Ítaca y en otro caso el héroe perderá la nave y todos los compañeros, XI, 104 á 113; en la isla de Eea está el orto del Sol, XII, 4; advierte Circe á Ulises que llegará á la isla de Trinacria, donde pacen las vacas y las ovejas del Sol, cuyas pastoras son Faetusa y Lampetia; que si las dejan indemnes volverán á Ítaca y en otro caso el héroe perderá la nave y todos los compañeros, XII, 127 á 141; Ulises funde cera con su fuerza y los rayos del Sol Hiperiónida, y tapa los oídos de sus compañeros para que no oigan á las Sirenas, XII, 173 á 177; Ulises y los suyos, después de pasar por Escila y Caribdis, llegan á la isla donde estaban las vacas y las ovejas del Sol, y ya desde el mar oyen los mugidos y los balidos, XII, 260 á 266; Ulises, acordándose de las advertencias de Tiresias y de Circe, quiere pasar de largo por la isla de Trinacria; pero Euríloco se opone, y el héroe hace jurar á sus compañeros que no matarán ni una vaca ni una oveja, XII, 266 á 303; Ulises exhorta nuevamente á los suyos para que se abstengan de tocar las vacas y las ovejas del Sol, que todo lo ve y todo lo oye, XII, 320 á 323; mientras Ulises se interna por la isla de Trinacria, sus compañeros, aconsejados por Euríloco, matan y asan algunas de las vacas del Sol, XII, 340 á 365; Lampetia lo participa al Sol, éste se queja á Júpiter, amenazándole con descender á la morada de Plutón, y el padre de los dioses le promete despedir un rayo contra la nave de Ulises y hacerla pedazos, XII, 374 á 388; durante seis días los compañeros de Ulises celebran banquetes, comiéndose las mejores vacas del Sol, XII, 397 y 398; cuenta el mendigo (Ulises) á Penélope que Ulises perdió la nave y los compañeros porque éstos mataron las vacas del Sol, XIX, 273 á 276; refiere Ulises á Penélope cómo sus compañeros mataron las vacas del Sol, XXIII, 329; las almas de los pretendientes, conducidas por Mercurio, pasan por las puertas del Sol, antes de llegar al país de los Sueños y á la pradera de asfódelos donde residen las almas de los difuntos, XXIV, 12.
Sunio (Σούνιον): Promontorio del Ática, III, 278.
Tafos (Τάφος): Isla del mar Jónico; la mayor de las llamadas Equínades, I, 417.
Taigeto (Τηύγετον): Monte de Laconia, VI, 103.
Tántalo (Τάνταλος): Rey de Sípilo (Frigia), hijo de Júpiter y padre de Pélope. Fué admitido al banquete de los dioses pero, como revelara los secretos de éstos y hurtara néctar y ambrosía, Júpiter le impuso un castigo que padece en el Orco. Cuenta Ulises á los reyes de los feacios que en el Orco, vió á Tántalo el cual se halla sumergido en un lago cuya agua le llega á la barba y tiene encima de su cabeza variadas frutas que cuelgan de altos árboles; pero, cuando padece sed y se baja para beber, la tierra absorbe el agua, y cuando siente hambre y va á coger las frutas, el viento se las lleva á las nubes, XI, 582 á 592.
Tebas (Θήβη y Θῆβαι):
1) Ciudad de Beocia. Tiene siete puertas y la fundaron y fortificaron Anfión y Zeto, XI, 262 á 265; descubierto el incesto de Epicasta con su hijo Edipo, éste siguió reinando en Tebas por los funestos designios de las deidades, XI, 274 á 276; en Tebas murió Anfiarao á causa de los regalos que su mujer recibiera, XV, 244 á 247.
2) Ciudad de Egipto. Era muy rica y en ella moraban Pólibo y su mujer Alcandra, que dieron á Menelao y á Helena hermosos presentes, IV, 125 á 132.
Tectónida (Τεκτονίδης): Hijo de Tectón. Nombre patronímico de Políneo, VIII, 114.
Telamón (Τελαμών): Rey de Salamina, hijo de Éaco, hermano de Peleo y padre de Ayax y de Teucro, XI, 553.
Teléfida (Τηλεφίδης): Hijo de Télefo. Nombre patronímico de Eurípilo, XI, 519 y 520.
Telémaco (Τηλέμαχος): Hijo de Ulises y de Penélope. Hállase entre los pretendientes cuando ve en el umbral á Minerva, transfigurada en Mentes, rey de los tafios: hácele entrar, lo sienta á la mesa, le pregunta quién es, se lamenta de los pretendientes y escucha los consejos que le da de que reúna el ágora, para echar á aquéllos, y haga un viaje á Pilos y á Esparta en busca de noticias de su padre, I, 113 á 313; la diosa infunde á Telémaco valor y audacia, y Telémaco, que sospecha que ha hablado con una deidad, se queda atónito y se junta con los pretendientes, I, 320 á 324; Telémaco, al oir que Penélope reprende á Femio porque canta la vuelta de los aqueos, dice que no es culpable el aedo, recomienda á su madre que torne á su habitación y dice que de hablar se cuidarán los hombres y principalmente él, I, 345 á 359; Telémaco impone silencio á los pretendientes y les anuncia que en el ágora les dirá que no vuelvan al palacio de Ulises, I, 368 á 380; los pretendientes se admiran de la audacia de Telémaco, y Antínoo desea que no llegue á ser nunca rey de Ítaca, I, 381 á 387; contesta Telémaco que le gustaría serlo, pero que reine cualquiera de los aquivos y él será señor de su casa, I, 388 á 398; Eurímaco dice á Telémaco que nadie le disputará los bienes y le pregunta por el huésped, y Telémaco le responde que es Mentes, rey de los tafios, sin declararle que ha reconocido á Minerva, I, 399 á 420; Telémaco sube á su cuarto, acompañado de Euriclea, se acuesta y pasa la noche pensando en el viaje que Minerva le aconsejara, I, 425 á 444; al descubrirse la aurora, Telémaco se levanta, se va al ágora y Minerva le adorna con gracia divinal, II, 1 á 14; en el ágora, huélgase Telémaco de las palabras de buen presagio que pronuncia Egiptio, quéjase de los pretendientes, pídeles que no sigan yendo al palacio, arroja el cetro en tierra y nadie se atreve á contestarle, salvo Antínoo, II, 35 á 84; respondiendo á Antínoo, dice Telémaco que nunca echará del palacio á su madre, amenaza á los pretendientes con invocar á los dioses y así que concluye de hablar, Júpiter envíale dos águilas como presagio, II, 129 á 147; dice Eurímaco á Haliterses que debía haber muerto como Ulises, porque así no incitaría á Telémaco, II, 183 á 185; aconseja Eurímaco á Telémaco que ordene á su madre que torne á la casa paterna á fin de que le dispongan el casamiento, II, 174 á 197, pues, de lo contrario, no desistirían de la pretensión porque no temen á nadie, ni siquiera á Telémaco, II, 198 á 200; responde Telémaco que no quiere suplicarles más y pide que le proporcionen una nave y veinte compañeros para ir á Pilos y á Esparta, II, 208 á 223; Telémaco se va á la playa, invoca al numen que el día antes se le había presentado en el palacio y se le aparece Minerva, en figura de Méntor, la cual le aconseja que torne á su casa y prepare las provisiones mientras ella elige la nave y reúne los marineros, II, 260 á 295; Telémaco vuelve al palacio, es zaherido por los pretendientes, baja á la habitación donde se guardan el vino y la harina, y encarga á Euriclea que llene doce ánforas de aquél y aparte veinte medidas de ésta, y no diga nada á Penélope, II, 296 á 381; Minerva toma la figura de Telémaco y, recorriendo la población, recluta los tripulantes y pide una nave á Noemón, II, 382 á 387; Méntor (Minerva) llama á Telémaco, se van á la nave, vuelven con los compañeros al palacio, cargan las provisiones, se dan á la vela y hacen libaciones á Minerva, II, 399 á 434; al llegar á Pilos, desembarca Telémaco, precedido por Minerva, ésta le encarga que no sea vergonzoso, y ambos se van á encontrar á los pilios que ofrecen un sacrificio á Neptuno en la ribera del mar, III, 12 á 33; huélgase Minerva de que Pisístrato le dé á ella antes que á Telémaco la copa para hacer libaciones, III, 51 á 53; ruega Minerva á Neptuno que Telémaco no se vaya sin realizar el objeto de su viaje y en seguida da la copa á Telémaco, III, 60 á 63; dice Telémaco á Néstor que ha llegado á Pilos en busca de noticias de su padre, III, 75 á 85; celebra Telémaco la venganza de Orestes y quisiera tener bríos para castigar á los pretendientes, III, 201 á 210; Telémaco no cree que se efectúe lo que dice Néstor acerca de los pretendientes, aunque lo quisieran los dioses; es reprendido por Minerva, insiste en la imposibilidad de la vuelta de Ulises, y pregunta á Néstor cómo murió Agamenón, III, 225 á 252; Minerva y Telémaco quieren irse á dormir á la nave, pero Néstor se opone, y Minerva hace que Telémaco se quede en el palacio y pide á Néstor que lo envíe á Esparta con un hijo suyo, III, 342 á 364; Néstor le dice á Telémaco que sin duda no ha de ser cobarde cuando ya le asiste Minerva, III, 373 á 379; Telémaco duerme en el pórtico del palacio de Néstor, III, 396 á 398; al día siguiente, los hijos de Néstor hacen sentar á Telémaco junto al anciano, III, 412 á 416; encarga Néstor que un hijo suyo conduzca al palacio á los compañeros de Telémaco y así se hace, III, 423 y 424, 431 y 432; lava á Telémaco la bella Policasta, III, 464; manda Néstor á sus hijos que aparejen un carro para que Telémaco emprenda el viaje, hácenlo así, Telémaco y Pisístrato suben al carro, salen de Pilos, pernoctan en Feras y al día siguiente llegan á Lacedemonia, III, 475 á 497; Telémaco y Pisístrato detienen los corceles en el vestíbulo del palacio de Menelao, IV, 20 á 22; después de comer, dice Telémaco á Pisístrato que como aquélla debe de ser la morada de Júpiter, IV, 69 á 75; dice Menelao que seguramente lloran por Ulises el viejo Laertes, Penélope y Telémaco, á quien dejó aquél en su casa recién nacido, IV, 110 á 112; Telémaco, al oir el nombre de su padre, llora y se cubre la cabeza con el manto, IV, 113 á 116; sale Helena y al ver á Telémaco, dice que aquel joven se parece al hijo de Ulises, y Menelao contesta que ya había notado la semejanza, IV, 138 á 154; el hijo de Néstor les confirma lo que sospechaban, refiere Menelao cómo quería mostrarle á Ulises su afecto, y lloran Telémaco, Helena, Menelao y Pisístrato, IV, 155 á 186; dice Menelao que hablará con Telémaco así que aparezca la Aurora, IV, 214 y 215; replica Telémaco á Menelao, que acaba de ensalzar á Ulises, que así es aún más dolorosa la pérdida del mismo, y le ruega que les mande á la cama, IV, 290 á 295; acuéstanse Telémaco y Pisístrato en el vestíbulo del palacio de Menelao, V, 303 y 304; al rayar la aurora, Menelao se sienta junto á Telémaco y le pregunta cuál es el motivo de su viaje á Esparta, y Telémaco le responde que va en busca de noticias de su padre y desea que le cuente cuanto sepa de la muerte del mismo, IV, 311 á 331; Telémaco pide á Menelao que no le detenga en su palacio y que el don que le haga sea algo que se pueda guardar, IV, 593 á 608; pregunta Noemón á Antínoo si sabe cuándo Telémaco volverá de Pilos, IV, 632 y 633; Antínoo dice á los demás pretendientes que Telémaco ha realizado una gran proeza con el viaje, IV, 663 y 664; Penélope habla de los pretendientes, que consumen la herencia del prudente Telémaco, IV, 686 y 687; descubre Medonte á Penélope que los pretendientes quieren matar á Telémaco, IV, 700; Minerva envía á Penélope un fantasma para decirle que Telémaco volverá sano y salvo, IV, 824 á 829; los pretendientes se emboscan en la isla de Ásteris para matar á Telémaco, IV, 842 á 847; Júpiter, contestando á Minerva, le dice que acompañe con discreción á Telémaco, V, 25; el alma de Elpénor suplica á Ulises, en nombre de sus padres y de Telémaco, XI, 68; el alma de la madre de Ulises dice á este héroe que aún no posee nadie su dignidad real, pues Telémaco cultiva en paz las heredades y asiste á decorosos banquetes, XI, 184 á 186; dice Minerva, conversando con Ulises, que va á llamar á Telémaco, el cual se halla en Esparta, XIII, 412 á 415; preséntese Ulises, exclama Eumeo, como yo quisiera y también Penélope, Laertes y Telémaco, XIV, 171 á 173; dice Eumeo que se lamenta por Telémaco, pues se fué á Pilos y los pretendientes le preparan una emboscada para cuando torne, XIV, 174 á 182; Minerva se encamina á Lacedemonia, halla á Telémaco acostado en el vestíbulo de la casa de Menelao y le exhorta á volver cuanto antes á Ítaca y á evitar la emboscada de los pretendientes, XV, 1 á 42; Telémaco despierta á Pisístrato para ponerse en camino, y el hijo de Néstor le dice que aguarde que despunte la Aurora y Menelao les traiga los presentes, XV, 44 á 55; Telémaco, al ver á Menelao, le sale al encuentro y le comunica su deseo de partir en seguida, recibe los regalos que le hacen Menelao y Helena, come, promete llevar á Néstor el saludo de Menelao, y, cuando Helena interpreta un agüero en el sentido de que Ulises se vengará de los pretendientes, le dice que ojalá acertara, pues la invocaría diariamente como á una diosa, XV, 57 á 181; Telémaco y Pisístrato emprenden la marcha, pernoctan en Feras y, al llegar adonde está el bajel de Telémaco, Pisístrato deja en la popa los regalos de Menelao y aconseja á Telémaco que se embarque en seguida, XV, 182 á 214; mientras Telémaco da órdenes á los compañeros y ofrece sacrificios á Minerva, preséntasele Teoclímeno y le pide que lo admita en el barco; accede Telémaco; danse á la mar y, después de pasar á lo largo de la Élide, Telémaco pone la proa del barco hacia las islas Agudas, XV, 217 á 300; desembarcan antes de llegar á la ciudad, comen, Teoclímeno interpreta un agüero, diciendo que la familia de Telémaco reinará siempre en Ítaca, y Telémaco, después de recomendar el huésped á Pireo, manda á sus compañeros que lleven la nave á la ciudad, y se encamina á la majada de Eumeo, XV, 495 á 557; llega Telémaco á la majada de Eumeo, éste lo abraza y lo besa, se entera Telémaco de que su madre sigue en el palacio, no permite que el huésped (Ulises) le ceda el asiento, se lamenta de no poder hospedar al mismo por culpa de los pretendientes, y encarga á Eumeo que vaya á la ciudad para que Penélope sepa que han vuelto de Pilos, XVI, 4 á 134; pregunta Eumeo si ha de dar también la noticia á Laertes, y Telémaco responde negativamente, XVI, 135 á 153; Ulises, á quien Minerva ha devuelto su primitiva figura sin que lo viera Telémaco, se presenta á éste, que se asusta, creyendo que será algún dios; Ulises se le descubre, Telémaco duda, y por fin se reconocen, se abrazan y lloran; pregunta Telémaco á su padre cómo ha llegado á Ítaca y Ulises le cuenta que lo han traído los feacios, y quiere enterarse de cuántos y cuáles son los pretendientes, XVI, 159 á 241; Telémaco enumera los pretendientes, Ulises le declara que tendrán la ayuda de Júpiter y de Minerva para luchar con los mismos, encarga á Telémaco que esconda las armas y que á nadie participe que ha vuelto Ulises, pues ellos dos probarán á las mujeres y á los esclavos para conocer cuáles les son fieles, XVI, 240 á 307; propone Telémaco á Ulises que dejen para más adelante el probar á los esclavos, XVI, 308 á 320; llega á Ítaca la nave que trajera de Pilos á Telémaco y á sus compañeros, XVI, 322 y 323; el heraldo y el porquerizo dan á Penélope la noticia de que ha llegado Telémaco, XVI, 328 á 341; Eurímaco dice que Telémaco ha realizado una gran proeza con el viaje á Pilos, XVI, 346 y 347; Antínoo cuenta cómo acechaban la vuelta de Telémaco y propone á los demás pretendientes matarlo en el campo ó en el camino, cuando vuelva á la ciudad; ó, en otro caso, no comerle ya más sus bienes, XVI, 364 á 392; Anfínomo se opone á que se mate á Telémaco si el mismo Júpiter no lo aprueba, XVI, 400 á 405; Penélope increpa á Antínoo por su propósito de matar á Telémaco, XVI, 421 y 422; Eurímaco, para tranquilizar á Penélope, le dice que mientras él viva nadie pondrá las manos en Telémaco, pero interiormente piensa en matarle, XVI, 434 á 448; pregunta Telémaco al porquerizo si los pretendientes han vuelto de la emboscada y, al oir á Eumeo que cree serían los que vió en una nave que entraba en el puerto, sonríe y mira á su padre sin que lo advierta el porquerizo, XVI, 460 á 477; Telémaco encarga á Eumeo que lleve al mendigo (Ulises) á la ciudad, sale de la majada, llega al palacio, le abrazan y besan las esclavas y luego Penélope, encomienda á ésta que vote ofrecer sacrificios á Júpiter si llega á realizarse la venganza, vase al ágora, se junta con Méntor, Ántifo y Haliterses, dice á Pireo que siga guardando los presentes de Menelao y se lleva á Teoclímeno al palacio, XVII, 1 á 84; Telémaco y Teoclímeno se bañan, comen, y aquél cuenta á Penélope su viaje á Pilos y á Esparta, XVII, 85 á 149; recuerda Teoclímeno el agüero que le interpretó á Telémaco acerca de la vuelta de Ulises, XVII, 152 á 161; desea Melantio que Telémaco sea herido por las flechas de Apolo ó que sucumba á manos de los pretendientes, XVII, 251 y 252; advierte Telémaco la llegada del porquerizo, lo llama á su vera, le da pan y carne para que lo entregue al mendigo (Ulises) y éste, al recibirlo, ruega á Júpiter que á Telémaco se le cumpla cuanto desea, XVII, 328 á 355; Eumeo, respondiendo á una increpación de Antínoo, dice que nada le importa mientras le vivan Penélope y Telémaco, y éste le aconseja que no responda largamente á aquél, XVII, 380 á 395; Telémaco invita á Antínoo á dar algo al mendigo (Ulises), y Antínoo le contesta que si todos le diesen lo que él, se estaría tres meses sin salir de su casa, XVII, 396 á 408; cuando Antínoo le tira un escabel al mendigo (Ulises), Telémaco siente gran pena, mas no se le escapa ninguna lágrima, XVII, 488 á 491; mientras Penélope habla con el porquerizo, Telémaco estornuda reciamente y la reina lo tiene por buen agüero, XVII, 541 á 545; le dice Eumeo al mendigo (Ulises) que le llama Penélope, la madre de Telémaco, y el mendigo le contesta que teme á los pretendientes, pues le han dado un golpe sin que lo impidiera Telémaco ni otro alguno, XVII, 553 á 568; Eumeo se despide de Telémaco para volverse á los puercos, y éste le dice que se vaya después de cenar y que al romper el alba traiga hermosas víctimas, XVII, 591 á 601; Telémaco dice al huésped (Ulises) que, si desea quitar á Iro de en medio, á nadie ha de temer, XVIII, 60 á 65; Minerva no deja que Anfínomo se vaya del palacio, para que sea vencido por las manos y la lanza de Telémaco, XVIII, 155 y 156; Penélope reprende á Telémaco por haber dejado maltratar á un huésped, y él se disculpa y dice que el combate del huésped con Iro no se efectuó por haberlo acordado los pretendientes, y que ojalá se hallaran éstos como Iro después de la lucha, XVIII, 214 á 242; el mendigo (Ulises), oyendo las increpaciones de Melanto, dice que se lo va á contar todo á Telémaco, XVIII, 337 á 339; Telémaco amonesta á los pretendientes, y Anfínomo recomienda que nadie oponga contrarias razones al dicho justo de Telémaco y que el huésped quede al cuidado de éste, ya que ha venido á su morada, XVIII, 405 á 421; Ulises dice á Telémaco que han de esconder las armas, Telémaco manda á Euriclea que tenga encerradas á las mujeres, Ulises y Telémaco quitan las armas de las paredes, alumbrándoles Minerva, Telémaco sospecha que debe estar con ellos alguna deidad, Ulises le recomienda que se vaya á acostar, y Telémaco obedece, XIX, 3 á 50; dice Ulises á Melanto que á Telémaco no le pasará inadvertida la mujer que fuere mala, XIX, 86 á 88; dice Penélope que en adelante el huésped (Ulises) comerá al lado de Telémaco, XIX, 320 y 321; Telémaco se levanta de la cama, pregunta á Euriclea si se han cuidado del forastero, y se va al ágora á juntarse con los aqueos, XX, 124 á 146; los pretendientes maquinan cómo dar muerte á Telémaco, cuando aparece un águila y Anfínomo les dice que aquel propósito no tendrá buen éxito, XX, 241 á 246; Telémaco hace sentar al mendigo (Ulises) junto á la puerta de la sala, y dice á los pretendientes que se abstengan de las amenazas y de los golpes; ellos se admiran de que les hable con tanta audacia; Antínoo propone que se cumpla la orden de Telémaco ya que Júpiter no ha permitido que se le matara; y Telémaco no hace caso de estas palabras, XX, 257 á 275; por orden de Telémaco, se le sirve al mendigo (Ulises) la misma ración que á los demás convidados, XX, 281 á 283, 294 y 295; Telémaco increpa á Ctesipo, cuando éste tira la pata de buey al mendigo (Ulises), y manda á todos los pretendientes que repriman su insolencia, XX, 303 á 319; Agelao dice que nadie oponga contrarias razones á lo dicho por Telémaco y pide á éste que aconseje á su madre que se case, XX, 322 á 337; responde Telémaco que no retarda la boda, pero que no quiere echar del palacio á su madre, XX, 338 á 345; los pretendientes zahieren á Telémaco, burlándose de sus huéspedes, XX, 373 á 376; Telémaco dice que sin duda Júpiter le ha vuelto el juicio cuando, al manifestarle su madre que se irá de la casa, se ríe y se deleita; propone el certamen á los pretendientes, pero antes quiere probar de armar el arco, lo intenta, desiste, por indicación de su padre, y lo ofrece á los pretendientes, XXI, 102 á 139; dice Ulises á Eumeo y á Filetio que, si llega á triunfar de los pretendientes, los considerará á ellos como hermanos de Telémaco, XXI, 212 á 216; dice Penélope á Antínoo que no es decoroso ni justo que se ultraje á los huéspedes de Telémaco, XXI, 311 á 313; dice Telémaco á Penélope que es el único que puede disponer del arco, y le aconseja que torne á su habitación y se ocupe en sus labores, XXI, 343 á 353; Telémaco amenaza á Eumeo, mandándole que entregue el arco al mendigo (Ulises), y todos les pretendientes se ríen, XXI, 368 á 378; Eumeo dice á Euriclea que Telémaco le manda cerrar las puertas de la habitación y que no salga nadie aunque oigan gemidos ó estrépito de hombres, XXI, 381 á 385; el mendigo (Ulises), después de hacer pasar la flecha por el ojo de las segures, le dice á Telémaco que no le afrenta el huésped que está en su palacio, y que todavía tiene las fuerzas sin menoscabo, XXI, 423 á 430; obedeciendo una señal que le hace su padre, Telémaco se ciñe la espada, ase la lanza y se coloca junto á Ulises, XXI, 431 á 434; Telémaco atraviesa con su lanza á Anfínomo y se la deja clavada en el cuerpo por temor á los demás pretendientes, XXII, 91 á 98; Telémaco, por orden de su padre, va á buscar armas, las visten él, el boyero y el porquerizo, y se ponen todos junto á Ulises, XXII, 108 á 115; dice Ulises á Telémaco que alguna de las mujeres ó Melantio atiza la lucha, dando armas á los pretendientes; responde Telémaco que él ha tenido la culpa por haber dejado abierta la puerta del cuarto donde las mismas están depositadas, y encarga á Eumeo que vaya á ver quién es, XXII, 150 á 159; encarga Ulises á Eumeo y á Filetio que le aten las manos y los pies á Melantio, mientras él y Telémaco resisten la acometida de los pretendientes, XXII, 170 á 177; Telémaco mata á Euríades, á Anfimedonte, que lo había herido levemente, y á Leócrito, XXII, 267, 277 y 278, 284, 294; dice Femio á Ulises, invocando el testimonio de Telémaco, que cantaba en el palacio porque le obligaban los pretendientes; Telémaco ruega á su padre que no lo mate y que salve también á Medonte; éste se presenta y abraza las rodillas de Telémaco; y Ulises se abstiene de matarlos, XXII, 350 á 372; por orden de Ulises, Telémaco llama á Euriclea y la anciana sigue á Telémaco hasta llegar á la sala, XXII, 390 á 400; dice Euriclea á Ulises que, como Telémaco hace poco tiempo que llegó á la juventud, su madre no le dejaba tener mando en las mujeres, XXII, 426 y 427; Ulises ordena á Telémaco, al boyero y al porquerizo que hagan trasladar los cadáveres por las esclavas culpables, pongan en orden la estancia y maten á dichas mujeres en el patio, XXII, 435 á 445; Telémaco, el boyero y el porquerizo pasan la rasqueta por la sala, XXII, 454 á 456; Telémaco ahorca con una soga á las mujeres culpables; y luego él, el boyero y el porquerizo dan cruel muerte á Melantio, XXII, 461 á 477; dice Euriclea á Penélope que Telémaco ya sabía que Ulises se hallaba en el palacio, XXIII, 29, y que ellas, durante la matanza de los pretendientes, permanecieron llenas de pavor en lo más hondo de su habitación hasta que Telémaco la llamó, XXIII, 41 á 44; reprende Telémaco á su madre por la frialdad que demuestra ante Ulises, XXIII, 96 á 103; dice Ulises á Telémaco que permita á Penélope que lo pruebe, XXIII, 112 á 114; contestando Telémaco á una pregunta de Ulises, dice que vea él mismo lo que conviene hacer y no les faltará bríos para seguirle, XXIII, 123 á 128; Telémaco, el boyero y el porquerizo dejan de bailar y se acuestan, XXIII, 297 á 299; Ulises hace levantar á Telémaco, al boyero y al porquerizo, ármanse todos, y salen al campo, XXIII, 366 á 372; Anfimedonte cuenta á Agamenón, en el Orco, que Ulises y Telémaco se concertaron para acabar con los pretendientes, que éste último se presentó en el palacio y que luego entró aquél, XXIV, 151 á 155, que Ulises y Telémaco escondieron las armas que había en el palacio, XXIV, 164 á 166, que Telémaco mandó entregar el arco á Ulises, que estaba transfigurado en un mendigo, y que Ulises y los suyos mataron á todos los pretendientes, XXIV, 175 á 181; dice Ulises á Laertes que á Telémaco, al boyero y al porquerizo los ha enviado á la casería para que aparejen el almuerzo, se encaminan ambos á la misma y hallan á aquéllos ocupados en cortar carne y en mezclar el vino, XXIV, 359 á 364; Ulises exhorta á Telémaco á ser valiente en el combate con los itacenses, Telémaco contesta que no deshonrará su linaje, y Laertes se huelga de oirlo, XXIV, 505 á 515; Ulises y Telémaco se arrojan á las primeras filas de los itacenses y los mataran á todos si Minerva no hubiese intervenido suspendiendo la lucha, XXIV, 526 á 530.
Télemo (Τήλεμος): Hijo de Éurimo y antiguo vate de los Ciclopes. Predijo á Polifemo que sería cegado por Ulises, IX, 508 á 512.
Telépilo (Τηλέπυλος): Ciudad de la Lestrigonia, X, 82; XXIII, 318. Algunos creen que Τηλέπυλος es adjetivo y lo traducen de una de estas maneras: de puertas grandes, anchas ó altas, de puertas que están á gran distancia unas de otras, cuyas puertas se hallan lejos, etc.
Témesa (Τεμέση): Ciudad, según unos de Italia y según otros de la isla de Chipre, I, 184.
Temis (Θέμις): Diosa. Telémaco ruega á los pretendientes por Júpiter y por Temis, que junta y disuelve las ágoras de los hombres, II, 68 y 69.
Ténedos (Τένεδος): Isla del mar Egeo, cerca de Troya. Estaba consagrada á Apolo. Al regresar de Troya, Néstor y los que le acompañaban ofrecieron en Ténedos sacrificios á los dioses, III, 159.
Teoclímeno (Θεοκλύμενος): Adivino, hijo de Polifides y descendiente de Melampo. Huyendo de Argos, donde matara á un hombre, se presenta á Telémaco y logra del mismo que pueda embarcarse en su navío, XV, 222 á 286; al desembarcar, pregunta á Telémaco, que se queda en el campo, á cuál casa tiene que ir cuando llegue á Ítaca; interpreta un agüero diciendo que el linaje de Telémaco reinará perpetuamente en Ítaca; y Telémaco lo recomienda á Pireo, para que le dé hospitalidad hasta que él vaya á Ítaca, XV, 508 á 543; comparece con Pireo en el ágora, y Telémaco se lo lleva á su palacio, es lavado y ungido por las esclavas, come con Telémaco, y dice á Penélope que Ulises ya se halla en su patria y maquina males contra los pretendientes, XVII, 71 á 165; al observar á los pretendientes, á quienes Minerva ha perturbado la razón, les pregunta qué mal padecen, vaticina la muerte de los mismos y se va á la casa de Pireo que lo acoge benévolo, XX, 350 á 372; los pretendientes se ríen de que Teoclímeno se haya levantado á pronunciar vaticinios, XX, 380.
Terpíada (Τερπιάδης): Hijo de Terpio. Nombre patronímico del aedo Femio, XXII, 330.
Teseo (Θησεύς): Rey de Atenas, hijo de Egeo. Llevóse de Creta á Ariadna, pero la mató Diana en Día, XI, 321 á 325; Ulises lo deseaba ver cuando fué al Orco, XI, 631.
Tetis (Θέτις): Diosa marina, hija del Océano, mujer de Peleo y madre de Aquiles. Propuso el juicio para adjudicar las armas de Aquiles, fallado por los teucros y por Palas Minerva en favor de Ulises, XI, 546 y 547; salió del mar, acompañada de las diosas marinas, para asistir á las exequias de su hijo Aquiles, y los aqueos cobraron tal miedo que se lanzaran á las naves si no los hubiese detenido Néstor; entregó á los aqueos un ánfora de oro, construída por Vulcano, para que en la misma colocaran los huesos de Aquiles, juntamente con los de Patroclo y también, aunque algo apartados, los de Antíloco, y dió premios hermosísimos para los juegos fúnebres celebrados en honor del héroe, XXIV, 47 á 92.
Ticio (Τιτυός): Hijo de la Tierra. Habitaba en la isla de Eubea, y Radamanto fué á verle, conducido por los feacios, VII, 323 y 324; está condenado en el Orco á que dos buitres le roan constantemente el hígado, porque quiso forzar á Latona, XI, 576 á 581.
Tidida (Τυδείδης): Hijo de Tideo. Nombre patronímico de Diomedes, III, 181.
Tierra (Γαῖα): El poeta llama á Ticio Γαιήϊον υἱόν, hijo de la Tierra, VII, 324.
Tiestes (Θυέστης): Héroe griego, hermano de Atreo, y rey de Micenas. Fué padre de Egisto y le dejó la casa que éste habitaba, IV, 517 y 518.
Tiestíada (Θυεστιάδης): Hijo de Tiestes. Nombre patronímico de Egisto, IV, 518.
Tíndaro (Τυνδάρεος): Hijo de Ébalo, marido de Leda y padre de Cástor, de Pólux y de Clitemnestra, XI, 298 á 300; XXIV, 199.
Tiresias (Τειρεσίης): Celebérrimo adivino tebano. Fué hijo de Everes y de la ninfa Cariclo (Apolodoro, Biblioteca, lib. III, cap. VI, 7). Advierte Circe á Ulises que él y los suyos han de ir al Orco á consultar el alma del adivino Tiresias, el único muerto que tiene inteligencia y saber, X, 490 á 495, 563 á 565; encarga Circe á Ulises que, en llegando al Orco, haga voto de inmolar un carnero negro á Tiresias y no deje beber la sangre á nadie hasta haber interrogado al adivino, pues éste le dirá la manera cómo puede volver á Ítaca, X, 524, 525, 536 á 540; al llegar al Orco, Ulises hace voto de inmolar un carnero negro á Tiresias tan luego como torne á Ítaca, XI, 32 y 33, y no permite que las demás almas, ni siquiera la de su madre, beban la sangre hasta haber interrogado al adivino, XI, 32, 33, 49, 50, 88 y 89; llega el alma de Tiresias, bebe la sangre, le dice á Ulises que, si deja indemnes las vacas y las ovejas del Sol, se salvará con su nave y sus compañeros, y que, en otro caso, perderá aquéllas y éstos; le habla de los pretendientes; le encarga que ofrezca, después de llegar á Ítaca, sacrificios á Neptuno; le vaticina que tendrá una placentera vejez; le manifiesta que cualquier alma á la que permita beber la sangre responderá á sus preguntas; y se vuelve á la morada de Plutón, XI, 90 á 151; dice Ulises á su madre y luego á Aquiles, en el Orco, que ha ido á consultar el alma de Tiresias, XI, 164 y 165, 479 y 480; al oir, desde la nave, las voces de las vacas y de las ovejas del Sol, Ulises se acuerda de las palabras de Tiresias y revela el oráculo de éste á los compañeros, XII, 264 á 276; Ulises refiere á Penélope que, por indicación de Tiresias, ha de ofrecer sacrificios á Neptuno, XXIII, 251 á 284, y le cuenta cómo bajó al Orco para consultar el alma del mencionado adivino, XXIII, 322 y 323.
Tiro (Τυρώ): Hija de Salmoneo, esposa de Creteo y madre de Esón, de Feres y de Amitaón, que tuvo de su marido, y de Pelias y de Neleo, que concibió de Neptuno; pues Tiro se había enamorado del río Enipeo y Neptuno tomó la figura de éste y se unió con ella, XI, 235 á 259.
Titón (Τιθωνός): Hijo de Laomedonte. La Aurora se levanta del lecho, donde reposa á su lado, para alumbrar á los inmortales y á los mortales, V, 1 y 2.
Toante (Θόας): Hijo de Andremón y caudillo de los etolos que fueron á Troya. En una fingida relación, cuenta el mendigo (Ulises) que Toante, puesto en emboscada con Ulises y otros jefes cerca de Troya, corrió hacia las naves para decir á Agamenón que enviara más guerreros, XIV, 499 á 501.
Ton (Θῶν): Egipcio, marido de Polidamna, IV, 228.
Toón (Θόων): Uno de los jóvenes feacios que toman parte en los juegos celebrados ante Ulises, VIII, 113.
Toosa (Θόωσα): Ninfa, hija de Forcis y madre de Polifemo que tuvo de Neptuno, I, 71 á 73.
Tracia (Θρῄκη): Región del Norte de Grecia. Á ella se fué Marte cuando le soltó Vulcano, después de aprisionarle, junto con Venus, en los lazos que colocó alrededor de la cama, VIII, 361.
Trasimedes (Θρασυμήδης): Caudillo griego, hijo de Néstor. Degüella la novilla en el sacrificio que Néstor ofrece á Minerva, III, 414 á 450.
Trinacria (Θρινακίη): La isla de Sicilia, según la opinión casi unánime de todos los intérpretes, de la cual se separa Völcker, XI, 107; XII, 127, 135; XIX, 275.
Tritogenia (Τριτογένεια): Epíteto de Minerva. Interprétase de diferentes maneras por los traductores: nacida junto al lago Tritón, en Beocia, Tesalia ó Libia; nacida en el tercer día del mes, etc., III, 378.
Troya (Τροίη): Región de la Tróade y ciudad de la misma, llamada también Ilión, I, 2, 62, 210, 327, 355; III, 257, 268, 276; IV, 6, 99, 146, 488; V, 39, 307; IX, 38, 259; X, 40, 332; XI, 160, 499, 510; XII, 189; XIII, 137, 248, 388; XIV, 229, 469; XV, 153; XVI, 289; XVII, 314; XVIII, 260, 266; XIX, 8, 187; XXIV, 37.
Ulises (Ὀδυσσεύς y Ὀδυσεύς): Rey de Ítaca, hijo de Laertes y de Anticlea, y padre de Telémaco: II, 2, 415; III, 64, 352, 398; XV, 59, 63, 267, 554; XVI, 48, 118 á 120; XVII, 3, 152; XX, 283. Es el protagonista del poema, que de su nombre Ὀδυσσεύς se llama Ὀδύσσεια, pues toda la acción gira á su alrededor hasta en las escenas en que no interviene. El poeta invoca á la Musa para que le hable de Ulises que, cuando los demás caudillos griegos habían vuelto de Troya á su respectiva patria, hallábase detenido por la ninfa Calipso, I, 1 á 15; todas las deidades, menos Neptuno, se compadecen del héroe, y en el concilio de los dioses propone Minerva que Mercurio vaya á decir á Calipso que le deje partir de la isla Ogigia, I, 19 á 21, 48 á 87; baja Minerva del Olimpo y, transfigurada en Mentes, se detiene en el vestíbulo de la morada de Ulises, I, 103; Telémaco toma la lanza de Mentes (Minerva) y la pone en la lancera de Ulises, I, 129; Mentes (Minerva) le dice á Telémaco que Ulises volverá, le pregunta si es su hijo pues se le parece mucho, I, 196 á 212, se lamenta de la ausencia del héroe, le refiere cómo lo conoció y le asegura que si tornara se vengaría de los pretendientes, I, 253 á 266; Telémaco dice á Penélope que se resigne á oir el canto del aedo sobre la vuelta de los aquivos, pues no fué Ulises el único que perdió en Troya la esperanza de volver, I, 346 á 355; Telémaco, contestando á Antínoo, le dice que reine cualquiera en Ítaca, ya que murió Ulises, y él será señor de los bienes que éste adquirió, I, 396 á 398; un hijo de Egiptio había ido á Ilión con Ulises, II, 17; desde que se fué Ulises no se han reunido los itacenses en el ágora hasta que los convoca Telémaco, II, 26 y 27; laméntase Telémaco, en el ágora, de no tener en el palacio un hombre como Ulises, para arrojar del mismo á los pretendientes, II, 59, y pide á éstos que se retiren, á no ser que Ulises les haya causado algún daño y quieran vengarse, II, 71 á 73; cuenta Antínoo que Penélope dijo á los pretendientes que, ya que había muerto Ulises, no instaran el casamiento hasta que ella acabara un sudario para Laertes, II, 96 á 100; Haliterses vaticina la vuelta de Ulises, II, 163 á 177; responde Eurímaco que Ulises murió lejos de su patria, II, 182 y 183; Ulises, al embarcarse, había encomendado su casa á Méntor, II, 225 á 227; dice Méntor que no tanto aborrece á los pretendientes como á los otros ciudadanos, pues si aquéllos devoran la casa de Ulises, ponen á ventura sus cabezas, II, 233 á 241; responde Leócrito que si Ulises volviera y luchara con los pretendientes, sería muerto por éstos, II, 246 á 250; vanse los pretendientes á la casa de Ulises, II, 259; dice Méntor (Minerva) á Telémaco que, como no le falta del todo la inteligencia de Ulises, realizará el viaje á Pilos y á Esparta, II, 274 á 280; dice uno de los pretendientes que quizás Telémaco morirá en el viaje, vagando como Ulises, II, 333; pide Telémaco á Euriclea que le ponga en ánforas el vino que sea más suave después del que guarda para Ulises, II, 340 á 352; dice Euriclea que Ulises ha muerto en un pueblo ignoto, II, 366; Minerva va al palacio de Ulises y les infunde sueño á los pretendientes, II, 393 á 395; dice Telémaco á Néstor que ha ido á Pilos por si oyere hablar de Ulises, III, 81 á 84, y le ruega que, si el héroe le cumplió algún día una promesa, le relate ahora cuanto sepa del mismo, III, 98 á 101; dice Néstor que, mientras los aqueos permanecieron en Troya, nadie se igualó en prudencia con Ulises y que éste y él siempre estuvieron de acuerdo, III, 121 á 127; desde Ténedos, Ulises y los que le acompañaban volvieron á Troya para complacer á Agamenón, III, 162 á 164; desea Néstor que Minerva proteja á Telémaco como asistía á Ulises, III, 218 á 220; dice Menelao que por nadie llora tanto como por Ulises, IV, 104 á 112; Helena, al ver á Telémaco, nota la semejanza que tiene con el hijo de Ulises, IV, 141 á 146, y responde Menelao que también la había observado, IV, 147 á 154; dice Helena que no podría referir todos los trabajos de Ulises y cuenta cómo penetró en Troya disfrazado de mendigo, IV, 240 á 264; refiere Menelao lo que hizo Ulises, dentro del caballo de madera, cuando Helena llamaba desde fuera á los caudillos griegos, IV, 269 á 289; dice Telémaco á Menelao que, si Ulises le ha cumplido algún día una promesa, le refiera cuanto sepa del mismo, IV, 328 á 331; dice Menelao que Ulises, si vuelve, se vengará de los pretendientes, IV, 340 á 346; solázanse los pretendientes ante el palacio de Ulises cuando va á encontrarlos Noemón, IV, 625, y luego penetran en el mismo, IV, 674; pregunta Penélope á Medonte si le envían los pretendientes para decirles á las esclavas de Ulises que suspendan el trabajo, IV, 681 á 683; dice Penélope que Ulises á nadie hizo agravio, IV, 689 á 691; vase Medonte por la morada de Ulises, IV, 715; desea Penélope que Laertes se queje de que los pretendientes quieran exterminar el linaje de Ulises, IV, 739 á 741; Penélope ruega á Minerva que le salve el hijo, acordándose de los sacrificios que le ofrecía Ulises, IV, 762 á 765; en el concilio de los dioses, Minerva refiere los infortunios de Ulises, y Júpiter envía á Mercurio para que ordene á Calipso que despida á Ulises, V, 5 á 42; llega Mercurio á la gruta de Calipso, sin que encuentre á Ulises dentro de la misma, traslada á Calipso la orden de Júpiter, enfurécese la ninfa, y Mercurio le recomienda que despida pronto á Ulises y no se atraiga el enojo de Júpiter, V, 81 á 147; va Calipso al encuentro de Ulises, le dice que dejará que se vaya, le jura que no maquina nada malo contra él, y le proporciona lo que ha menester para fabricar una balsa, V, 148 á 261; Ulises se hace á la mar, navega diez y siete días y lo ve Neptuno, que promueve una tempestad; deshácese la balsa, Leucotea da un velo á Ulises para que sea insumergible, y por fin sale el héroe por la desembocadura de un río, sube á un altozano y se acuesta en un montón de hojarasca, V, 269 á 493; mientras Ulises duerme, Minerva, pensando en el regreso del mismo á su patria, va á encontrar á Nausícaa, VI, 1 á 14; cuando Nausícaa y sus criadas juegan á la pelota, hace Minerva que ésta caiga en el río para que las mujeres griten y despierten á Ulises, VI, 110 á 117; sale Ulises de la hojarasca, se presenta á Nausícaa y le dirige insinuantes palabras para que le dé un vestido y lo guíe á la ciudad, VI, 127 á 185; las esclavas, por orden de Nausícaa, entregan á Ulises un manto y una túnica y le invitan á bañarse; él les ruega que se aparten; se lava; Minerva le difunde una gracia divinal por la cabeza y los hombros; Nausícaa, que lo contempla admirada, desea tenerlo por marido, y manda á las siervas que le den de comer, VI, 211 á 246; Ulises come ávidamente y luego, por indicación de Nausícaa, sigue el carro en que va ésta con sus esclavas, y, al llegar al bosque de Minerva, se detiene y ora á la deidad, VI, 248 á 331; mientras Ulises ruega, Nausícaa llega al palacio, VII, 1 á 2; encamínase Ulises á la ciudad, se le hace encontradiza Minerva, transfigurada en una joven, le da noticias del país y lo lleva al palacio de Alcínoo, VII, 14 á 49; Ulises admira el palacio, entra en el mismo, póstrase á los pies de Arete y le suplica que lo conduzcan á la patria, VII, 81 á 83, 133 á 152; Alcínoo levanta á Ulises, lo hace sentar en la silla de Laodamante y manda que le den de comer, VII, 167 á 178; Ulises, contestando á Alcínoo, dice que no es un dios, sino el más desgraciado de los hombres y pide que lo lleven á su patria, VII, 207 á 225; Ulises se queda en el palacio y, respondiendo á las preguntas de Arete, cuenta cómo llegó desde la isla Ogigia al país de los feacios y cómo se presentó á Nausícaa, VII, 230 á 297; suplica á Alcínoo que no reprendan á ésta por no haberle llevado consigo, VII, 302 á 307; al oir que Alcínoo promete llevarlo á la patria, invoca á Júpiter para que dé gloria al rey y éste cumpla su promesa, VII, 329 á 333; las criadas invitan á Ulises á acostarse en la cama, y el héroe duerme debajo del pórtico del palacio de Alcínoo, VII, 340 á 345; levántase Ulises al día siguiente y, juntamente con el rey, se encamina al ágora, VIII, 3 á 6; Minerva, pensando en la vuelta de Ulises, exhorta á los feacios para que vayan al ágora, VIII, 7 á 14; Minerva difunde la gracia por la cabeza y los hombros de Ulises á fin de que les sea agradable á los feacios, VIII, 18 á 23; canta Demódoco la disputa de Ulises y Aquiles, y Ulises, al oirle, llora, VIII, 73 á 92; Laodamante invita á Ulises á probarse en los juegos y el héroe se excusa; pero, al reprochárselo Euríalo, toma el disco, lo tira más lejos que nadie y desafía á los feacios á probarse con él en toda clase de juegos, sin exceptuar más que á Laodamante, VIII, 143 á 233; contempla Ulises con admiración las mudanzas que hacen con los pies los danzadores feacios, VIII, 264 y 265; huélgase Ulises de oir cantar á Demódoco, que refiere los amores de Marte y Venus, VIII, 367 y 368; expresa Ulises á Alcínoo el asombro con que contempla á los danzadores feacios, VIII, 381 á 384; Ulises saluda y desea felicidades á Euríalo, que le regala una espada de bronce, VIII, 412 á 415; Ulises, por indicación de Arete, encaja la tapa y echa un nudo al arca en que le han puesto los regalos de los feacios, VIII, 446 á 448; Nausícaa se admira, al clavar los ojos en Ulises, saluda al héroe, y éste promete invocarla en su casa como á una diosa, VIII, 457 á 468; Ulises corta una tajada del espinazo de un puerco asado, se la envía como obsequio á Demódoco y le pide que cante el episodio del caballo de madera, VIII, 474 á 498; refiere el aedo cómo los caudillos griegos se hallaban con Ulises dentro del caballo de madera, cómo fué destruída la ciudad y cómo, yendo Ulises y Menelao á la casa de Deífobo, sostuvieron un terrible combate, VIII, 502 á 520; Ulises llora y se consume al escucharlo, y Alcínoo le pregunta quién es, por qué llora y á dónde ha ido en sus peregrinaciones, VIII, 521 á 586; responde Ulises dándose á conocer y ensalzando su patria, y empieza á referir sus aventuras desde que salió de Troya, IX, 1 á 38; relata sucesivamente lo que le ocurrió:
a) en el país de los cícones, IX, 39 á 61;
b) en el mar, hasta llegar á los lotófagos, IX, 62 á 81;
c) en la tierra de éstos, IX, 82 á 104;
d) en la comarca de los ciclopes, donde cegó á Polifemo, IX, 105 á 566;
e) en la isla de Éolo, rey de los vientos, X, 1 á 79;
f) en Telépilo de Lamos, capital de la Lestrigonia, X, 80 á 132;
g) en la isla Eea, donde moraba Circe, que transformó á los compañeros de Ulises en cerdos y les devolvió luego su figura, X, 133 á 574;
h) en el Orco, donde Ulises consultó á Tiresias, conversó con el alma de su madre y con algunos muertos ilustres y vió ciertos suplicios de los condenados como Ticio, Tántalo y Sísifo, XI, 1 á 640;
i) en la isla de Circe, de vuelta del Orco, XII, 1 á 142;
j) en el mar, al pasar junto á las Sirenas y por entre los escollos de Escila y Caribdis, XII, 142 á 259;
k) en la isla de Trinacria, donde los compañeros de Ulises mataron algunas vacas del rebaño del Sol, XII, 260 á 402;
y l) en el mar, hasta que Júpiter tiró un rayo á la nave, perecieron los compañeros de Ulises y el héroe, después de vagar nueve días, llegó á la isla Ogigia donde moraba Calipso, XII, 403 á 453;
dice Alcínoo á Ulises que ya podrá volver á la patria, y exhorta á los presentes á que le regalen trípodes y calderos, XIII, 4 á 15; en el último banquete que le da Alcínoo, Ulises vuelve á menudo la cabeza para ver si se pone el sol, ve con agrado la puesta del mismo y se despide de Alcínoo y de los feacios, deseándoles toda clase de bienes; pone una copa en las manos de Arete, por cuya felicidad hace votos; se encamina á la nave, acompañado por un heraldo, y se acuesta en silencio sobre las tablas de popa, XIII, 28 á 75; al llegar á Ítaca, los feacios sacan del bajel á Ulises y, sin despertarlo, lo ponen en la arena, juntamente con los regalos, á cierta distancia del camino para evitar que ningún caminante le hurte nada mientras duerme, XIII, 116 á 124; Neptuno se lamenta ante Júpiter de que los feacios hayan conducido á Ulises, XIII, 126 á 138; Ulises despierta y no reconoce su patria; se queja de los feacios y llora y suspira en la playa; se le acerca Minerva, transfigurada en pastor de ovejas, le dice que está en Ítaca y oye de labios del héroe una supuesta relación; Minerva se le descubre, disipa la nube que no dejaba que Ulises reconociera su isla, y el héroe besa el suelo é invoca á las Ninfas; Ulises y Minerva depositan los regalos en la gruta, toman asiento en las raíces de un olivo, y hablan del exterminio de los pretendientes; Minerva transforma á Ulises en un mendigo y le exhorta á que se encamine á la majada de Eumeo, mientras ella va á Lacedemonia y hace volver á Telémaco, XIII, 187 á 440; Ulises endereza sus pasos á la cabaña de Eumeo, le salen al encuentro los canes, y Eumeo le hace entrar, deplora la suerte de su señor, le obsequia inmolando dos cerdos que le sirve asados, le habla de los pretendientes y le especifica la fortuna de que su amo disfrutaba, XIV, 1 á 108; Ulises come y bebe en silencio, maquinando males contra los pretendientes; pregunta á Eumeo quién lo compró, y éste responde que ya debe de haber muerto, pero le aqueja todavía el deseo de Ulises; el héroe (que está transfigurado en un mendigo), jura que Ulises volverá, pero Eumeo no lo cree y le pregunta quién es y de dónde viene, XIV, 109 á 190; cuenta Ulises á Eumeo una larga y supuesta historia, diciendo que es hijo de Cástor Hilácida, XIV, 191 á 359; dice Eumeo al mendigo (Ulises), que le ha conmovido con el relato de sus aventuras, se duele de que mienta en lo relativo á Ulises, y refiere que un etolo le engañó, asegurándole que había visto á Ulises en Creta, XIV, 360 á 389; insiste el mendigo (Ulises) en su afirmación de que Ulises volverá y dice á Eumeo que, si le engaña, lo haga despeñar, XIV, 390 á 400; el porquerizo, al ofrecer las primicias á los dioses, les ruega que Ulises consiga volver á su casa, XIV, 422 á 424; Eumeo honra al mendigo (Ulises) con el ancho lomo de un puerco asado, el mendigo manifiesta su gratitud, y aquél le invita á comer y á beber, poniéndole la copa en la mano, XIV, 436 á 448; el mendigo (Ulises), para que Eumeo ó los demás pastores le den un manto con que abrigarse durante la noche, refiere una supuesta emboscada que acaudillaban Ulises, Menelao y el que habla; y dice que si tuviera las fuerzas de entonces, le darían un manto por respeto á un valiente, XIV, 451 á 506; dice Eumeo al mendigo (Ulises) que no carecerá de cosa alguna durante la noche y que el hijo de Ulises le dará, cuando venga, un manto y una túnica, XIV, 507 á 517; Ulises se tiende en una cama, que Eumeo ha llenado de pieles de ovejas y de cabras, cobíjale el porquerizo con un manto, y el héroe se huelga al observar con qué solicitud le cuida los bienes, pues Eumeo sale para pasar la noche junto á los puercos, XIV, 518 á 533; dice Telémaco á Menelao que ojalá, al tornar á Ítaca, pudiera contarle á Ulises las pruebas de amistad que acaba de recibir, XV, 154 á 159; Helena, interpretando un agüero, dice que así como el águila ha arrebatado al ánsar, así Ulises conseguirá vengarse XV, 174 á 178; el mendigo (Ulises) expresa su deseo de partir á la ciudad, Eumeo intenta disuadirle, aquél se lo agradece, y el porquerizo le da noticias de los padres de Ulises, XV, 301 á 379; el mendigo (Ulises) compadece á Eumeo por lo mucho que ha tenido que vagar, le pregunta cómo cayó esclavo, y el porquerizo le cuenta su historia, XV, 380 á 484; dice el mendigo (Ulises) á Eumeo que le ha conmovido con su relación, pero que Júpiter le ha puesto el bien al lado del mal, XV, 485 á 492; dice Telémaco á Teoclímeno que Eurímaco anhela casarse con Penélope y alcanzar la dignidad real que tuvo Ulises, XV, 521 y 522; el mendigo (Ulises) y el porquerizo encienden fuego en la majada y preparan el desayuno, advierte el primero que los perros mueven la cola y le dice á Eumeo que debe de venir algún amigo ó compañero suyo, XVI, 1 á 10; pregunta Telémaco al porquerizo si ya se casó Penélope y el lecho de Ulises está ocupado por las telarañas, XVI, 33 á 35; el mendigo (Ulises) quiere ceder el asiento á Telémaco, y éste no se lo permite, XVI, 42 á 46; Eumeo, después de servir á Telémaco platos de carne, se sienta en frente de Ulises, XVI, 53; Telémaco le pregunta á Eumeo quién es el huésped (Ulises), y se lamenta de no poder acogerle en su casa por los pretendientes; dice Ulises que se le desgarra el corazón al oirle y le pregunta si se ha hecho odioso á las deidades ó se queja de los hermanos; y le contesta Telémaco que no tiene hermanos y que todos los próceres de Duliquio, de Same, de Zacinto y de la propia Ítaca, pretenden á su madre y arruinan la casa, XVI, 57 á 128; dice Eumeo que Laertes, aunque pasaba gran pena por la ausencia de Ulises, aún comía y bebía con los siervos, pero desde que partió Telémaco no hace más que sollozar y lamentarse, XVI, 139 á 145; el mendigo (Ulises), al ver una seña que le hace Minerva, sale de la cabaña, oye á Minerva que le encarga se dé á conocer á Telémaco, recobra su forma primitiva y vuelve á entrar, XVI, 159 á 178; Ulises se da á conocer á Telémaco, éste se figura que es un dios que le engaña, luego padre é hijo se abrazan y lloran, Ulises refiere cómo ha llegado á Ítaca y Telémaco enumera los pretendientes, XVI, 186 á 258; dice Ulises á Telémaco que en la lucha con los pretendientes tendrán por aliados á Minerva y á Júpiter, aconseja á Telémaco que esconda las armas que hay en las paredes del palacio, y le encarga que á nadie participe que ha llegado Ulises, pues ellos dos procurarán conocer la disposición en que se hallan las mujeres y los esclavos, XVI, 258 á 307; los compañeros de Telémaco envían un heraldo al palacio de Ulises, para decirle á Penélope que ha llegado su hijo, XVI, 328 á 330; los pretendientes se encaminan á la casa de Ulises, XVI, 407; dice Eurímaco que Ulises le tomó muchas veces sobre sus rodillas y le dió carne y vino, XVI, 442 á 444; Penélope llora por Ulises, hasta que Minerva le infunde sueño, XVI, 450 y 451; el porquerizo vuelve junto á Ulises, y Minerva transforma á éste en un anciano, XVI, 452 á 457; Telémaco manda á Eumeo que lleve al mendigo á la ciudad, y éste dice que prefiere ir á la población á quedarse en la majada, XVII, 10 á 25; las esclavas de Ulises abrazan y besan á Telémaco, recién llegado de Pilos, XVII, 33 á 35; Penélope ruega á Telémaco que le diga, antes que ella se acueste en aquel lecho que siempre está regado de lágrimas desde que Ulises se fué, si ha oído hablar del héroe, XVII, 101 á 107; le contesta Telémaco que Néstor nada sabe y que Menelao, después de decirle que Ulises se vengaría de los pretendientes, le contó cómo supo por Proteo que el héroe estaba con la ninfa Calipso, XVII, 114 y 115, 124 á 146; dice Teoclímeno á Penélope que Ulises ya se halla en su patria y maquina males contra los pretendientes, XVII, 152 á 161; diviértense los pretendientes tirando discos y jabalinas ante el palacio de Ulises, XVII, 167 á 169; el mendigo (Ulises) y el porquerizo parten á la ciudad; al llegar á la fuente construída por Ítaco, Nérito y Políctor, se encuentran con Melantio, que los insulta y da una coz á Ulises, con ocasión de la cual Eumeo invoca á las ninfas y desea que torne el héroe, traído por algún dios; llegan al palacio y Ulises encarga á Eumeo que se adelante y entre en el mismo, XVII, 182 á 289; el perro Argos, ya moribundo, reconoce á Ulises é intenta ir á encontrarle, Eumeo refiere á Ulises las excelencias del can, y la Parca de la muerte se apodera de Argos después que tornara á ver á Ulises en el vigésimo año, XVII, 291 á 327; Ulises entra en el palacio y se sienta en el umbral; al recibir de Telémaco pan y carne, hace votos porque se le cumpla al mismo cuanto desee, y come mientras canta el aedo, XVII, 336 á 358; por excitación de Minerva, Ulises pide limosna á los pretendientes, Melantio dice que lo ha traído el porquerizo, y Antínoo increpa á éste, XVII, 360 á 379; dice Eumeo que Antínoo ha sido siempre el más áspero para los esclavos de Ulises, XVII, 388 y 389; dice Telémaco á Antínoo que si da algo al mendigo (Ulises), no lo llevará á mal ni Penélope ni ninguno de los esclavos de la casa de Ulises, XVII, 401 y 402; cuando el mendigo (Ulises) vuelve al umbral, pide á Antínoo que le dé algo y le relata su supuesta historia; Antínoo se niega; Ulises le echa en cara que su juicio no corre parejas con su presencia; y Antínoo, irritado, le tira un escabel y le acierta en el hombro derecho; Ulises se queja de Antínoo, á quien desea la muerte antes que el casamiento se lleve á término; Antínoo dice á Ulises que coma en silencio, si no quiere verse arrastrado; y los demás pretendientes reprenden á Antínoo pensando si aquel mendigo será algún dios, XVII, 411 á 487; el mendigo (Ulises) cena, Penélope lo manda llamar por el porquerizo, se lamenta de que no haya en el palacio un hombre como Ulises, capaz de echar á los pretendientes, y dice que si el héroe volviese se vengaría de los mismos, XVII, 506 á 540; Eumeo llama á Ulises en nombre de la reina; y el héroe dice que aguarde hasta la puesta del sol, pues teme á la turba de los pretendientes, XVII, 551 á 573; Iro se propone arrojar á Ulises de su casa, le amenaza, se burla de lo que le contesta Ulises, dice éste que no le provoque, pues le llenará de sangre y le dejará sin ganas de volver al palacio, y contesta aquél que se ciña para luchar con él, XVIII, 8 á 31; el mendigo (Ulises) hace jurar á los pretendientes que no le golpearán, para socorrer á Iro, ni le someterán por fuerza al mismo, XVIII, 51 á 58; cíñese el mendigo (Ulises) los andrajos; lucha con Iro y de una puñada lo derriba al suelo; lo arrastra hasta el patio, lo asienta y le pone un bastón en la mano, diciendo que ahuyente á los puercos y á los canes y no quiera ser el señor de los huéspedes y de los mendigos; vuelve al umbral, recibe la felicitación de los pretendientes y un vientre de cabra junto con dos panes, que le dan Antínoo y Anfínomo, y recomienda á este último que se vaya á su casa antes que Ulises trabe combate con los pretendientes, XVIII, 66 á 152; dice Penélope que sus atractivos destruyéronlos los inmortales cuando Ulises partió á Troya con los argivos, XVIII, 250 á 253; Ulises se huelga de que Penélope induzca á los pretendientes á que le hagan regalos, XVIII, 281 á 283; las esclavas de Ulises cuidan de mantener el fuego, el mendigo (Ulises) les dice que se vayan, pues él cuidará de hacerlo, Melanto le increpa, el mendigo la amenaza con decírselo á Telémaco, las mujeres huyen espantadas y Ulises se queda junto á los tederos, XVIII, 310 á 345; Minerva no permite que los pretendientes se abstengan de injuriar á Ulises, y Eurímaco, después de decir que no parece sino que el resplandor de las antorchas sale de la cabeza del mismo, le ofrece tomarlo á sueldo y llevarlo al campo; responde el mendigo (Ulises) que si tuvieran que segar, labrar la tierra ó combatir contra los enemigos vería cómo se portaba, y que si tornara Ulises, las puertas le parecerían estrechas á Eurímaco para salir huyendo; irrítase Eurímaco, le tira un escabel á Ulises y acierta al copero, que cae de espaldas, XVIII, 346 á 398; Anfínomo aconseja que no se maltrate al huésped (Ulises) ni á ninguno de los esclavos de Ulises, y que aquél se quede en el palacio de Ulises, al cuidado de Telémaco, XVIII, 416 á 421; el mendigo (Ulises) se queda en el palacio; Ulises y Telémaco esconden las armas, alumbrándoles Minerva; Ulises impone silencio á Telémaco, cuando dice que algún dios debe de estar con ellos, y seguidamente le manda que se acueste, XIX, 1 á 14, 27 á 52; Melanto increpa al mendigo (Ulises) y le dice que se vaya, XIX, 65 á 69, y aquél le responde que tema que vuelva Ulises, XIX, 70 á 88; Ulises se sienta en la silla que le trae Eurínome; Penélope le pregunta quién es, y el héroe se excusa de responder, alabando á Penélope y diciendo que él no debe estar llorando y lamentándose en casa ajena; Penélope contesta que sus atractivos destruyéronlos los dioses cuando partió Ulises, le habla de los pretendientes y del modo como los ha entretenido, tejiendo y destejiendo el sudario de Laertes, dice que ya no sabe qué otro pretexto hallar é insiste en que el mendigo (Ulises) le diga quién es; responde éste inventando un relato en el cual manifiesta que es Etón y que hospedó á Ulises en Creta; y á Penélope, al oirlo, le brotan las lágrimas y se le deshace el cuerpo, XIX, 102 á 212; Penélope, para probar si el mendigo dice la verdad, le pregunta qué vestido llevaba Ulises cuando estuvo en Creta y cómo eran él y sus compañeros; aquél se lo describe y le da las señas de Euríbates; Penélope promete al mendigo que en adelante será querido y venerado en el palacio; y el mendigo afirma que Ulises ha llegado al país de los tesprotos, ha ido á Dodona á consultar la voluntad de Júpiter y volverá á Ítaca al terminar el mes y comenzar el siguiente, XIX, 215 á 307; dice Penélope que Ulises no volverá y manda á las esclavas que bañen al huésped y le aparejen el lecho; pero el mendigo (Ulises) contesta que tiene aborrecidos los mantos y las colchas, y que no dejará que las esclavas le laven los pies, á no ser que haya alguna muy vieja y de honestos pensamientos, XIX, 308 á 348; dice Penélope al mendigo (Ulises) que jamás ha llegado á la casa otro varón de tan buen juicio y manda á Euriclea que lo lave, XIX, 349 á 360; Euriclea deplora la suerte de Ulises, nota en el mendigo una gran semejanza con éste, empieza á lavarle los pies y pronto da con la cicatriz que el héroe tenía en el muslo, XIX, 363 á 394; Autólico, el abuelo de Ulises, fué á Ítaca cuando éste acababa de nacer, le impuso el nombre y le prometió hacerle muchos regalos si, al llegar á mozo, iba á la casa paterna, XIX, 399 á 412; Ulises, ya joven, fué á la casa de Autólico, que lo recibió muy bien así como su esposa y sus hijos, salió á cazar con éstos, un jabalí le hirió en el muslo, y Autólico y sus hijos le curaron y le enviaron á Ítaca, XIX, 413 á 467; al tocar Euriclea la cicatriz, reconoce á Ulises y quiere decírselo á Penélope, pero el héroe se lo impide, la vieja ofrece darle á conocer cuáles son las mujeres culpables, y Ulises le encarga el silencio, XIX, 467 á 502; el mendigo (Ulises) acerca nuevamente la silla al fuego, Penélope le refiere un ensueño que ha tenido, y aquél le dice que es inminente la ruina de todos los pretendientes, XIX, 506 á 558; le manifiesta Penélope al mendigo (Ulises) que ya pronto dejará la casa de Ulises, pues quiere poner en manos de los pretendientes el arco y las segures del héroe para irse con quien venza en el certamen, XIX, 571 á 581; el mendigo (Ulises) exhorta á Penélope á que no difiera tal certamen, pues Ulises vendrá antes que los pretendientes armen el arco, XIX, 582 á 587; Penélope sube á su habitación, se acuesta en el lecho, siempre regado de lágrimas desde que Ulises partió, y llora por el mismo hasta que Minerva le difunde en los párpados el dulce sueño, XIX, 596 á 604; Ulises se acuesta en el vestíbulo del palacio, ve como ciertas esclavas van á ayuntarse con algunos de los pretendientes, reprende á su corazón, se le acerca Minerva, el héroe le pregunta adónde podrá refugiarse después de matar á los pretendientes, y la diosa le tranquiliza y le infunde sueño, XX, 1 á 54; Penélope desea que Diana la mate ó se la lleven las borrascas, á fin de penetrar en la tierra teniendo ante sus ojos á Ulises, XX, 79 á 82; añade que aquella noche se ha acostado á su lado un fantasma muy semejante á Ulises, XX, 88 á 90; Ulises oye los sollozos de Penélope, recoge el manto y las pieles en que estaba echado, pide á Júpiter que le envíe un presagio y haga aparecer otro prodigio, el dios le complace, y el héroe se alegra, XX, 92 á 121; las esclavas encienden fuego en el palacio de Ulises, XX, 122 y 123; llegan los pastores: Eumeo pregunta al mendigo (Ulises), si ya le tratan mejor y éste responde deseando que un dios castigue á los pretendientes; Melantio le increpa, y Ulises, sin contestarle, agita en su alma siniestros propósitos; Filetio pregunta á Eumeo quién es el forastero, y en seguida va á saludarle, dice que le ha hecho recordar á Ulises y manifiesta que ya se hubiese ido él á otro país, pero aguarda todavía á su señor, XX, 162 á 225; el mendigo (Ulises) dice á Filetio que Ulises volverá, responde el boyero que entonces verían qué fuerza y qué brazos tiene, y Eumeo suplica asimismo á los dioses que vuelva Ulises, XX, 226 á 239; encamínanse los pretendientes al palacio de Ulises, XX, 248; Telémaco hace sentar al mendigo (Ulises) junto al umbral, le sirve carne y vino, y le promete que le librará de las manos de todos los pretendientes pues aquella casa no es pública sino de Ulises, que la adquirió para él, XX, 257 á 265; sírvenle á Ulises una parte igual á la de los demás comensales, XX, 281 y 282; Minerva no permite que los pretendientes se abstengan de injuriar á Ulises: Ctesipo le tira una pata de buey, y el héroe logra evitar el golpe y se sonríe con risa sardonia, XX, 284 á 302; Agelao aconseja que no se maltrate al huésped ni á ningún esclavo de la casa de Ulises, y luego, dirigiéndose á Telémaco y á su madre, dice que con razón entretenían á los pretendientes mientras conservaban la esperanza de que el héroe tornara; pero, que siendo evidente que no ha de volver, debe Telémaco aconsejar á su madre que se case, XX, 322 á 337; vaticina Teoclímeno la muerte de los pretendientes, que en el palacio de Ulises maquinan inicuas acciones, XX, 368 á 370; Minerva inspira á Penélope que en la propia casa de Ulises les saque á los pretendientes el arco y las segures para celebrar el certamen, XXI, 1 á 4; el arco se lo había dado á Ulises su huésped Ífito, y el héroe lo dejó en el palacio al partir para Ilión, XXI, 11 á 41; Penélope lleva á los pretendientes el arco de Ulises y promete irse con quien logre armarlo y hacer pasar la flecha por el ojo de las segures, XXI, 68 á 79; Antínoo declara que no hay entre los pretendientes un hombre como fué Ulises; y había de ser Antínoo quien primero gustara la saeta despedida por la mano de éste, XXI, 93 á 100; cuando Telémaco va á tender el arco, Ulises se lo prohibe haciéndole una seña, XXI, 128 y 129; dice Liodes que todos desean casarse con la esposa de Ulises, pero así que prueben el arco tendrán que dedicarse á pretender á otras aquivas, XXI, 157 á 161; salen del palacio el boyero y el porquerizo de Ulises, sígueles éste, les pregunta cómo se portarían si volviera su señor, se da á conocer, lloran y se abrazan; Ulises recomienda á Eumeo que le dé el arco, aunque los pretendientes se opongan, y á Filetio que cierre las puertas del patio, vuelve Ulises al palacio y poco después entran también ambos esclavos, XXI, 188 á 204; Eurímaco deplora que las fuerzas de los pretendientes sean tan inferiores á las de Ulises, XXI, 253 y 254; propone Antínoo que se dejen clavadas las segures, pues no se las llevará ninguno de los que frecuentan el palacio de Ulises, y al día siguiente intentarán armar el arco de este héroe, XXI, 260 á 268; pide el mendigo (Ulises) que le permitan probar el arco, todos se oponen y Antínoo le amenaza con enviarlo al rey Équeto; Penélope dice que no es justo que se ultraje á los huéspedes de Penélope; Eurímaco contesta que les avergonzaría el mendigo si llegaba á tender el arco, y Penélope ofrece dar al mendigo un manto y una túnica si logra su propósito, XXI, 274 á 342; Penélope llora por Ulises hasta que Minerva le difunde en los párpados el dulce sueño, XXI, 356 á 358; Eumeo lleva el arco al mendigo (Ulises), los pretendientes le increpan, Telémaco le amenaza si no sigue adelante y, por fin, lo pone en las manos del héroe, XXI, 359 á 379; Filetio cierra las puertas del patio y vuelve á sentarse, clavando los ojos en Ulises, XXI, 389 á 393; Ulises examina minuciosamente el arco, lo arma, prueba la cuerda, huélgase de oir un trueno que despide como presagio el propio Júpiter, hace pasar una flecha por el ojo de las segures, dice á Telémaco que no le afrenta el huésped que tiene en su casa y que ya es hora de aparejar la cena á los aqueos, y Telémaco toma las armas y se pone al lado de su padre, XXI, 393 á 434; Ulises se desnuda de sus harapos, salta al umbral, dice que quiere apuntar á otro blanco y, asestando el arco á Antínoo, le clava una flecha en la garganta, y lo mata, XXII, 1 á 19; los pretendientes increpan á Ulises, éste se da á conocer, Eurímaco ofrece resarcirle lo comido á razón de veinte bueyes por cada uno de los pretendientes, y el héroe declara que no se abstendrá de matar hasta que todos hayan pagado sus demasías, XXII, 26 á 64; Eurímaco arremete contra Ulises y éste le clava una saeta en el hígado, XXII, 80 á 83; Anfínomo se va derecho á Ulises y Telémaco le previene con hundirle la lanza en la espalda, XXII, 89 á 94; manda Ulises á Telémaco que le traiga armas mientras tiene saetas para rechazar á los pretendientes, XXII, 105 á 107; ármanse Telémaco, Eumeo y Filetio, y se colocan á ambos lados de Ulises, XXII, 113 á 115; manda Ulises que Eumeo guarde el postigo, XXII, 129 y 130; Melantio dice que va á buscar armas al aposento donde cree que las colocaron Ulises y su hijo, sube á la estancia de Ulises, da las armas á los pretendientes, y desfallecen las rodillas y el corazón de Ulises, al verles tomar las armas; dice el héroe á Telémaco que alguna mujer ó Melantio atiza el combate, y Telémaco se declara el único culpable por haber dejado abierta la habitación, XXII, 139 á 156; Eumeo ve que es Melantio quien proporciona las armas á los pretendientes y, por orden de Ulises, él y Filetio echan por tierra al cabrero, le atan con una soga los pies y las manos, y lo levantan á la parte superior de una columna, XXII, 162 á 191; vuelven Eumeo y Filetio al lado de Ulises, XXII, 201 á 203; preséntase Minerva, transfigurada en Méntor: Ulises se huelga de verla y le pide que aparte de ellos el infortunio; los pretendientes la increpan y amenazan; y Minerva, después de reprender á Ulises, diciéndole que ya no tiene el vigor y la fortaleza que demostró en la guerra de Troya, se transforma en golondrina y se posa en una de las vigas, XXII, 205 á 240; recomienda Agelao que tiren la pica seis pretendientes, por si Júpiter les concede herir á Ulises, XXII, 251 á 253; Ulises invita á los suyos á tirar las lanzas contra la turba de los pretendientes, mata á Demoptólemo, y el héroe y sus compañeros sacan de los cadáveres las lanzas que les han clavado, XXII, 261 á 271; vuelve Ulises á despedir la lanza y mata á Euridamante, XXII, 281 á 283; dice Eumeo á Ctesipo, al herirle en el pecho, que reciba aquel presente de hospitalidad por la pata de buey que dió á Ulises, XXII, 290 y 291; mata Ulises á Agelao Damastórida, XXII, 292 y 293, Liodes ruega á Ulises que no lo mate, y el héroe le corta la cabeza, XXII, 310 á 329; Femio vacila entre refugiarse en el altar de Júpiter, donde tantos muslos de buey habían quemado Laertes y Ulises, ó suplicar á éste y abrazarle las rodillas; parécele mejor lo último é implora á Ulises, alegando que un dios le inspira canciones de toda especie; Telémaco intercede en favor del aedo y de Medonte; y Ulises se abstiene de matar á entrambos y les ordena que vayan á sentarse al patio, XXII, 330 á 377; Ulises registra la sala, ve que todos los pretendientes están muertos y manda á Telémaco que llame á Euriclea, XXII, 381 á 392; al hallar á Ulises entre los cadáveres, Euriclea profiere exclamaciones de alegría, pero el héroe le impone silencio, diciendo que no es piadoso regocijarse por la muerte de aquellos varones, y le manda que, sin despertar á Penélope, haga venir las mujeres culpables, XXII, 401 á 432; Ulises manda á Telémaco, á Eumeo y á Filetio que hagan trasladar los cadáveres, pongan en orden la estancia y maten á las mujeres culpables, XXII, 435 á 445; Ulises da prisa á las mujeres para que trasladen los cadáveres al pórtico, XXII, 450 y 451; consumada la obra, Telémaco, Eumeo y Filetio vuelven á entrar en el palacio de Ulises, XXII, 478 y 479; Ulises ordena á Euriclea que le traiga fuego y azufre, y mande á Penélope y á las esclavas que se presenten, XXII, 480 á 484; Ulises vuelve á pedir el fuego y en seguida azufra la casa, mientras la vieja se va por la hermosa mansión de Ulises á llamar á las mujeres, XXII, 490 á 496; las esclavas abrazan y besan á Ulises, que las reconoce á todas, XXII, 498 á 501; Euriclea dice á Penélope que ha llegado Ulises y ha dado muerte á los pretendientes; la reina no lo cree, y, como Euriclea insiste en su afirmación, se figura que algún dios los habrá castigado y decide bajar para ver muertos á los pretendientes y á quien los ha matado, XXIII, 5 á 84; siéntase Penélope en frente de Ulises, sin hablarle, Telémaco la reprende por su frialdad, contesta aquélla que, si es Ulises, ya se reconocerán por ciertas señales que ellos saben, y Ulises encarga á Telémaco que deje que su madre le pruebe, XXIII, 89 á 114; consulta Ulises á Telémaco sobre lo que conviene hacer, responde éste que lo vea él mismo, y aquél ordena que el aedo toque y los demás bailen, para que los vecinos y transeuntes crean que se ha casado la reina; y que, al amanecer, se vayan Ulises, Telémaco, Eumeo y Filetio á la casa que Laertes tiene en el campo, XXIII, 117 á 140; Eurínome lava á Ulises, Minerva le da hermosura, y el héroe se sienta frente á su esposa y le echa en cara su frialdad; Penélope, para probarle, dice á Euriclea que saque del cuarto la cama de Ulises, éste se extraña porque la cama (que describe) está sujeta á un pie de olivo, y sigue una tierna escena de reconocimiento, alargando Minerva aquella noche para que la Aurora no halle á los dos esposos llorando todavía, XXIII, 153 á 246; dice Ulises á Penélope que aún falta llevar al cabo otra empresa grande, larga y difícil, y, accediendo á sus súplicas, relata lo que Tiresias le mandó que hiciera al llegar á Ítaca, XXIII, 247 á 284; Ulises y Penélope se van á la cama, alumbrados por Eurínome; disfrutan del deseable amor, Penélope refiere cuánto padeció en la ausencia de su marido, y Ulises cuenta sus aventuras y se duerme, XXIII, 293 á 343; así que se descubre la Aurora, Ulises se levanta del lecho, recomienda á Penélope que se quede en lo alto de la casa, y sale al campo con Telémaco, Eumeo y Filetio, XXIII, 348 á 372; mientras están hablando Aquiles y Agamenón, llegan al Orco las almas de los pretendientes á quienes matara Ulises, XXIV, 98 á 100; Agamenón recuerda á Anfimedonte que estuvo en su casa, allá en Ítaca, cuando fué con Menelao á exhortar á Ulises para que les siguiera á Ilión, le pregunta qué ha ocurrido y Anfimedonte cuenta que pretendían á la esposa de Ulises, que ella los entretuvo con tejer y destejer el sudario de Laertes, y que cuando lo acabó presentóse Ulises y dió muerte á los pretendientes, XXIV, 106 á 190; Agamenón considera feliz á Ulises por tener una esposa virtuosísima, y vaticina que los inmortales inspirarán á los hombres graciosos cantos en loor de la discreta Penélope, XXIV, 191 á 198; Ulises llega con los suyos al predio de Laertes, encamínase al huerto y se le saltan las lágrimas al ver á Laertes abrumado por la vejez; le habla burlonamente diciendo que cultiva bien el huerto pero está sucio y mal vestido; le dice que en su patria tuvo un huésped, que era hijo de Laertes; relata una fingida historia, según la cual es Epérito, hijo de Afidante; y, al notar el dolor de su padre, da un salto, le besa, se da á conocer, enseñando á Laertes la cicatriz y diciéndole cuantos árboles le había dado en cierta ocasión, y lloran y se abrazan; Ulises tranquiliza á su padre del temor de que vengan los itacenses á acometerles, y padre é hijo se van á la casería y hallan á Telémaco, al boyero y al porquerizo preparando la comida, XXIV, 205 á 364; Ulises dirige dulces palabras á Dolio y sus hijos, éstos lo abrazan, dice aquél á Dolio que ya Penélope tiene noticia de su regreso, y se sientan todos á la mesa, XXIV, 391 á 411; al saberse la noticia de la matanza de los pretendientes, los ciudadanos acuden á la mansión de Ulises y sacan los muertos, XXIV, 413 á 417; Eupites, padre de Antínoo, que fué el primero á quien mató Ulises, incita á los itacenses á ir contra el héroe, XXIV, 422 á 438; salen del palacio de Ulises, Medonte y Femio; y el primero dice á los itacenses que no sin la voluntad de los dioses ha realizado Ulises su hazaña, pues estaba junto á él un dios que había tomado la figura de Méntor, XXIV, 439 á 449; Minerva explora la voluntad de Júpiter y éste le dice que cumpla el plan que ella misma trazó y, pues Ulises se ha vengado de los pretendientes, olvídese lo sucedido, ámense los unos á los otros como antes, y haya paz y riqueza en gran abundancia, XXIV, 472 á 486; manda Ulises que salga alguien á ver si se acercan los itacenses, obedece uno de los hijos de Dolio, vuelve á entrar diciendo que ya los enemigos están próximos, y se arman todos los varones, incluso Laertes y Dolio, XXIV, 490 á 501; huélgase Ulises de ver á Minerva, que comparece transfigurada en Méntor, y exhorta á Telémaco á que sea valiente, XXIV, 502 á 509; Ulises y Telémaco hieren á los itacenses con espadas y lanzas de doble filo; y á todos los mataran, si Minerva no hubiese suspendido el combate, XXIV, 526 á 532; Ulises se lanza á perseguir á los enemigos, puestos en fuga; Minerva le exhorta á detenerse, el héroe obedece gustoso, y la deidad hace jurar la paz á entrambas partes, XXIV, 537 á 548.
Venus (Ἀφροδίτη): Diosa, hija de Júpiter y de Dione, y esposa de Vulcano. Á Hermione se la compara con Venus por su hermosura, IV, 14; deplora Helena el error en que la puso Venus cuando la llevó á Troya, IV, 261 á 264; ayuntóse Venus con Marte, pero el Sol se lo dijo á Vulcano, y éste colocó unos lazos finísimos alrededor de la cama, aprisionó á los amantes y no los dejó en libertad hasta que Neptuno afianzó el pago de la multa por Marte; entonces Venus se fué á Chipre, donde las Gracias la lavaron, la ungieron y le pusieron lindas vestiduras, VIII, 266 á 366; á Penélope se la compara con Diana ó con Venus, XVII, 36 y 37; XIX, 54; la diosa se lava el rostro con ambrosía cuando va al coro de las Gracias, XVIII, 193 y 194; crió á las hijas de Pandáreo con queso, miel y vino, y fué al Olimpo á pedir á Júpiter florecientes bodas para estas doncellas, XX, 68 á 75; manda Ulises que mueran las mujeres culpables para que se olviden de Venus, de cuyos placeres disfrutaban con los pretendientes, XXII, 443 á 445.
Vulcano (Ἥφαιστος): Dios, hijo de Júpiter y de Juno. Construyó la cratera que Menelao regala á Telémaco, IV, 615 á 619; XV, 115 á 119; junto con Minerva enseña á los hombres toda clase de artes, VI, 233; fabricó unos perros de plata y oro que había en la puerta del palacio de Alcínoo, VII, 91 á 94; tenía por esposa á Venus, y, como á ésta la sedujese Marte, aprisionó á entrambos culpables merced á unos lazos finísimos que puso en la cama, llamó á todos los dioses y no soltó á aquéllos hasta que Neptuno salió fiador de Marte, VIII, 266 á 359.
Yaolco (Ἰαωλκός): Ciudad de Tesalia, donde vivió Pelias, XI, 255.
Yárdano (Ἰάρδανος): Río de la isla de Creta, III, 292.
Yásida (Ἰασίδης): Hijo de Yasio. Nombre patronímico de Anfión, XI, 283; y de Dmétor, XVII, 443.
Yasión (Ἰασίων): Héroe. Unióse con Ceres en una tierra noval, labrada tres veces y Jove lo mató con el rayo, V, 125 á 128.
Yaso (Ἴασος):
1) Padre de Anfión, XI, 283.
2) Padre de Dmétor, XVII, 443.
3) Antiguo rey del Peloponeso, XVIII, 246.
Zacinto (Ζάκυνθος): Isla del mar Jónico. Todos sus próceres pretenden á Penélope, I, 246; XVI, 123; XIX, 131; está situada cerca de Ítaca, IX, 24; de la misma proceden veinte pretendientes XVI, 250.
Zeto (Ζῆτος): Hijo de Júpiter y de Antíope, hermano de Anfión, marido de Aedón y padre de Ítilo. Anfión y Zeto fundaron y torrearon á Tebas, XI, 260 á 265; Aedón, hija de Pandáreo, mató por imprudencia á Ítilo, el vástago que tuvo del rey Zeto, XIX, 521 á 523.